Tras un año récord para la factoría de Michelin en Lasarte-Oria, el sector de las motos sigue creciendo sin freno. Este domingo la Asociación nacional de empresas del sector de dos ruedas, Anesdor, daba a conocer los datos de matriculaciones de motos en Euskadi, con un aumento del 15% en el primer cuatrimestre que se elevaba hasta el 44% en el caso de las motos nuevas. Las dos ruedas, mucho menos vulnerables a los problemas de suministros de microchips que sufren los turismos, ha hecho que las motos sean las grandes ganadoras de la crisis de suministros. Una victoria que no solo ha tenido impacto entre los propios fabricantes; también en sus 'tiers', en los proveedores de la industria automotriz. Entre ellos, Michelin, que cerró el 2021 con un apabullante récord de producción en su planta de Lasarte -dedicada a la fabricación de ruedas de moto de alta gama y con 500 trabajadores-, rozando los dos millones de cubiertas y acercándose a las 16.000 toneladas de gomas.
Sin embargo, la demanda sigue al alza y no se ha conformado. Los vascos cada vez compran más motos -especialmente nuevas- y eso hace que la planta guipuzcoana de Michelin siga trabajando a destajo. "Se está trabajando a muy buen ritmo" señalan desde el fabricante de Bibendum -así se llama el popular muñeco que lleva más de 120 años identificando a la marca francesa por todo el mundo-, que tuvo que sortear una dramática crisis de suministros que casi deja a las factorías sin materias primas y ahora despacha neumáticos a un ritmo trepidante. El ritmo, según indican responsables de la compañía, es muy similar al de 2021, por lo que no sería una insensatez pensar que se puedan igualar las cifras récord en Lasarte-Oria, aunque por el momento en el seno de la compañía se esquiva hablar de ese escenario porque las cifras del año pasado fueron excepcionalmente buenas y por los temores a que la producción se pueda ver afectada en la segunda mitad del año. "No tenemos ninguna certeza de que de aquí a final de año continúe así", apuntan desde la factoría.
Después de un ciclo que ha mezclado pandemia, una espiral inflacionista, una crisis de suministros salvaje y una guerra que sigue librándose en el este de Ucrania, la división vasca de Michelin prefiere no confiarse de momento. Preguntada por la situación del puerto de Shanghái -bloqueado durante semanas por la pandemia en una congestión que supera con holgura el bloqueo del Canal de Suez-, los fabricantes no esperan una afección inmediata en ninguna de sus dos plantas vascas. "No parece que vayamos a tener una mayor afectación logística a muy corto plazo" es la consigna en Michelin, pero eso no quita para que sí se contemple un escenario más complejo en la segunda mitad del año, aunque aquí tampoco hay certezas, sino percepciones de que puede haber "mayores dificultades logísticas" que, unidas a "una posible situación geopolítica y decisiones de política monetaria", "podrían afectar a suministros y demanda".
En cualquier caso, Michelin es consciente de que los problemas que puedan darse de nuevo en el ámbito de los semiconductores llegarán antes a los fabricantes que a ellos. Esa crisis de microchips ha sido el gran lastre para el neumático de turismos, que ha sido el gran perdedor del sector pese a que firmas como Gestamp hayan conseguido capear el temporal con más margen.
El neumático de obra civil resiste pese a los contratos desiertos
Otro de los puntos fuertes durante 2021 fue el neumático de obra civil, que también ayudó a que Michelin Vitoria sobreviese a la crisis de los turismos. Ahí han sido casi 30 millones los que se han quedado sin dueño en contratos desiertos licitados por las Administraciones vascas ante el desinterés de una constructoras por unos precios que eran bajo de partida y cuya actualización no ha satisfecho a las empresas del sector. Sin embargo, por el momento "se sigue trabajando con normalidad" en este tipo de neumático, que fue la tabla de salvación para la factoría de Vitoria junto al neumático de reemplazo en turismos.
Precisamente la factoría de Vitoria ha abordado este año un importante cambio en su cúpula. Mariano Arconada salió a comienzos de febrero de la dirección de esa planta de la multinacional francesa y fue a mediados de marzo cuando César Moñux asumió el relevo al frente de la sede alavesa de Michelin. Con poca visibilidad hasta ahora, su predecesor se dejó ver el pasado 8 de abril durante el encuentro que mantuvo Isabel Díaz Ayuso con el empresariado vasco en Vitoria.