Publicada

A menos de 10 kilómetros de Oyón descansa la Villa de Labraza, un enclave medieval que colinda con Navarra, situado a 677 metros de altitud y con menos de un centenar de habitantes censados.

La entrada de este concejo de Rioja Alavesa esboza cuál es el sentir de su población, que desde 2019 cuenta con que en sus alrededores se construya el primer parque eólico de Euskadi tras décadas de parón en el desarrollo renovable: el parque eólico de Labraza, cuyas obras empezarán, según ha asegurado Lakua, próximamente.

Este recibía luz verde del Ministerio de Transición Ecológica a finales de 2020, junto con el visto bueno de otros dos proyectos más, Iturrieta y Arkamo, que acabaron siendo descartados por sus informes medioambientales en contra. Labraza fue el único que continuó adelante y, desde aquel momento, el rechazo de muchos de sus vecinos ha sido constante

Imagen de satélite de la proximidad entre Labraza y el parque de Las Llanas, en Navarra CV

"Así no"

"Horrela ez!/¡Así no!!", se puede leer en el cartel informativo situado a las faldas de la colina en el que se debería de leer el nombre de la villa y que da paso a una pequeña subida que conduce hacia el centro de la misma.

Mismo mensaje que el que se puede leer en ventanas y puertas del municipio, donde los vecinos han colgado pancartas en rechazo al proyecto, o la forma en la que este se va a ejecutar, muy próximo al pueblo.

"Así no", explican desde la plataforma Arabako Mendiak Aske, "porque con la excusa de que es un pueblo medieval no nos han dejado ni poner placas solares, sin embargo, se quieren instalar muy próximos a Labraza ocho aerogeneradores de más de 200 metros de longitud". 

Esta crítica ha ido más allá en numerosas ocasiones, llegando incluso a formar una cadena humana -entre los vecinos del pueblo- de la longitud de los molinos para escenificar cual será la dimensión real: en este caso mayor que el propio pueblo de extremo a extremo.

Y es que las renovables no son nuevas para los vecinos de la villa, ya acostumbrados, señalan, a vivir viendo molinos en el horizonte desde hace unos años. Y es que, a pocos kilómetros, pero ya en Navarra, se ubica el Parque eólico Las Llanas de Codés

Una instalación que cuenta con decenas de aerogeneradores que se pueden ver desde el punto alto de Labraza, a apenas 10 kilómetros del concejo vasco, en plena sierra de Marañón. Sus vecinos, los apuntan con el dedo y dibujan el recorrido que la energía sigue hasta la subestación de Las Llanas de Codés, que también será utilizada para descargar la energía producida en territorio vasco y que será ampliada para poder albergar mayor capacidad eléctrica. 

Imagen de los aerogeneradores del parque navarro de Las Llanas desde Labraza CV

El parque eólico de Labraza supone una inversión de 49 millones de euros y está previsto que produzca anualmente 99.679 MWh que abastecerán mediante energía renovable a 29.951 hogares, lo que evitará la emisión a la atmósfera de 16.300 tCO2. Además, se prevé la creación de hasta 90 empleos durante la fase de construcción.

Fase que por el momento no ha arrancado, pese al anuncio de la Diputación alavesa de que lo haría próximamente. Para su ejecución y transporte de las piezas grandes de los aerogeneradores entrarán por parte de los caminos ya ejecutados para el desarrollo del parque eólico navarro, en concreto por el municipio de Lapoblación y alrededores.

Y el transporte de energía se llevará a cabo a través de postes energéticos, algunos también ya instalados para el parque navarro y que se pueden visualizar fácilmente desde Labraza, por sus casi 30 metros de altura. 

Tanto los vecinos como la plataforma Mendiak Aske esperan que el proyecto se paralice para poder salvar este enclave medieval que en 2008 recibió el Premio Mundial de Ciudades Amuralladas al ser considerada una de las mejores conservadas del mundo.

Noticias relacionadas