El vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, Mikel Torres, se muestra optimista ante el futuro de Euskadi durante esta legislatura. La recuperación del empleo después del verano se une a unas buenas previsiones económicas para el próximo año que harán que el territorio continúe su senda alcista.
-Centrándonos en el empleo, ¿cómo valora los datos de agosto, mes especialmente complejo en materia de contrataciones?
-El mes de agosto siempre es malo aquí en Euskadi, donde el número de desempleados aumenta y el número de afiliaciones a la Seguridad Social disminuye. Ahora tenemos 11.000 cotizantes más a la Seguridad Social que el año pasado, con lo cual estamos en un saldo muy positivo. Aunque hemos bajado de esa barrera de un millón de personas que habíamos conseguido, pero confío en que la volveremos a recuperar en este trimestre con la reactivación de las contrataciones para volver a esa tasa de desempleo del 7,5%, que está muy cerca del pleno empleo.
-¿Cree que es posible alcanzar el nivel de desempleo técnico (pleno empleo) en Euskadi? Pero más allá del número de empleos generados, ¿qué medidas quiere establecer para mejorar la calidad del empleo existente?
-Así como en España establecen el desempleo técnico en un 8%, nosotros, que ya estamos por debajo de esa tasa, queremos reducirla al 5% prácticamente, pero sobre todo nos interesa que el empleo que se cree sea más estable. Es decir, vamos a fijarnos mucho en la calidad del empleo.
-¿Y cuál es, en su opinión, el segmento de población más vulnerable en estos momentos?
-El mercado laboral expulsa a los mayores de 55 años, que suponen más del 50% del desempleo que tenemos registrado. Muchas de esas personas vienen de situaciones de reconversión de sus empresas y con muchas dificultades para volver a insertarse en el mercado y estamos haciendo un gran esfuerzo desde el Departamento de Empleo y Lanbide para reactivarles a través de la recualificación con diversos programas de empleo.
-También señala la importancia de atraer y retener el talento en Euskadi, ¿cuál es su propuesta para cubrir esa demanda?
-Sí, pero creo que hay un doble discurso y tenemos que tener cuidado. Todo el esfuerzo inversor que hemos hecho en el aspecto educativo en Euskadi, donde tenemos una buena educación, tanto en formación universitaria como profesional, tenemos que intentar aprovecharla y retener ese talento, que esos chicos y chicas que salen bien formados tengan la posibilidad de desarrollar su carrera profesional aquí en Euskadi sin tener que irse a ningún otro lado. Y eso supone que las empresas deben ofrecer buenas condiciones laborales, no solamente en salario, sino también la posibilidad de desarrollar su carrera profesional, una jornada laboral atractiva, flexibilidad…
Y para esas empresas que necesitan unos perfiles muy concretos les diría que tenemos apuntadas en Lanbide a más de 100.000 personas y, por tanto, ahí hay trabajadores que se pueden formar y que son capaces de cubrir esa demanda del mercado laboral en determinadas profesiones en las que se dice que no hay especialistas. Tenemos mucha gente en desempleo que tenemos que ser capaces de incorporar al mercado laboral para cubrir esas necesidades.
-De su antecesora, Idoia Mendia, ha heredado políticas como la Ley Vasca de Empleo o la reducción de la jornada laboral, ¿piensa seguir la hoja de ruta marcada o la adaptará al momento y los actores actuales a la hora de desplegarlas?
-Sí, muchas veces hacer las leyes es más fácil que ponerlas luego en práctica y ahora nos toca desarrollar gran parte de las leyes que se hicieron en la legislatura anterior, lo que nos va a suponer varios años. Y, en ese sentido, estamos trabajando ya en la Estrategia Vasca de Empleo con la Red Vasca de Empleo para definir todas las competencias que debe tener cada uno de los agentes del mercado laboral. También está la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial, que es una reflexión que nosotros pondremos encima de la mesa, además de nuevos proyectos que nos tocará implementar como la Ley de Participación Funcional.
También estamos trabajando en que los permisos de trabajo de personas extranjeras que tienen su actividad laboral en Euskadi puedan ser transferidos aquí para poder hacerlo de forma más ágil, ya que teniendo en cuenta la falta de mano de obra es muy importante que sea lo más rápido posible.
-¿Ha recibido algún consejo por parte de Mendia?
-Sí, me ha dado una serie de consejos muy importantes sobre los que ella ha estado trabajando, por tanto las bases están bien establecidas. Sobre todo que escuche mucho y dialogue mucho con todos los agentes sociales, ya que es algo fundamental en el tema del empleo y el trabajo, ya que prácticamente es parte del ADN de la historia de Euskadi y es algo que hay que cuidar. Además, tenemos que trabajar mucho en la formación, asegurar que el relevo generacional se realice de forma estudiada y atraer el talento.
