Manifestación contra la instalación de parques eólicos

Manifestación contra la instalación de parques eólicos Europa Press

Economía

Euskadi regula el foro de participación para reducir el rechazo social a los parques renovables

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El desarrollo de energía renovable y su rechazo han marcado la actualidad política de los últimos meses. El boom de proyectos en el territorio ha generado una fuerte oposición entre vecinos, asociaciones e incluso grupos políticos que se oponen a la instalación de energía verde en sus tierras. 

Un rechazo que si bien se ha acrecentado recientemente debido a la multitud de proyectos, lleva presente años, y al que la antigua consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, tuvo que hacer frente. 

Y es precisamente en este punto, en el que se centra una de las líneas de trabajo de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático -aprobada justo antes del fin de su legislatura, con un 82% de respaldo del Parlamento vasco-.

Una ley de especial importancia durante dicho periodo, que marcaba que para 2030 las emisiones se hayan reducido al 45% y que el consumo final de energías renovables se sitúe en el 32%; así como alcanzar un ahorro de energía de un 12% para ese mismo año y de un 37% para 2050. 

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, abraza al parlamentario de EH BIldu, Mikel Otero, tras la aprobación de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático / Legebiltzarra

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, abraza al parlamentario de EH BIldu, Mikel Otero, tras la aprobación de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático / Legebiltzarra

Participación ciudadana

Todo un reto que se iba a abordar a través de diferentes iniciativas, una de ellas la denominada Asamblea Ciudadana de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi. 

Un foro ciudadano que inicia sus trámites esta semana con su tramitación a consulta pública para recabar la opinión de los sujetos y de las organizaciones más representativas potencialmente afectados por la futura norma, tras la cual se procederá a su regulación y conformación. 

Esta asamblea permitirá a la ciudadanía, tal y como ha detallado el departamento, informarse, deliberar y alcanzar consensos sobre “cuáles deben ser las soluciones a las grandes transformaciones que es necesario acometer para alcanzar la neutralidad climática lo antes posible y para hacer a Euskadi más resiliente a los impactos del cambio climático, con una perspectiva justa y solidaria”.

Un foro ciudadano que además cuidará especialmente la participación de los jóvenes y el criterio de género entre los participantes y también en la misma actividad.

La ley coge vuelo

Así, este era uno de los requisitos de esta ley aprobada el pasado 8 de febrero con los votos a favor de los socios del Ejecutivo vasco (PNV y PSE-EE) y de EH Bildu -60 de los 75 parlamentarios-. 

Y es que este último partido ya ha expresado en numerosas ocasiones la importancia de contar con el apoyo social de los vecinos en el desarrollo renovable. 

“La deliberación ciudadana es uno de los instrumentos fundamentales de la gobernanza cooperativa. Las asambleas ciudadanas del clima son experiencias consagradas en no pocos países europeos que abren la posibilidad de ampliar el espacio de gestión democrática de las políticas climáticas más allá de las instituciones formales”, se puede leer en su estrategia energética.