Gamesa insiste en que los resultados hacen "inevitables" los despidos sin detallar su distribución

En una reunión en la que se esperaban más detalles, Gamesa y los sindicatos abren la mesa de empleo sin más compromisos que un nuevo encuentro el 25 de octubre en Sarriguren (Navarra). El encuentro, prácticamente tan largo como insustancial, sale sin que la eólica de Zamudio haya concretado más detalles sobre cómo se repartirán los 475 puestos de trabajo que pretende eliminar fuera de lo que ya se sabía: que la compañía despedirá a 352 empleados de oficinas, no renovará a 80 temporales y eliminará 43 puestos de rotación natural.

El equipo de Gamesa, liderado por el director de Recursos Humanos, Javier Fernández-Combarro, volvió a incidir con los sindicatos en la idea de que es la situación económica de la eólica de Zamudio la que hace necesario estos ajustes laborales, pero tampocó concretó qué incentivos va a ofrecer para evitar esos despidos traumáticos que dirección y parte social han dicho querer evitar. Los sindicatos, por su parte, han insistido en la necesidad de ahondar en un plan industrial que dé "garantías de empleo".

Entre todos los recortes laborales el que ya es seguro es el despido de Lars Bondo, el directivo de eólica terrestre sobre el que la compañía ha cargado parte de la culpa de sus pérdidas milmillonarias. Bondo era prácticamente el único pilar que aún seguía trabajando en Zamudio y no en Madrid