Arcelor Mittal Sestao hace fijos a eventuales con la meta de recuperar los 370 trabajadores
La acería vizcaina encara una etapa de crecimiento para alcanzar el pleno rendimiento en 2023
25 abril, 2022 05:00En casos como el de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), del grupo Arcelor Mittal, la ausencia de noticias es la mejor de las noticias. La acería ha sorteado las últimas amenazas derivadas del precio de la luz y, tras una arrancada en falso a comienzos de marzo, parece que ahora sí llega el despegue definitivo. Y de forma paralela a la recuperación de la actividad, que se incrementará a lo largo del año, hay pasos adelante en el terreno del empleo. 30 eventuales han pasado ahora a la plantilla indefinida de Arcelor Mittal y la intención es que otro grupo similar que se mantiene como eventual pueda hacer lo propio los próximos meses.
Pero el salto en términos de volumen de plantilla llegará cuando se incorpore otro centenar más de trabajadores para configurar los 5 turnos de trabajo que permitirán elevar la producción de 45.000 a 80.000 toneladas mensuales, algo para lo que aun no hay fecha pero que es un paso necesario para poder situar la acería a pleno rendimiento (1,6 millones de toneladas anuales) en 2023. Será en ese momento, con 5 equipos de trabajo, cuando se reincorporen esos en torno a cien eventuales que dejaron de trabajar las pasadas navidades y que elevarían el volumen de plantilla total a 370 personas.
"Creemos que ese es el volumen mínimo de personal directo que necesita la acería", señalan fuentes del comité de empresa, que entienden que volver al listón previo a la primera parada larga producida por los costes eléctricos es un objetivo plenamente realizable. Eso a nivel de plantilla total, mientras que por otro lado hay interés también en consolidar a los trabajadores eventuales. El proceso de rejuvenecimiento de plantilla ha permitido en el arranque de marzo incorporar a la plantilla de Arcelor a unos 60 temporales que antes entraban por ETT, la mitad con contrato indefinido y el resto todavía en forma temporal, aunque la idea es que estos también pasen pronto a ser parte de la plantilla permanente.
La multinacional mantiene sus planes de incremento de producción este año para alcanzar en 2023 el máximo que permite la acería de Sestao de 1,6 millones de toneladas (con cinco turnos y una sola línea la capacidad sería la mitad, unas 800.000 toneladas). Para ello será necesario poner en funcionamiento la segunda línea de colada, que ha sido reformada en la parada de este pasado invierno pero que aun no está en funcionamiento. El paso previo para duplicar la producción será alcanzar los cinco turnos en una sola línea productiva, para lo que serían necesario ese volumen de 370 trabajadores. La segunda línea, en todo caso, no demandaría más mano de obra aunque su entrada en funcionamiento sería un hito importante para la planta de Sestao. Heredera de Altos Hornos, la ACB vive una nueva etapa ilusionante tras la inversión de 50 millones por parte de Arcelor Mittal para convertirla en la primera acería con cero emisiones de carbono. Esa apuesta por convertir la fábrica en un referente en el grupo a nivel de sostenibilidad se antoja un seguro de viabilidad después de unos años en los que la histórica acería ha pasado numerosos momentos de zozobra.
Normalidad en Etxebarri
Por otro lado, la fábrica de Arcelor Mittal en Etxebarri ha dejado atrás los problemas de suministro derivados de la huelga de transportistas y se encuentra ya funcionando con normalidad. A finales de marzo, fuentes de la multinacional señalaban que no estaba llegando bobina de Asturias a causa de la huelga de camioneros , por lo que estaba en peligro poder continuar con la producción de productos planos. En ese sentido la empresa señala que ya se ha superado ese bache al llegar a tiempo la resolución del conflicto del transporte. Por otro lado, sí se siguen produciendo paradas productivas selectivas en la fábrica guipuzcoana de Olaberria debido a los altos costes energéticos. La multinacional señala que por ahora no se vislumbra un escenario a corto plazo en el que la factura de la luz vaya a permitir recuperar la actividad continua en la factoría guipuzcoana.