Un paso importante para la aviación eléctrica. Esto es lo que va a suponer el nuevo proyecto en el que ya trabaja CIC EnergiGUNE, centro de investigación vasco referente en almacenamiento de energía, y que consiste en el desarrollo de una batería en estado sólido de haluros que "facilitarán el despegue" de esta aviación. Un trabajo que está enmarcado dentro del proyecto europeo HELENA, cuya reunión de lanzamiento está teniendo lugar desde este lunes en la sede del centro en el Parque Tecnológico de Álava. A esta cita se han sumado las 15 entidades que forman parte de la iniciativa.
El objetivo de HELENA es claro: desarrollar baterías de estado sólido seguras y eficientes, con alta densidad energética y potencia, basadas en un material activo de alto voltaje, un ánodo de litio metálico de alta capacidad y un electrolito de haluro conductor de litio. Con esto, el usuario final se podrá beneficiar de una mejora de las prestaciones en movilidad eléctrica para largas distancias y carga rápida de la batería. Todo un empujon para el "despegue" de la aviación eléctrica por la también importante reducción de costes.
En "cinco o diez años" la aviación eléctrica estará lista para despegar
Este proyecto, que se está debatiendo en la reunión que se está celebrando desde este lunes en Miñano, contribuirá también a hacer frente a dos de los grandes retos de Europa: promover la transición energética hacia un escenario climático “neutro”, y evitar la dependencia del actual dominador del mercado de producción de baterías, Asia. Uno de los principales quebraderos de cabeza de toda la industria desde hace ya más de un año. La Comisión Europa es consciente de la trascendencia de este proyecto y por ello lo ha incluido en su programa de financiación Horizonte Europa para baterías.
"En cinco o diez años, la aviación eléctrica estará lista para despegar y es urgente que el sector cuente con una alternativa energética que les ofrezca seguridad y eficiencia", ha manifestado Pedro López-Aranguren, coordinador e investigador principal del proyecto.
Hay más empresas vascas que miran hacia la aviación eléctrica. Caso muy relevante es el de Aernnova que ya trabaja en el diseño del avión eléctrico más grande del mundo. Una aeronave que podrá llevar a 19 pasajeros y será totalmente eléctrica. Está planteada para rutas regionales de corta distancia por Suecia a partir de 2026. El avión más grande de pasajeros propulsado exclusivamente por un motor eléctrico hasta ahora ha sido un Cesnna Caravan de nueve pasajeros que fue adaptado por la compañía MagniX y que voló por primera vez en mayo de 2020. Otro de los proyectos más importantes es el de Airbus, que busca adaptar con un motor híbrido el A320, pero no será antes de 2030.
Las miradas también apuntan a Basquevolt
El centro CIC EnergiGUNE ha conseguido posicionarse en sus diez años de vida entre los principales referentes internacionales en el ámbito de las baterías de estado sólido y ha participado en 239 proyectos de I+D, de los que más de 30 son europeos. De hecho, otro sus proyectos principales es uno de los estratégicos para Euskadi: Basquevolt, el gran proyecto vasco vinculado a la movilidad eléctrica a medio plazo. En una reciente entrevista con 'Crónica Vasca, su CEO, Francisco Carranza, asumía como uno de los retos principales de este proyecto lograr acceso a la potencia necesaria con fuentes renovables para 2025: "Abastecernos de energía 100% verde es una de las grandes dificultades de Basquevolt".
Esta fábrica, cuyo objetivo es el de producir 10 GWh en 2027, es vital para el Gobierno vasco y la situación que se está viviendo estas semanas en Mercedes les mantiene en alerta y se avecinan más jornadas de huelga. Y es que hay mucho en juego. Concretamente una inversión anunciada por la compañía Alemana para la planta en Vitoria de 1.200 millones de euros que serán vitales para la puesta en marcha de Basquevolt. Precisamente, Mercedes es ya el primer cliente confirmado de esta nueva planta de baterías que usará para desarrollo de su nuevo modelo eléctrico, que también depende de dicha inversión.