El riesgo de echar gasolina al fuego es que cuando toca apagarlo puede ser demasiado tarde. Y eso es lo que está empezando en Mercedes, donde nada más y nada menos que 1.230 millones penden de un hilo: la votación de 5.000 trabajadores que tendrá lugar el próximo lunes. Un auténtico plebiscito que servirá casi de antesala a los comicios sindicales de noviembre -hay quienes hablan de las últimas semanas de negociación como una "precampaña"- y que ha requerido hasta solicitar urnas a las instituciones para hacer posible la votación del lunes.

Lo que era una pugna sindical ha acabado convirtiéndose en una guerra de egos que es un 'cara o cruz' para una inversión estratégica para Euskadi, con pintadas, carteles y amenazas para quienes han decidido acudir a trabajar. Los sindicatos dentro y fuera de la huelga y la propia dirección no han conseguido trasladar a la plantilla la importancia del acuerdo para que salga adelante la inversión milmillonaria que viene a dar un futuro eléctrico a la factoría más grande de Euskadi, con 5.000 empleados directos y 30.000 orbitando alrededor en las industrias auxiliares, además de incluir proyectos como el centro de I+D en el que trabajan ya el fabricante, el Gobierno vasco y la Diputación de Álava.

Jornada de huelga en Mercedes Vitoria. / Efe

El incendio se ha propagado por una plantilla que ayer incluso desbordó las expectativas de quienes mantienen la huelga. En la asamblea de trabajadores más multitudinaria desde el comienzo de las huelgas en Mercedes -con cerca de 1.000 empleados en la cúpula del Buesa Arena- los sindicatos nacionalistas propusieron no hacer huelga ni hoy ni este viernes a la espera del referéndum del lunes. El 80% de los trabajadores votaron en contra de esa opción y a favor de mantener las huelgas.

El lehendakari, Iñigo Urkullu y Emilio Titos, director general de Mercedes Vitoria, durante la firma del nuevo memorándum de entendimiento con el Gobierno vasco / Irekia

Llamamientos a la responsabilidad para evitar el 'no' al acuerdo

La plantilla no parece aceptar el acuerdo y ahora mismo ha sobrepasado a todas las partes implicadas en la negociación laboral. De ahí que fuentes de la negociación subraye a 'Crónica Vasca' la opción -no solo posible, "incluso probable" a día de hoy- de que el referéndum arrojen un resultado ampliamente contrario al preacuerdo laboral con el voto masivo en contra de las personas que trabajan en los talleres, donde el apoyo a la huelga es casi total. El bloqueo conduciría casi irremediablemente a una huelga indefinida en la factoría sin unidad sindical, rota desde hace una semana.

De ahí que ayer la dirección también moviese ficha con aviso desde la radio pública por parte de Emilio Titos: o se alcanza un acuerdo o es "el comienzo del fin" de la factoría. "Ahora mismo Mercedes es una Nissan en potencia", apuntaban este miércoles desde una de las centrales. La clave, señalan desde centrales huelguistas y no huelguistas, pasará por el voto de los empleados no afiliados.