La industria de defensa se postula para entrar en ITP Aero a la espera de la vía Indra
La empresa de la familia Escribano, EM&E , busca financiación para ofrecer su participación en el consorcio liderado por Bain Capital, que en junio tomará el control de la aeronáutica vasca a la espera de una futura incorporación de Indra
8 febrero, 2022 05:00El mes de junio es la meta fijada para que Bain Capital asuma el control de ITP Aero. El fondo de inversión norteamericano trabaja desde la firma de adquisición con Rolls Royce el pasado septiembre para configurar el grupo de propietarios con los que controlará la aeronáutica con sede en Euskadi. El planteamiento es que Bain se quede con un 70% y dé entrada a socios industriales y nacionales en el 30% restante, una posición desde la que garantizar el control de ITP Aero, una vez Bain cierre su ciclo inversor y salga de la compañía. Todas las miradas se centran en Indra, pero la mayoría del consejo de la compañía sigue rechazando la operación y desde la empresa confirman que no hay cambios. Así las cosas, la firma de junio se realizará sin su incorporación, que fuentes conocedoras del proceso sí sitúan en un futuro. Una situación en la que surgen empresas que ofrecen participar en el consorcio. Es el caso de Escribano Mechanical and Engineering (EM&E), una empresa de defensa que busca financiación para tratar de participar en la propiedad de ITP Aero. Fuentes de la compañía han confirmado a 'Crónica Vasca' su interés en participar en la operación.
Bain Capital se adjudicó la compra de ITP por 1.700 millones de euros y con un consorcio en el que participa la compañía guipuzcoana, SAPA Placencia, con un 5%, y JB Capital, el fondo inversor de Javier Botín con cerca de un 10%. El objetivo concretar la incorporación a la sociedad del Gobierno vasco que entraría con un 5%, pero asegurando una serie de compromisos en el pacto de socios que garanticen el desarrollo industrial y el "arraigo" en Euskadi. La propia consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha confirmado que desea que el fondo Finkatuz con el que cuenta el Ejecutivo autonómico tome en ITP una de sus primeras participaciones.
Desde entonces los movimientos de Bain Capital se han centrado en el desarrollo de la estructura legal y societaria, con la constitución de la sociedad que ya está domiciliada en Euskadi, y con la redacción del expediente administrativo que el Ministerio de Defensa deberá tramitar para las aprobaciones prescriptivas del Ejecutivo a la operación. Queda la conformación definitiva del consorcio en el que es clave el movimiento de Indra. De momento, la compañía participada por la SEPI, mantiene una posición contraria a la participación y atravesó cierto terremoto corporativo con la llegada del presidente Marc Muntra en sustitución de Fernando Abril Martorell que acabó resolviéndose con un reparto de poder en el consejo. El único movimiento ha sido el de la entrada de Sapa Placencia en el capital de Indra. La compañía guipuzcoana de la familia Aperribay ha entrado con un 5% del accionariado que compró a Corporación Alba y que le daría derecho a un asiento el en el consejo aportando un voto más favorable a la entrada en ITP. En cualquier caso la vía de Indra se hará esperar más allá de junio.
El Gobierno "vería bien cualquier aumento de participación española"
Un movimiento que otras compañías del ámbito de defensa quieren aprovechar. Es el caso de EM&E, la compañía de la familia Escribano que trabaja en numerosos proyectos con Sapa e Indra, como el desarrollo del vehículo militar 8x8 o el programa de defensa europeo FCAS, en el que ITP también juega un papel importante. Fuentes conocedoras del proceso señalan a 'Crónica Vasca' que es posible la incorporación de otras empresas, pero que, en cualquier caso es importante dejar un espacio a Indra en el accionariado.
La compañía presidida por Javier Escribano acaba de recuperar el 32% de la empresa que compartía con el fondo soberano de Omán en una operación para financiarse firmada hace cinco años. Con un pago de 34 millones de euros, EM&E vuelve a tener el control del 100% de la compañía y afronta un futuro en el que cuenta con alcanzar unos ingresos de 150 millones de euros en cinco años incrementando su plantilla de los 500 trabajadores actuales a más de 800. Este impulso se apoya, entre otras cosas, en el proyecto Tess-Defence, un consorcio en el que cuenta con un 24,6% y que comparte con Indra, Sapa y Santa Bárbara Sistemas para desarrollar 348 vehículos 8x8 que le dan acceso a un contrato valorado en 2.100 millones de euros hasta 2030.
El Gobierno central busca 'españolizar' las empresas de defensa y la situación de ITP Aero se mueve en un entorno en el que hay un conjunto de compañías como SAPA, EM&E o Indra con un alto grado de colaboración y entendimiento. El secretario general de Industria, Raúl Blanco, señalaba hace unas semanas en una entrevista en 'Crónica Vasca' que "vería bien cualquier aumento de participación española en ITP Aero".