De la sorpresa de Pau Echaniz al fracaso de Jon Rahm: el papel de los vascos en los JJOO de París

Terminan los Juegos Olímpicos. Después de más de dos semanas con decenas de competiciones, París apaga sus luces y los 33 deportistas vascos regresan a sus hogares para hacer balance de su actuación. Lo cierto es que Euskadi ha conseguido recopilar más de 100.000 euros en medallas gracias al papel de sus atletas. De hecho, en estos Juegos Olímpicos se ha igualado el número de participantes que subieron al podio en la anterior edición de Tokio, con cuatro, y no sólo eso, sino que además París 2024 será recordada como la edición en la que más deportistas vascos han acudido a la cita olímpica desde Atlanta '96. Todo ello, cómo no, con sus sorpresas y sus pequeñas decepciones.

Por un lado, hay que mencionar el tercer puesto de un Pau Echaniz que sorprendió a propios y extraños en piragüismo. El guipuzcoano, que tiene a una maestra a su lado como es Maialen Chourraut, fue el primer atleta vasco en subirse al podio en estos Juegos Olímpicos tras exhibirse y rozar la perfección. Tan solo tuvo un pequeño error que le privó de obtener el oro. Junto a la medalla, un suculento premio de 30.000 euros que, como ya hemos explicado en Crónica Vasca, será realmente de 18.750 si tenemos en cuenta el 'mordisco' de Hacienda.

Caso parecido el de Gracia Alonso después de conseguir una meritoria segunda posición en el 3x3 de baloncesto. España perdió de uno en la final (17-16) y la bilbaína tuvo en sus manos el triunfo, pero esta medalla de plata sabe a oro directamente. Al ser un logro colectivo y no individual como en el caso de Echaniz, la vizcaína se lleva 29.000 euros.

El partido entre España y Alemania de fútbol femenino tuvo acento vasco, puesto que contaba con jugadoras vascas en uno y otro equipo

Otro caso curioso que dejan estos Juegos Olímpicos de París y que tuvieron acento vasco, se centró directamente en el partido entre la Selección Española de Fútbol Femenino y la de Alemania, dos potencias mundiales que lucharon por obtener la medalla de bronce. Euskadi, en este aspecto, salía ganando fuera el resultado que fuera, puesto que ambos combinados contaba con, mínimo, una jugadora vasca.

Por un lado, se encontraban Elene Lete, Irene Paredes y Oihane Hernández, y por otro lado, en el cuadro germano estaba la jugadora del Athletic Club, Bibiane Schulze Solano. La jugadora rojiblanca, con ascendencia vasca por parte de madre, llegó a estar en la lista de España en 2023, pero por una razón u otra, terminó recalando en el combinado alemán, país del que realmente procede y en el que ha jugado durante siete años antes de recalar en Bilbao. Por este bronce, por cierto, el precio es de 18.000 euros.

Pau Echaniz celebra la medalla de bronce conseguida en el K1 eslalon. EFE

Rahm se quedó en la orilla 

Beñat Turrientes también es otro nombre propio de estos juegos. Quizá su participación no ha sido la más destacada, pero ha contado en los planes del seleccionador y ha alcanzado la final, igualando el registro de Mikel Oyarzabal y Unai Simón en estos Juegos Olímpicos. El premio, más allá del metal, también se traduce en lo económico, y es que hay una diferencia muy grande entre obtener el oro y la plata en deportes colectivos. Si finalizas campeón, te llevas 50.000 euros, mientras que si eres segundo, 29.000. Casi el doble.

Rahm tuvo en sus manos el oro y los 94.000 euros, pero dos errores le dejaron fuera del podio

La otra cara de la moneda se la lleva, sin duda alguna, Jon Rahm. El de Barrika aterrizó en la capital francesa siendo uno de los máximos favoritos a llevarse la medalla de oro. De hecho, a falta de ocho hoyos, lideraba la clasificación. Pero, en la parte final, se le escapó la oportunidad de lograr ser campeón... Y de terminar en el podio. Un primer bogey que apenas era un tachón en lo que hasta entonces era una jornada impecable. Pero a ese fallo en el putt siguió un nuevo bogey en el hoyo 12. Dos movimientos que dieron la vuelta a su impecable papel y que puso todo patas arriba.

Finalmente, terminó en quinta posición, empatado con el cuarto, y volviendo a casa con un diploma olímpico que, para el vizcaíno, sabe a muy poco por cómo fue. Al finalizar fuera del 'Top3', el de Barrika no se llevó ningún premio económico, puesto que los diplomas son algo simbólico ajenos a primas financieras. 

Jon Rahm, observa un golpeo durante el último torneo del LIV Golf Reino Unido. EFE

Dos 'hispanos' vascos

A este balance sobre los deportistas en los JJOO de París hay que sumar algunas alegrías de este domingo en que concluye la competición. Así, la selección de balonmano, a cuyos jugadores se conoce como 'Los hispanos', ha conquistado la medalla de bronce. 

En la selección juegan dos vascos que se han llevado el tercer metal. Se trata de los guipuzcoanos Kauldi Odriozola e Imanol Garciandia.