-¿Qué aportará la Ley Vasca de Empleo? ¿En qué se traducirá tener una normativa propia en Euskadi?
-Bueno, es la primera Ley Vasca de Empleo y eso pone de manifiesto la enorme dificultad que hemos tenido en Euskadi para ordenar todos los servicios de empleo. Es cierto que el empleo es una de las cosas que hacemos desde los ayuntamientos, las diputaciones y el Gobierno vasco, pero además hay multitud de agencias de desarrollo que hacen un trabajo magnífico. Lo que queremos es ordenar esa Red Vasca de Empleo y los servicios de empleo de modo que todos trabajemos en una misma hoja de ruta para lograr la inserción laboral de las personas en el mercado laboral.
-¿Qué papel pasará a jugar a partir de ahora Lanbide, un organismo que está transformándose precisamente para tomar parte activa en este nuevo modelo?
-La ley tiene varias ramificaciones, como el desarrollo de la estrategia vasca de empleo o la transformación de Lanbide, que ya ha comenzado este mismo año, pero el próximo va a ser mucho más evidente con su conversión en un ente público de derecho privado, lo que le va a permitir especializarse verdaderamente como un servicio público de empleo en Euskadi.
-¿Cómo cree que puede ser eficaz?
-Queremos que Lanbide sea percibido por las personas que están desempleadas como un verdadero agente para poder incorporarse en el mercado laboral. Para ello, las acciones de orientación y formación van a ser totalmente individualizadas. A partir de este mes de septiembre vamos a empezar a contactar con todas y cada una de las personas que están apuntadas en Lanbide, porque de entre los más de 100.000 inscritos, todos ellos no tienen un objetivo único ni una necesidad específica única. Así sabremos qué tenemos y podemos hacerles un itinerario personalizado. Además, vamos a trabajar en la atracción de empresas contactando directamente con ellas para hacer itinerarios profesionales en función de sus demandas.
-Hablando de la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas propuesta por el Ministerio de Trabajo liderado por Yolanda Díaz, en Euskadi, donde esa jornada está implantada en gran medida, se quiere ir un paso más allá realizando un análisis con Adegi para valorar si sería viable la implantación de la semana laboral de 32 horas. ¿Cree que sería posible?
-A ver, en Euskadi tenemos una jornada media que ronda las 36,5 horas, que se reducen a 35 en el sector público y que es difícil que supere las 38,5 horas en gran parte de los convenios. Entonces, en ese sentido, hemos avanzado mucho en los últimos años a través de la negociación colectiva, pero nosotros lo que queremos es hacer un proyecto de reflexión en Euskadi sobre el impacto que podría tener reducir la jornada laboral sin reducir el salario.
-¿De qué forma podría implementarse?
-No consistiría en reducir la jornada laboral a 4 días, sino hacerlo de forma flexible, tal y como lo quieran interpretar cada una de las empresas.
-¿Y ya hay empresas interesadas en participar en este experimento?
-Sí. Con Adegi, a través de la fundación Fabrika, estamos en una primera etapa de análisis de cómo podríamos trasladar ese modelo de cultura empresarial en varias empresas de Euskadi. Ya hay más de una veintena de empresas, de distintos tamaños y sectores, que han mostrado su interés en participar para ver cómo funciona.
Después nos gustaría elaborar un documento de reflexión con las conclusiones resultantes de esta experiencia y ofrecérselas al mundo empresarial vasco, para que de alguna forma vean los beneficios de esta medida.
-¿Cuáles serían?
-Puede ayudar a que los trabajadores tengan una mejor conciliación de su vida laboral, familiar y personal, que reduzca el absentismo laboral, que aumente la productividad, que disminuya el desempleo si se contrata a más gente y que incida en un mayor consumo privado al disponer de más tiempo libre, todo lo cual va a incidir en una mejora global de la economía.
-Hemos conocido recientemente los resultados de un experimento similar llevado a cabo en Valencia y también en otros países, como Inglaterra y Holanda, ¿cuándo podremos conocer los resultados de esta prueba realizada en Euskadi?
-Sí, bueno, el nuestro es un proyecto totalmente diferente porque está centrado en Euskadi y es un proyecto que requiere implicar al mundo empresarial y a diversos agentes sociales, por lo que necesita un periodo de maduración y un tiempo para conseguir los resultados más completos de todas las experiencias que se han realizado en Europa hasta la fecha.
En los próximos meses tendremos los resultados del estudio sobre codeterminación de las condiciones de trabajo y de la encuesta sobre la situación del teletrabajo en Euskadi y estará preparado el diseño para la implementación de este proyecto piloto para la implantación de la reducción de la jornada en estas empresas, con idea de ponerlo en práctica ya el año que viene.