Mikel Torres lleva el diálogo como bandera. Su talante calmado forma parte de su personalidad, clave para poder llegar a acuerdos incluso entre posiciones contrarias. "Aunque muchas veces vemos las soluciones desde diferentes prismas, sindicatos, empresarios y gobierno coincidimos en el diagnóstico de los problemas", asegura. En esta legislatura el vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo abordará asuntos tan delicados como la conflictividad laboral, la siniestralidad, el absentismo o la reducción de la jornada, temas que se encuentran sobre la mesa de diálogo, donde tiende la mano a todos los agentes sociales.
-Acaba de comenzar el curso político defendiendo el diálogo con los agentes sociales, mediante la Mesa de Diálogo Social y los grupos de trabajo que tiene en marcha, como la herramienta clave para abordar los diez retos que se ha marcado su departamento en esta legislatura. ¿Confía en que este nuevo ciclo pueda erigirse como un momento idóneo para el diálogo?
-Sí, bueno, desde la Consejería de Trabajo y Empleo, no solamente en esta legislatura, sino también en la anterior, con Idoia Mendia, tenemos la mano tendida al diálogo para que la mesa de diálogo social sea un lugar de encuentro para todos los agentes sociales.
En Euskadi el diálogo social ha dado muy buenos resultados. Es cierto que algunos sindicatos no acuden a esa mesa y respeto su opinión, pero nosotros haremos todos los intentos posibles para que acudan y también la posibilidad de tener encuentros bilaterales para plantear proyectos, programas y soluciones.
Como Gobierno vasco, para nosotros el diálogo social tiene que ser una apuesta fundamental para llegar a acuerdos y consensos en Euskadi. Por tanto, así se lo trasladé a las organizaciones sindicales, a quienes agradezco la disposición a plantear sus proyectos y reivindicaciones. Hemos identificado un decálogo de asuntos a tratar y aunque es verdad que muchas veces vemos las soluciones desde diferentes prismas, todos coincidimos en el diagnóstico de los problemas.
-Ha iniciado este mes de septiembre reuniéndose con los sindicatos CCOO, UGT, ELA y LAB y con la asociación empresarial de Confebask. ¿Son muy divergentes las peticiones de unos y otros o cree que puede ser factible un punto medio que contente a ambas partes?
-Sí, por supuesto. Siempre, en el punto intermedio, está el acuerdo. La solución nunca está en las posturas de máximos de unos u otros. Así se ha visto en nuestra trayectoria, donde hemos podido llegar a acuerdos muy importantes en la contratación social, en el modelo de relaciones laborales, en la Ley Vasca de Empleo… Y en ese acuerdo intermedio es donde puedes progresar. En ese sentido, veo a las entidades sindicales proclives a llegar a acuerdos. Igual no acuerdos muy amplios, sino acuerdos mucho más parciales, pero creo que va a ser una legislatura donde habrá que escuchar y dialogar mucho, pero donde van a ser posibles los acuerdos.
-El absentismo laboral es uno de los asuntos más polémicos, pero ya ha dejado clara su postura con respecto a la necesidad de discernir primero qué es y qué no es absentismo y después analizar las causas que lo provocan para intentar atajarlo.
-Bueno, el tema del absentismo laboral es algo que nos preocupa a todos y, tanto sindicatos como organizaciones empresariales lo han puesto siempre encima de la mesa. Hay que tener en cuenta que no estamos hablando de alguien que no quiera ir a trabajar sin ningún tipo de justificación, sino que su falta de asistencia al trabajo se debe a una baja médica por incapacidad temporal y, por tanto, es algo objetivo, porque no se puede desprestigiar la profesionalidad de los médicos a la hora de conceder las bajas.
Gran parte de esas bajas médicas están relacionadas con el envejecimiento de la población trabajadora o por problemas psicosociales, y, en ese sentido, las empresas tienen mucho que invertir en materia de prevención, pero también desde el Gobierno vasco debemos reducir los plazos del sistema sanitario pues muchas veces se alargan esos periodos de baja porque se demoran las pruebas médicas necesarias para que esas personas puedan incorporarse cuanto antes al mercado laboral.
-La conflictividad laboral es otro de los temas más candentes a causa de las repetidas huelgas que se han extendido como medida de presión para la renovación de los convenios colectivos. ¿Cree que se está desvirtuando esta herramienta de tanto usarla o que, por el contrario, está más que justificada?
-Es otra de las cosas de las que hemos hablado tanto con sindicatos como con organizaciones empresariales. Indudablemente, los altos índices de conflictividad laboral que hay en Euskadi chocan con la calidad del empleo que hay aquí, donde las condiciones laborales son buenas.
Desde el respeto a la huelga como un derecho constitucional que puede utilizarse en una situación de bloqueo para intentar conseguir mejores acuerdos, siempre tiene que ser el último recurso y así también lo establecen los sindicatos. Hay muchas situaciones que se podrían resolver sin acudir a huelgas muy extremas de larga duración.
En ese sentido hemos hecho una reflexión compartida de que tenemos que intentar ser más eficientes a la hora de llegar a acuerdos e intentar que esas afecciones que tienen las huelgas sean las mínimas posibles para la población.
-Muchas veces, además, afectan a servicios públicos…
-Sí, las huelgas que más incidencia tienen son las que están relacionadas con los servicios públicos y lo que nos corresponde hacer como administración pública es que cuando nosotros sacamos los pliegos para la contratación, estos cumplan bien las condiciones laborales, que tengan dinero suficiente para que las empresas puedan retribuir bien a los trabajadores y que luego las contratas que asuman esas contrataciones cumplan con sus trabajadores, que muchas veces no lo hacen. Y ahí nosotros nos comprometemos a una mayor inspección de las condiciones y a intermediar en cualquier conflicto siempre que ambas partes lo pidan y así lo hemos hecho en la anterior legislatura para desbloquear estas situaciones.
-Algo cada vez más preocupante es el aumento de la siniestralidad laboral. Según los datos de Osalan, los accidentes laborales ocurridos en Euskadi entre enero y junio han dejado un balance de 18 personas fallecidas y 116 heridas graves, lo que supone un incremento del 28,5 % y del 45 % respectivamente.
-Así es. El incremento de la siniestralidad laboral es algo que nos preocupa y desde el primer momento como Gobierno vasco lo hemos puesto encima de la mesa y estamos investigando a qué se deben estos accidentes. Es síntoma de que se necesita más y mejor inversión por parte de las empresas en temas de prevención a través de mejores medios y una mejor formación. Como Gobierno Vasco queremos que la inspección laboral haga un trabajo más intenso y, en ese sentido, desde la legislatura pasada tenemos un proyecto para aumentar el número de inspectores laborales, si bien no es algo cosa que dependa exclusivamente de nosotros, sino que depende de la inspección general del Estado. Aparte de en el sector industrial y de la construcción, vamos a incidir en el sector forestal para prevenir sucesos como los que se han producido este verano.
Noticias relacionadas
- Mikel Torres: "Hay 100.000 inscritos en Lanbide para las empresas que buscan perfiles muy concretos"
- El vicelehendakari destaca que el acuerdo de gobierno recoge "gran parte" del programa socialista
- Torres marca perfil a la izquierda en el Gobierno vasco: "El absentismo es un mantra de los empresarios"