Tras anunciarse este martes el frenazo del Gobierno vasco a la ILP presentada por los sindicatos el pasado mes de agosto, este miércoles se ha tumbado la segunda y última vía que la parte social tenía para hacer posible esta reivindicación: la negociación directa con la patronal.
El acto de conciliación del conflicto colectivo planteado por ELA y LAB -a los que se han sumado UGT y CCOO-, celebrado en el CRL, con el objetivo de que Confebask se siente a negociar un Salario Mínimo Interprofesional propio, ha concluido, por tercera vez, sin acuerdo. Un desenlace previsible, ya que ambas partes llegaban con las posturas más alejadas que nunca; y es que mientras la parte sindical defiende la consecución de un SMI sí o sí, la patronal insiste en abordar antes otros asuntos como el absentismo laboral.
De hecho ya había advertido, y así lo han confirmado los sindicatos al final del encuentro, en caso de no llegar a acuerdo se va a intensificar "el camino de la movilización", así como a presentar una demanda ante el TSJPV por la negativa de la patronal a negociar.
"Obligar a mover posiciones es imprescindible y para ello utilizaremos todas las herramientas a nuestro alcance. Tenemos que seguir interpelando y presionando a Confebask y es hora de que el Gobierno asuma su responsabilidad en ello", han señalado ELA y LAB a su salida.
"El Gobierno vasco y la patronal, ambas, optan por bloquear la vía del salario mínimo propio. Confebask ha vuelto a rechazar hoy la mejora de las condiciones laborales y de vida de miles de trabajadores y trabajadoras y el paso que necesita este país. Urge moverse ante esta situación de bloqueo. La mayoría social y política se ha mostrado públicamente a favor de un salario mínimo propio, y esto no puede quedarse en meras palabras", han asentado después de hacer un llamamiento a los partidos vascos para que apoyen la ILP presentada -que será próximamente tumabada, tal y como aseguró el vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, con los votos del Gobierno de coalición-.
El vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres
"No es una negativa al diálogo"
Por su parte, la patronal vasca ha insistido nuevamente en que esta materia es "de competencia exclusiva del Estado" y ejecutarla supone poner en riesgo "la competitividad y la sostenibilidad de las compañías, si no se vincula simultáneamente con otras cuestiones que preocupan muy especialmente a la empresa vasca, como la reducción del absentismo laboral, la presión sobre los costes laborales y la necesidad de reforzar la competitividad empresarial y regional".
En este sentido, la patronal vasca ha hecho un llamamiento a que los sindicatos de corte nacionalista participen en la mesa de diálogo social, herramienta en la que ninguno de los dos está presente, para poder abordar todas estas cuestiones: "La negativa a la negociación, en los términos que plantea la parte sindical, no es una negativa al diálogo. En el contexto descrito, compartir los retos que nos esperan a la vuelta de la esquina con quienes estén comprometidos con la sostenibilidad de las empresas en un diálogo tripartito es una necesidad. Pero siempre bajo la premisa de una agenda plural y soluciones plurales, algo a lo que los convocantes se niegan sistemáticamente".
Freno a la ILP
Esta negociación fallida llega solo un día después de que el vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, anunciase la negativa del Gobierno vasco a sacar adelante esta propuesta, señalando que próximamente el Gobierno de coalición -PNV y PSE- la tumbarán en el Parlamento vasco.
Una ILP que los sindicatos vascos -ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru y Etxalde- presentaron el pasado 21 de agosto en el Parlamento vasco, con el apoyo de 138.000 firmas -de las cuales el Gobierno vasco da por válidas 10.000- y el conseguir una reforma del Estatuto de los Trabajadores para que las comunidades autónomas fuesen capaces de regular un SMI propio, algo que actualmente es competencia estatal.
