El Metal de Bizkaia va a la huelga los días 23 y 30 de junio y el 1 de julio

El bloqueo de las negociaciones hacían presagiar que el Metal de Bizkaia se dirigía al abismo del conflicto antes del verano y este miércoles se ha confirmado. Los sindicatos mayoritarios (ELA, LAB, CCOO y UGT) han anunciado tres días de huelga, en concreto los próximos 23 y 30 de junio, además del 1 de julio, repitiendo el patrón reciente de la industria alavesa.

El convenio más importante de Euskadi con 50.000 trabajadores, con el permiso del Metal de Gipuzkoa, para así en la estación del conflicto como ya ocurriera en las negociaciones de 2019, que finalmente acabaron en un acuerdo histórico de eficacia general (con LAB, CCOO y UGT) pero dejaron imágenes de gran tensión en algunas movilizaciones cuyas consecuencias aun colean. Sin ir más lejos estos días se juzga en Bilbao a dos sindicalistas por su participación en los actos enmarcados en aquel conflicto, para los que se pide 20 meses de prisión, imputaciones "desproporcionadas e injustas", según los sindicatos.

En todo caso hace semanas que las principales centrales vascas preparan paros en la industria vizcaina, toda vez que se ha establecido un pulso difícil de resolver en materia salarial. La elevada inflación del año pasado, más del 6%, hace que la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) se niegue a pactar incrementos ligados al IPC para los próximos años, pero ese listón se ha convertido en bandera sindical en este momento.

Descartada la última propuesta de FVEM, que incluía hasta un 2,75% de subida para este primer año con el convenio en vigor, ELA, LAB, CCOO y UGT convocan tres días de paro antes de las vacaciones estivales para intentar forzar movimientos en la patronal. Es el mismo esquema dibujado ya en Araba, cuyos metalúrgicos fueron tres días a la huelga en mayo para intentar desbloquear la mesa. Además, los sindicatos en Bizkaia aseguran que las empresas no han respondido a ninguno de los 17 puntos de su última plataforma conjunta.

Apoyo de grandes fábricas

El Metal es un convenio clave en la estructura de la negociación colectiva vasca pero protege principalmente a trabajadores de pequeña y mediana empresa, puesto que las grandes compañías cuentan por lo general con marco propio. Así las cosas los sindicatos intentan estos días incorporar a estas nuevas jornadas de paro a los comités de grandes fábricas, que viven su propia realidad ante la presión de los costes energéticos y la falta de suministros que acucian a muchas plantas.

FVEM, por su parte, que siempre mantiene un perfil bajo en este tipo de procesos negociadores, envió a los medios hace dos semanas, cuando empezaban a barruntarse nuevas huelgas, una nota en la que advertía de que no va a "tolerar amenazas" por la parte sindical. Los representantes sindicales habían denunciado públicamente la posición en la mesa negociadora de la cúpula de FVEM señalando nombres de empresas concretas cuyos dirigentes forman parte de la dirección de la patronal.