Esta semana se conocía que tanto la Diputación de Álava como la de Bizkaia habían presentado, durante el plazo de alegaciones, sendos informes en contra de los tres parques fotovoltaicos proyectados por la energética madrileña Solaria. Una información que no solo ha supuesto un nuevo revés para la compañía sino que, tal y como indican los expertos, servirá de precedente para las próximas instalaciones renovables que se proyecten en territorio vasco.
Queda así un panorama incierto para una Euskadi y unas instituciones públicas que esta misma semana, coincidiendo precisamente con el conocimiento de esta noticia, han redoblado su apuesta por la transición energética vasca apoyada en una nueva inversión de 260 millones de euros. ¿Es o no posible una renovación renovable?
El Gobierno vasco tendrá la última palabra
Será precisamente el Gobierno vasco el que tenga la última palabra para dar luz verde, o no, a esta instalación. Sin embargo, el rechazo de ambas diputaciones -gobernadas por el PNV- al proyecto tal y como está estructurado supondría un adelanto a la decisión que en poco más de un mes tiene que hacer pública Lakua.
Desde Solaria insisten en su poder de adaptación a las exigencias legales del órgano sustantivo y en la voluntad de “diálogo y consenso con todas las partes”; un diálogo que, según Unai Pascual, portavoz de Zigoitia Bai, una de las plataformas más numerosas y movilizadas en contra de este proyecto, “lleva tiempo sin darse”.
A su juicio, los informes recién conocidos “demuestran que el proyecto es una chapuza” y supone una decisión que puede tener repercusión en el proceso más adelante, ya que una vez analizadas las alegaciones, si el proyecto siguiese adelante, sería la propia Diputación la que tendría que hacer un informe de impacto ambiental, y “su parecer sobre este tema ya ha quedado claro en los documentos entregados hace unos meses”.
Pascual insiste en que la transición energética debe hacerse, pero debe estar sustentada en dos pilares básicos: en la reducción de la propia energía y en que sea ordenada y racional. Asegura que son necesarias las políticas públicas activas enfocadas a reducir el uso de la energía en industria o movilidad; también que el próximo PTS deberá ser “muy robusto, justificado y exquisito desde el punto de vista técnico, y esto definirá en gran medida las zonas y el tipo de instalaciones que se desarrollarán en Euskadi”.
La inversión de Jauregi
El dicho “para muestra un botón” encaja perfectamente en este caso. Tres parques fotovoltaicos de gran magnitud proyectados en Euskadi que han cosechado el descontento de vecinos, ecologistas, propietarios de tierras y partidos políticos debido a su tamaño e impacto medioambiental.
Será el recién estrenado consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, que cuenta con amplia experiencia y trayectoria en el mundo energético el que a través de la senda marcada por su antecesora, Arantza Tapia, deberá llevar a cabo esta transición que apuesta claramente por el despliegue de las energías renovables.
“Dar un salto cualitativo para tomar ventaja de las oportunidades que generan las grandes transformaciones, en especial la energética y la digital” es por lo que ha apostado el consejero esta semana en sus declaraciones públicas, una de ellas en su visita a la planta de Mercedes que actualmente se encuentra en proceso de ampliación para acoger la producción de nuevos vehículos eléctricos.
Así, han sido varias las ocasiones en las que Jauregi ha hablado del “reto” que tiene Euskadi, haciendo especial hincapié en la importancia del autoabastecimiento energético para Euskadi, que presenta un porcentaje del 8,7%, muy por debajo del 41,8% de media europea y del 28,2% de media estatal.
Y es que solo el 7,3% de la energía que consume el País Vasco procede de fuentes renovables, frente al 63,6% de España y el 53,9% de Europa. "Nuestra producción renovable está a la cola de Europa. La única manera de cumplir con la Ley de Cambio Climático que señala que el 32 % del consumo sea renovable en 2032 sería importando masivamente energía renovable foránea. Esto invita a una reflexión como país", señalaba este jueves.
Día en el que también anunció un nuevo programa dotado con 260 millones de euros de fondos propios dedicado a la descarbonización industrial, la eficiencia energética y el autoconsumo, que contará con 100 millones de para impulsar la eficiencia energética industrial y la reducción de emisiones, y otros 160 millones de euros para promover el autoconsumo industrial y doméstico.
Monto de inversión que demuestra la apuesta clara del departamento de Jauregi por el desarrollo de renovables que puedan permitir a Euskadi situarse a niveles de España o incluso Europa. Lo que todavía no ha desarrollado el consejero son las líneas específicas que va a seguir para hacerlo realidad.
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