El aumento de los precios de la luz dispara el interés por las cooperativas de autoconsumo

Cada vez es mayor la demanda por las comunidades energéticas locales. Animados por el fin de reducir la dependencia del mercado mayorista ante la inflación de la luz y del gas en los últimos meses, muchos ciudadanos, concejos, mancomunidades, pymes o entes locales optan por el autoconsumo o la producción de energías renovables. Así, el mercado de la energía verde vive un ‘boom’ de cooperativas en Euskadi con mayor impulso en Álava. “Ahora mismo en Álava hay 51 comunidades en desarrollo”, advierte Rafa Larreina, responsable de comunidades energéticas de la cooperativa de consumidores EMASP.

Las cooperativas energéticas de autoconsumo surgen hace dos años a raíz de una directiva de la Unión Europea que anima a las personas a producir y consumir energía renovable, limpia y de kilómetro cero. El verano pasado comenzó a experimentar un aumento de la demanda y, según advierte Larrea, en diciembre registró un pico después de que la factura de la luz comenzase a ser “llamativa”. “Son pequeñas instalaciones que no abarcan terrenos de cultivo, por lo que a partir de cosas pequeñas se pueden hacer cosas grandes”, apunta. Si bien Álava va en cabeza, en Gipuzkoa y Bizkaia hay menos ya que “son ámbitos más urbanos”. El primer proyecto de autoconsumo lanzado en Euskadi nació en Lasierra (Álava), donde llevan un año y cuatro meses autoconsumiendo su propia energía. 

En Vitoria-Gasteiz hay seis proyectos en fase de desarrollo, uno de ellos conformado por una comunidad de vecinos, un centro sociocultural de mayores y un centro educativo. Según explica el responsable de comunidades energéticas de la cooperativa de consumidores EMASP, esta cooperativa “será la primera instalación en ámbito urbano” en la ciudad. 

Instalación fotovoltaica / Solarpack

Plantas fotovoltaicas gestionadas por cooperativas vecinales

En Ekiola Kooperatibak, iniciativa que nace para impulsar y hacer efectiva la Estrategia Europea de cambio energético y la Transición Energética Vasca, también viven un momento de auge de proyectos. Construyen plantas fotovoltaicas sobre suelo que generan energía de manera sostenible y se conectan a la red de distribución. En esta línea, Azpeitia (Gipuzkoa) será pionera en construir una instalación de estas características para una cooperativa de vecinos ya conformada que trabajará por su ejecución. “A mediados de marzo se abrió el plazo de captación de socios con mucho interés por parte de los azpeitiarras”, apunta Amagoia Barandiaran, directora de este esta sociedad formada por el Ente Vasco de la Energía y la ingeniería promotora Krean. 

El parque solar fotovoltaico se instalará en un terreno de una hectárea, en las inmediaciones del municipio guipuzcoano, y abastecerá energéticamente a cerca de 500 familias comprometidas con “generar toda la energía que consumen de manera renovable y sin ánimo de lucro”. En Ekiola Kooperatibak tienen otros 12 proyectos activos −6 en Alava, 5 en Gipuzkoa y 1 en Bizkaia−. Y otros 5 −distribuidos en Bizkaia y Gipuzkoa− están en fase de desarrollo. Barandiaran explica que no se trata de un modelo de autoconsumo, como sí lo es el de EMASP.  

Impacto medioambiental

El responsable de comunidades energéticas de la cooperativa de consumidores EMASP anuncia que antes de este verano en Álava habrá 23 comunidades que se pondrán en marcha y supondrán un ahorro de 900 toneladas de CO2”, es decir, lo que “un bosque de ocho mil hayas tardaría en absorber 80 años”. 

La inversión para sumergirse en este modelo de autoconsumo “es de entre 1.200 y 1.500 euros por contador”. Por otro lado, este canon energético supone “entre el 30 y el 40% de ahorro para las familias”, explica Larrea, aunque advierte que la cifra “depende de los hábitos de consumo y del consumo en horas de sol”.

Por su parte, Barandiaran señala que el ahorro en los integrantes de una cooperativa de consumo basada en un parque solar fotovoltaico “depende de tu consumo, qué contrato tienes o si tienes una potencia ajustada”, entre otros factores, pero puede llegar a suponer un ahorro de “hasta un 65%”. En esta línea, expone que “si consumes al año 6.700 kilovatios/hora, generas esa energía y la consumes de manera renovable y con kilómetro cero”, y además el precio del megavatio/hora es “fijo”, por lo que no se ve afectado por factores externos como la inflación o escasez de materias energéticas. La energía solar “es una energía renovable y ayuda a todos los retos ecológicos y medioambientales impuestos para salvar el futuro de la humanidad y la tierra”, concluye.