La Diputación de Álava y el propio diputado foral, Ramiro González, ya se habían pronunciado en numerosas ocasiones sobre el macroproyecto de Solaria, "algunos proyectos no prosperarán". Posicionamiento en contra de los tres primeros parques proyectados -a los que más adelante se sumarían 27 más- que este miércoles ha quedado claro después de que se haya conocido que la institución presentó informes en contra de esta instalación durante el periodo de alegaciones. 

No han sido los únicos que han rechazado esta instalación, que contaría con 103.432 placas solares que superarían las 374 hectáreas ocupadas -más de 100 hectáreas cada parque fotovoltaico-  distribuidas en los municipios alaveses de Vitoria, Ribera Baja, Zigoitia, e Iruña de Oca; y es que en los últimos meses partidos políticos, representantes municipales y numerosos agentes sociales han mostrado su oposición a estos parques. 

En concreto, la Diputación foral -a través de los departamentos de Agricultura, Medio Ambiente y Cultura y del Servicio de Carreteras- asegura que el proyecto tendría afecciones "no admisibles" en la actividad agraria de las zonas afectadas y que su construcción supondría "una transformación del medio en el territorio histórico sin precedentes en tan corto intervalo", según recoge EFE. 

Además, según desprenden los informes elaborados, la Diputación entiende que el estudio de impacto ambiental elaborado por Solaria es "de baja calidad" y que tiene carencias y errores muy relevantes. Y es que, la compañía energética "ha hecho una evaluación del impacto ambiental del proyecto en su conjunto, es decir, no solo sobre estos tres parques solares sino sobre el resto de plantas que completarían el proyecto" y que verterían la energía generada a la línea de alta tensión para llevarla hasta Zierbena.

Precisamente este ha sido uno de los puntos más controvertidos en la presentación del macroproyecto, ya que ninguno de los agentes que lo rechazaba entendían por qué la energía generada en el territorio tiene que transportarse a la subestación portuaria, todo esto a través de una línea de alta tensión de más de 100 km que supondría una inversión de 45 millones de euros y que atravesaría Álava de norte a sur por las localidades de Ribera Alta, Ribera Baja, Iruña de Oca, Vitoria, Zuia, Urkabustaiz, Amurrio, Ayala y Ocondo, para finalmente entrar en Bizkaia por Gordejuela hasta llegar a Zierbena. Lugar escogido para descargar la energía producida por el sol al no haber subestaciones disponibles en la capital alavesa.

Será decisión del Gobierno vasco -que ahora mismo se encuentra en proceso de estudio de todas las alegaciones presentadas, incluida esta- el dar luz verde o no a esta instalación. Pero la postura de la Diputación de Álava no deja de ser significativa puesto que el grueso de este controvertido proyecto se llevaría a cabo en sus tierras.

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