Mientras los despachos siguen fraguando la operación de ITP Aero tras el terremoto de Indra, los socios de Bain Capital en su aventura por hacerse con el fabricante vasco de motores de aviación en manos de Rolls-Royce continuan avanzando en sus otras líneas de negocio. El principal aliado de la SEPI y de Joseph Oughourlian en el grupo favorable a los cambios en la tecnológica española, SAPA, ha comenzado agosto con un espaldarazo a otra de sus líneas de negocio: la tecnología aplicada en vehículos militares. Un segmento que, como en tantos otros momentos de la historia, busca transitar, como internet, del entorno militar al civil para reducir la huella de carbono de la automoción civil en este caso.
El proyecto SoNNMESyCo que lidera la firma para el PERTE de automoción ha superado con nota el primer examen de los técnicos ministeriales -que dio a conocer este lunes Industria mediante una resolución provisional- y se ha situado en la primera criba del Ministerio como el tercer proyecto mejor evaluado entre los trece que se han presentado a la convocatoria del primero de los PERTE. Con una nota de 73,59 y solo superada por Renault y el hasta ahora desconocido proyecto de Fagor -Invecpro-, el holding de los Aperribay sale de la primera criba de Industria con 25 millones debajo del brazo, de los cuales 21,6 serán subvenciones directas frente a los 3,6 que tendrá que devolver a Bruselas una vez concluya el largo y sinuoso recorrido de los fondos europeos.
SAPA sale así ya del primer envite ministerial con casi un 50% del dinero que había pedido al Gobierno -54,2 millones- para un proyecto que en conjunto espera movilizar 200 millones de euros y generar casi 900 empleos directos entre las 27 compañías de cinco comunidades autónomas que participan en el proyecto que lidera la firma guipuzcoana, que se ha ido consolidando en el sector hasta el punto de hacerse con algunos de los contratos más 'suculentos' del Ministerio de Defensa, como el del suministro de 348 carros de combate VCR 8x8, un modelo en el que trabaja la firma de la mano de firmas como Indra o Escribano Mechanical & Engineering, otra de las firmas que sonó entre las interesadas por entrar en el consorcio español que acompañará a Bain Capital en la ITP del futuro.
Indra no tira la toalla
Por el camino, la ITP del futuro se sigue configurando. Por el momento ha trascendido la intención de Bain de que Juan María Nin sea el futuro presidente de la firma vasca y ya se conoce la participación de la propia SAPA y de JB Capital en el accionariado futuro de la empresa de Zamudio. Sin embargo, aún se desconoce quién se quedará con el 15% que aún queda pendiente de completarse en ITP.
El espacio parecía estar destinado a Indra, pero hubo quienes leyeron tras su abrupta junta de accionistas que la empresa de Marc Murtra quedaba en fuera de juego y abría de nuevo las opciones a que el Gobierno vasco no solamente entrase -Lakua llegó a estar contra las cuerdas a finales de junio-, sino que lo hiciese con fuerza acompañado de otras instituciones como la propia SEPI.
Sin embargo, Indra no parece haber dicho la última palabra. Según fuentes cercanas a la compra de ITP Aero, la tecnológica española no ha tirado la toalla y continua trabajando en hacer realidad la entrada en el fabricante vasco de aviones en una operación estratégica para la defensa nacional y continental -con ITP como líder de la aportación española al FCAS, el futuro Eurofighter que defenderá los cielos europeos- y que todavía tiene muchos cabos pendientes de atar.