Con las elecciones catalanas programadas para el próximo 12 de mayo, el panorama político en España se encuentra en un estado de agitación y expectación crecientes. Este adelanto electoral, anunciado por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, surgió tras la incapacidad de obtener los apoyos necesarios para sacar adelante los presupuestos.
En ese contexto ya previo a los comicios, Aragonès ha lanzado este lunes una propuesta sobre la financiación autonómica. Propuesta que consiste en que Cataluña recaude el 100% de los impuestos y transfiera un cupo al Estado. Es, por así decirlo, una financiación que imita el modelo vasco del Concierto y el cupo.
¿Qué es el cupo vasco?
Así las cosas, el debate sobre la financiación autonómica vuelve a estar en primera plana, con Cataluña mirando hacia el modelo del País Vasco. El presidente catalán, Pere Aragonés, ha propuesto adoptar una metodología similar al cupo vasco para garantizar una mayor autonomía fiscal en su región. Pero, ¿en qué consiste realmente este sistema y qué implicaciones tendría su aplicación en Cataluña?
El cupo es un mecanismo de financiación especial que opera en el País Vasco y en Navarra, mediante el cual estas comunidades autónomas realizan un pago anual al Estado para financiar los servicios centralizados de los que también se benefician sus ciudadanos
El cupo es un mecanismo de financiación especial que opera en el País Vasco y en Navarra, mediante el cual estas comunidades autónomas realizan un pago anual al Estado para financiar los servicios centralizados de los que también se benefician sus ciudadanos. Este sistema se basa en el principio de que estas regiones recaudan sus propios impuestos y, por lo tanto, deben contribuir a financiar los servicios del Estado. En el caso del País Vasco, la cuantía total fijada en 2022 ascendió a 1.472 millones de euros, manteniendo un índice de imputación del 6,4% establecido hace décadas.
Dicho de una forma más técnica, el cupo es la cuantía que las administraciones vascas pagan al Estado por las competencias no transferidas y en concepto de solidaridad con el resto de autonomías. La cifra se negocia entre el Estado y las tres administraciones forales de Euskadi (una por provincia) en el marco de la Comisión Mixta del Concierto Económico (el Convenio Económico en el caso de Navarra). Pero se negocia a posteriori. Es decir que en los proyectos de los PGE sí aparece la cifra del cupo de cada año, pero como una estimación que se cierra negociando después, cuando el ejercicio ya ha terminado.
El padre del cupo
Pedro Luis Uriarte, vinculado al Banco Bilbao desde 1973 y más conocido como consejero delegado de BBVA hasta su prejubilación en 2001, es conocido y reconocido como el gran creador de este sistema de financiación en el caso de Euskadi. Uriarte, padre del actual presidente del Athletic, fue consejero de Economía y Hacienda en el primer Gobierno vasco. Y presidió la Comisión Negociadora del Concierto Económico entre la Administración General del Estado de España y la Comunidad Autónoma del País Vasco, que entró en vigor en 1981.
La propuesta de Aragonés recuerda al famoso Pacto Fiscal que en su día proponía Artur Mas y busca replicar en gran medida el modelo vasco en Cataluña, con la intención de otorgar a la región una mayor autonomía fiscal y control sobre sus recursos financieros. Según la consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, esta medida contribuiría a la equidad entre territorios y aliviaría el presunto déficit fiscal que el Gobierno central mantiene con Cataluña, cifrado en 22.000 millones de euros según cálculos propios.
¿Será posible?
A pesar de la resistencia inicial, el Gobierno no descarta la posibilidad de crear un sistema similar al Cupo Vasco para Cataluña. Sin embargo, cualquier cambio en el sistema de financiación autonómica requerirá negociaciones con todas las comunidades autónomas y el Ministerio de Hacienda. Esta discusión plantea preguntas sobre la equidad fiscal y la autonomía regional en el contexto de la diversidad política y económica de España.
Cualquier implementación de un sistema similar al cupo vasco en Cataluña requeriría un cuidadoso equilibrio para garantizar la estabilidad financiera y la equidad entre todas las regiones españolas
¿Pero qué beneficios conllevaría que Cataluña adoptara un sistema similar al cupo vasco? En primer lugar, proporcionaría a Cataluña un mayor control sobre sus recursos financieros, permitiéndole gestionar sus servicios y políticas de manera más autónoma. Además, podría ayudar a reducir las tensiones políticas entre Cataluña y el gobierno central al abordar las demandas de mayor autonomía fiscal.
Esto también podría promover un sentido de equidad entre las diferentes regiones de España al permitir que Cataluña contribuya directamente al financiamiento de los servicios centrales del Estado. Pero también existen fuertes argumentos en contra de la medida. La principal es que podría generar desigualdad entre comunidades del país.
En todo caso, cualquier implementación de un sistema similar al cupo vasco en Cataluña requeriría un cuidadoso equilibrio para garantizar la estabilidad financiera y la equidad entre todas las regiones españolas.
Azpiazu pide "respeto"
La marejada derivada de la propuesta de Aragonès es tan relevante que el propio Gobierno vasco ha querido dejar clara su postura. El consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha exigido un "escrupuloso respeto" al sistema de financiación de Euskadi a través de su histórico Concierto Económico.
Según recoge Efe, el consejero ha querido dejar claro que el Concierto Económico es un sistema de financiación "diferenciado, amparado por la Constitución española, y acordado bilateralmente con el Estado". "Es solidario, singular e implica un riesgo unilateral", ha destacado Azpiazu, que ha recordado que este sistema "data de 1878 e incluye mecanismos de solidaridad", como la aportación de Euskadi al Fondo de Compensación Interterritorial.