Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, en Madrid.

Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, en Madrid.

Sociedad

Así es el cementerio más peculiar de Euskadi: los protagonistas no son los fallecidos

Se trata de un conjunto único de estilo neovasco, del siglo XX y con 2,5 kilómetros de núcleo. Un espacio rodeado por un muro y lleno de cruces, esculturas religiosas y pilas bautismales.

31 octubre, 2023 12:24

Las diferencias culturales son una de las cosas más chocantes para los individuos. La muerte no se vive de la misma manera en todos los países. Mientras que en España se decide guardar un luto, en México, por ejemplo, la miran desde el optimismo y no desde la tristeza.

Estas diferencias también se dan incluso en los territorios dentro del mismo continente. Los cementerios no son el lugar más agradable para pasar el rato, al menos para los españoles. Sin embargo, en ciudades como Múnich (Alemania) existen varios que son vistos como un parque, donde los individuos acuden a pasear, a charlar o a tumbarse en el césped y a leer un libro junto a las tumbas. Estos forman parte de un subtipo de cementerio, al aire libre y abierto a todo el público.

Pero existen unos más bonitos, que son vistos como museos, a los que también acuden a pasar el rato los individuos. Estas visitas son algo que comparten los europeos que no dudan en acudir a los impresionantes cementerios de Père Lachaise, en París, o el de la Almudena, en Madrid, con sus esculturas de Lola Flores y Juanita de la Cruz, entre otras. Aunque no son los únicos sorprendentes. Euskadi alberga uno increíble que recibe cientos de visitantes al año

Cementerio circular de Apotzaga 

El cementerio circular de Apotzaga, en la provincia de Gipuzkoa, es el más peculiar de Euskadi y, a su vez, el más emblemático por dos motivos: en el territorio vasco apenas existen cementerios circulares y, por otra parte, los espacios se asocian a los caseríos y no a los fallecidos, como señala la página de Turismo Vasco. Las distintas estelas funerarias muestran el caserío al que se pertenece

Se trata de un conjunto único de estilo neovasco, del siglo XX y con 2,5 kilómetros de núcleo. Un espacio rodeado por un muro y lleno de cruces, esculturas religiosas y pilas bautismales. Para su creación se tomaron como guías los cementerios tradicionales vascos, como los del País Vasco francés y el Pirineo Navarro.

Algo que lo hace único son sus estelas discoidales, obras de piedra que recogen los nombres de los caseríos de la zona (Okarantza, Arane Goikoa o Arroaga) y que, algunas, desvelan los oficios a los que se dedicaba la familia. Son unos elementos nacidos gracias a la tradición funeraria vasca. 

Es un espacio que se encuentra rodeado de un muro y dividido en cuatro partes en las que se ubican las parcelas de cinco caseríos. Además cuenta con una cruz céntrica que se trajo desde el barrio de San Martín y un altar dedicado a San Miguel. 

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