Imanol Pradales, acompañado de la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza EFE
Gipuzkoa lidera el acelerón de las haciendas vascas tras el bache de los mutualistas
Euskadi firma en junio el mejor registro recaudatorio desde el subidón de ingresos por la recuperación de la actividad tras el covid
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Paso firme de nuevo para los ingresos fiscales de las haciendas vascas, que dejan atrás ya el agujero causado por las devoluciones millonarias a mutualistas.
El grueso del palo para las arcas forales por las sentencias que obligan a la compensación a quienes cotizaron a mutuas antes de 1979 llegó el año pasado. Fue un ejercicio delicado a nivel fiscal con muchos meses con la recaudación en números rojos para llegar a diciembre, finalmente, en positivo por solo medio punto.
Es un margen sumamente estrecho que echó por tierra las previsiones oficiales sobre la evolución de los 'dineros' en Euskadi y que ha obligado al Gobierno de Imanol Pradales a ampliar los cauces de endeudamiento para hacer frente a los crecientes gastos del Ejecutivo este 2025.
El lehendakari, Imanol Pradales, junto al consejero de Hacienda, Noël d´Anjou EFE
Casi el 10% más
Este año vuelven las 'vacas gordas'. Liberadas del lastre económico asociado a las devoluciones a mutualistas, las tres haciendas se manejan de nuevo en incrementos sólidos, muy cercanos a los dos dígitos, que anticipan un nuevo récord recaudatorio a fin de año.
De hecho la primera mitad del curso Gipuzkoa, que lidera la recuperación de tono de las tres diputaciones, prácticamente alcanza un incremento de los ingresos del 10%. Se queda el fisco guipuzcoano tres décimas por debajo de ese listón, en el 9,7% un punto más que Bizkaia, con un acumulado de 4.500 millones, y casi dos puntos más que la hacienda alavesa (+7,8%).
La diputada general de Gipuzkoa visita las instalaciones de ULMA.
La media de incremento de la recaudación en Euskadi es por tanto del 8,8% para superar los 7.700 millones acumulados en seis meses. Queda por delante una segunda mitad de curso que suele ser más fructífera para las arcas públicas por concentrar el pago de algunos tributos concretos, de forma que la proyección para el cierre de 2025, si continúa el buen ritmo se va a la horquilla entre 19.000 y 20.000 millones.
Sobre todo vuelven a tirar de la recaudación los salarios, el principal sostén del momento dulce que viven las haciendas desde la pandemia gracias al crecimiento en el número de trabajadores y a la actualización de nóminas empujadas por la inflación.
De hecho, el incremento de la recaudación supera con creces el de los primeros semestres de 2024 y 2023 y es prácticamente similar al del primer semestre de 2022, todavía con un fuerte viento de cola gracias a la recuperación de la actividad económica tras el covid, un despegue que disparó el avance de los ingresos fiscales en la primera mitad de 2021 al 15%.