La Autoridad Vasca de la Competencia se queda sin becarios al no presentarse nadie

Si hasta hace no tanto lo normal era que hubiese más candidatos que plazas para entrar de prácticas en cualquier gran empresa la situación empieza a ser la contraria. La evolución demográfica y la falta de profesionales es una preocupación de primer orden para los departamentos de recursos humanos a todos los niveles, también a la hora de encontrar jóvenes que buscan una puerta de acceso al mercado de trabajo.

Un difícil contexto para la captación de talento que perjudica principalmente al sector privado pero que empiezan a sufrir también algunos organismos ligados a la administración, siempre capaz de ofrecer condiciones más atractivas. Es el caso del programa formativo de la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC) para 2022, para el que únicamente se presentó un candidato que acabó desistiendo de su solicitud. Se trata de un programa de casi un año de prácticas para el que la AVC ofrecía dos plazas, abiertas a titulados universitarios principalmente de campos como derecho, economía o gestión empresarial.

Según se detalla en la publicación de las bases del programa de becas, Competencia viene recibiendo "una creciente demanda" de estudiantes y recién graduados universitarios interesados en realizar prácticas de formación en su sede. "Al objeto de dar respuesta a esa demanda" y "tras los resultados satisfactorios de la convocatoria de 2021", se añade, se convoca un programa específico con dos becas de 11.000 euros entre ambas (a razón de 500 euros al mes) para "formar en materia de competencia y respecto a las funciones propias de LEA/AVC a titulados universitarios".

En una resolución reciente, la presidenta de la AVC, Alba Urresola, declara oficialmente la convocatoria de este año desierta al no presentarse candidatos que cumplan los requisitos. En concreto hubo un graduado que sí inició los trámites para optar a una de las dos plazas pero desistió en el proceso.

Instalaciones de la funeraria Mémora / Europa Press

Ahorros

Con un presupuesto que supera el millón y medio este año, la AVC cuenta con un remanente de 8 millones de euros sin gastar fruto del ahorro cosechado en los últimos ejercicios. Al margen de esa relación entre su presupuesto y su actividad, el organismo que dirige Urresola ha iniciado investigaciones en los últimos años en sectores como el inmobiliario o el de las consultorías, y más recientemente entre una docena de empresa informáticas que prestan servicio al Gobierno vasco. En lo referente a sanciones destacan últimamente las multas a hormigoneras o, esta misma semana, en los tanatorios guipuzcoanos.

Adscrito al departamento de Hacienda y Economía del Gobierno vasco, el organismo de Urresola cumple su décimo aniversario. En el acto de celebración de su primera década de vida, la propia Urresola destacó la necesidad de dotar de herramientas y personal suficiente a la AVC para poder aumentar la vigilancia, así como reforzar la cultura y la percepción social sobre la importancia de contar con un 'detective' en el ámbito empresarial.