Un operario en un laboratorio de generación de baterías
La industria vasca se vuelca con las baterías: riesgo de burbuja en un negocio dominado por China
A pesar de la lenta electrificación del transporte, siguen surgiendo en Euskadi múltiples proyectos de investigación y startups ligados al almacenamiento de energía
Las baterías consolidan a China como uno de los grandes vendedores a la industria vasca
"El almacenamiento es nuestra prioridad", proclamó el consejero Mikel Jauregi en el Parlamento Vasco al anunciar antes del verano un acuerdo con la china Hithium para desarrollar grandes baterías para guardar energía limpia.
Es la punta de lanza de una estrategia industrial con semilla en la anterior consejera del ramo con Iñigo Urkullu, Arantxa Tapia, impulsora de Basquevolt.
La empresa de Miñano, con accionistas como Iberdrola o CIE Automotive, ha sido pionera en desarrollar una batería en estado sólido con una 'receta' inédita, en principio capaz de competir con los proyectos más avanzados del mundo, principalmente chinos, en cuanto a capacidad, autonomía y seguridad.
Pese a las elevadas expectativas, Basquevolt continúa a la búsqueda de un gran fabricante de vehículos que asegure ventas y permita dar inicio a la factoría piloto mientras se exploran otros usos más viables que la automoción para sus baterías, como precisamente el pujante negocio del almacenamiento.
El consejero Mikel Jauregi con el director de Basquevolt, Pablo Fernández-Santos
Sistemas BESS
Aquí está el foco del sector ahora mismo: si va a haber más plantas de generación renovable hacen falta almacenes de electricidad verde para aprovechar esa energía.
En realidad Iberdrola ya tiene operativos en Euskadi los primeros almacenes junto a los parques eólicos que gestiona ya en Euskadi, uno en Bizkaia y otro en Álava. Los ha desarrollado Ingeteam, una de las empresas vascas pioneras en este tipo de proyectos, que instala además a nivel internacional.
Parque eólico de Oiz, en Bizkaia.
En el caso de Euskadi se han solicitado permisos para colocar más de estos almacenes BESS (Battery Energy Storage System) enfocados a los nuevos complejos eólicos.
El problema es que la amplia mayoría de los parques en tramitación desde el Gobierno vasco se van cayendo por el camino hasta el punto de que está en cuestión si realmente Euskadi va a asistir a una nueva fase de despliegue de molinos a gran escala.
Un trabajador manipula baterías
Fábricas y startups
Aun así, la carrera por desarrollar mejores baterías continúa. En los últimos meses grupos como Cegasa o Fagor han dado a conocer nuevos proyectos para mejorar tecnología en este campo, con centros tecnológicos muy activos como CIC EnergiGUNE, del que brotó Basquevolt, o Ikerlan.
Si la automoción duda con la electrificación, ¿hacia dónde se enfocan esas nuevas baterías? En esa búsqueda de negocio es clave el papel del dominador mundial en este sector, China, con acceso a la materia prima y a proveedores de piezas baratas.
La vasca Lanzo participa en el Miura 5 de PLD Space
Si el objetivo declarado de Basquevolt era dotar a Europa de una tecnología propia que compitiera con la china, a estas alturas se puede decir que el gigante asiático ha llegado antes a la meta. Siempre queda, en línea con ese preacuerdo anunciado por el Gobierno vasco, buscar alianzas locales con los grandes jugadores chinos.
A nivel de laboratorio se han puesto en marcha nuevas investigaciones desde Euskadi como Solidbat, impulsada por CIC EnergiGUNE junto a grandes fabricantes como Toyota o Renault, o Kudebatt, enfocada al reciclaje de baterías y sus materiales.
Además de la mencionada alianza con Hithium, hay en marcha una factoría de baterías en Euskadi con la valenciana Zeleros a la cabeza en la que participan Lazpiur y KL Katealegaia.
Hay una larga lista de startups vascas enfocadas también en el desarrollo de baterías de pequeño tamaño para diversos usos como Alterity o Lanzo, esta última spinoff de Cidetec que aporta tecnología para el cohete Miura 5 de la española PLD Space.