MásMóvil engorda en Euskadi para revalorizarse en un proceso de fusión
La compañía sigue aumentando su cuota de mercado mientras el operador británico no frena la sangría de clientes en España
8 febrero, 2022 05:00Después de que Vodafone reconociese "contactos" en España para alguna gran operación, la posibilidad de que la compañía británica se haga con MásMóvil ha vuelto a resonar con fuerza un año después de que la fusión se frustrase y los amarillos decidiesen hacerse con Euskaltel. La situación ha cambiado mucho en este año con esa compra: ahora los de Spenger cuentan con un volumen mucho más grueso —y 2.000 millones de deuda extra— que les da mucho más valor y capacidad de negociación en una hipotética compra.
MásMóvil ha apostado fuerte por Euskadi. La compañía ahora mismo controla los dos operadores vascos de la telefonía: primero se hizo con Euskaltel y posteriormente el 100% de Guuk tras desplazar a Dominion de la joven 'teleco' vasca. Sin embargo, al operador británico sigue sin irle bien las cosas en España. El tercer trimestre fiscal de la compañía supuso una pérdida de otros 50.000 clientes en banda ancha, dejando a Vodafone ligeramente por encima de los tres millones de clientes que también ha superado MásMóvil tras la compra de Euskaltel. La diferencia entre rojos y amarillos es de apenas un 1,5% en el mercado de la banda ancha fija. Mientras unos siguen cayendo en picado, otros continúan con su senda ascendente.
Sin embargo, ese mercado fortalecido, con la cartera de clientes y la fibra óptica como principales activos, puede convertirse también en un lastre de cara a su fusión. Y es que si bien el mayor volumen de los amarillos permite negociar mejor con potenciales compradores, lo cierto es que la fusión del segundo o tercer operador español con el cuarto generaría una situación muy compleja en términos de competencia. Una unión entre Vodafone y MásMóvil, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) al cierre del tercer trimestre de 2021, dejaría una suma que acapararía al 42,8% del mercado de la telefonía movil —22 millones de usuarios— y el 36,3% de los clientes del negocio fijo.
Con esas cifras parece complicado que la Comisión Europea apruebe como regulador una unión con tal concentración del mercado, dejando a Movistar y la fusión resultante como dueños y señores de la telefonía en España con el permiso de Orange. De llegar unas conversaciones a buen puerto y con los datos de facturación en la mano —4.000 millones anuales para Vodafone; 2.000 en el caso de MásMóvil—, Bruselas tendría que autorizar la operación.
'Remedies'
Y ahí es donde entraría en juego los 'remedies'. Para salvar el embrollo tocaría desinvertir en activos que pasen a otras empresas de darse esa operación. Los ajustes de plantilla realizados en los otros operadores no serían una opción para Euskaltel, porque MásMóvil asumió con los trabajadores de la 'teleco' vasca el compromiso no aplicar un ERE, como mínimo, hasta 2026. Fuentes de la compañía consultadas por 'Crónica Vasca' sostienen que ese compromiso sigue en vigor "porque cumplimos lo que decimos".
Así que la descarga de activos pasaría por ceder infraestructuras, marcas, gestión de clientes, red móvil o la logística que se intentó externalizar en el caso de Euskaltel hace unas semanas sin éxito. En la pelea por esos activos, fuentes conocedoras del proceso dan por descontado que habría candidatos de sobra. Entre ellos, las miradas se centrarían en Finetwork. El operador alicantino ha despegado en los últimos dos años y ha expresado su intención de desarrollar su propia red de fibra, según aseguró la propia compañía, para hacer frente al "actual entorno de consolidación".