Siemens Gamesa evidencia la falta de competitividad para atraer empresas a Euskadi
La pérdida de influencia vasca en la eólica se suma a un historial por el que antes han pasado compañías como Euskaltel, BM o Solarpack
23 febrero, 2022 05:00A un día de una Junta de Accionistas clave para el futuro de Siemens Gamesa, los augurios sobre el futuro de la compañía tienen cada vez peor pinta. A las palabras de Christian Bruch, CEO de Siemens Energy, adelantadas por 'Crónica Vasca' sobre el lastre que está suponiendo la eólica terrestre para el grupo alemán, se suman los traslados de Jochen Eickholt a Madrid y el cambio de domicilio fiscal que la filial española de Siemens Energy va a realizar, pasando de Álava a Madrid. El runrún de una posible OPA de exclusión en Gamesa sigue 'in crescendo' y dejando en evidencia las dificultades que está encontrando Euskadi para mantener su competitividad.
Y es que el capítulo que ahora afronta Siemens Gamesa es el último de una historia que antes ya han escrito compañías como Euskaltel —integrada en una MásMóvil que controlan Cinven,KKR y Providence Equity Partners—, ITP —cuya propiedad pasará a manos del fondo de inversión americano Bain Capital en un 70%—, BM —controlada por el fondo francés PAI Partners— o Solarpack —que tiene detrás al fondo de inversiones danés EQT—. Euskadi sufre para evitar una capitalización extranjera de sus empresas que pone en riesgo la permanencia de las compañías en suelo vasco y los empresarios, el Gobierno autonómico y la oposición ya han expresado en más de una ocasión su preocupación por este asunto.
La situación concreta de Gamesa fue objeto de un acalorado debate entre la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y el diputado vasco de EH Bildu Iker Casanova. El parlamentario abertzale insistió en que "la desaparición cotiza al alza" y enumeró algunos de los casos ya referidos como una evidencia de la pérdida de atractivo que está experimentando la comunidad autónoma para retener a las compañías "en cuanto una empresa extranjera saca la chequera". "Se han quedado hasta con el Castillo de Butrón", apostillaba con cierta sorna Casanova, al que después respondía Tapia recordándole que la sede fiscal de Gamesa sigue en Zamudio.
La energética vasca se encuentra sumida ahora en un agujero provocado por la eólica terrestre que va camino de convertirse en zanja. La escasa rentabilidad de este negocio no tiene visos de resolverse pronto y como ejemplo de ello están empresas como Nordex. La eólica, participada por Acciona, acaba de verse obligada a cerrar su planta de La Vall d'Uixò. Lo cierto es que el negocio de los molinos de tierra supone el 71% de las pérdidas de Siemens Gamesa... y es en esta rama donde Euskadi concentra buena parte de las plantas que tiene aquí la compañía.
Fiscalidad e inversión pública
En un contexto donde el capital extranjero accede con relativa facilidad al empresariado vascos, llegando a un nivel tan capilar como el de la empresa familiar, las patronales han sido claras a la hora de señalar los problemas. Confebask ha sido la que más se ha mojado a este respecto, con un señalamiento directo a la fiscalidad y la falta de competitividad de Euskadi en comparación con comunidades como Madrid, algo que avalan datos como el hecho de que en 2021 Euskadi perdiese 1.276 millones de euros en el balance de cambios de sede fiscal de empresas. En la mudanza de domicilios tributarios, Madrid fue la comunidad que más millones y empresas le arrebató al País Vasco.
La patronal autonómica sumó a sus preocupaciones el alto absentismo y unos costes laborales que son los más altos de España. Mientras, el Gobierno vasco todavía no ha hecho ninguna inversión con Finkatuz, un fondo que lleva ideado desde 2017 y al que no se le había dotado de presupuesto hasta finales del 2021, lo que ha sido duramente criticado por una oposición que ha llegado a hablar de "parto largo" para que Lakua diese a luz este fondo.