La plantilla de Pepsico en Euskadi aprieta el acelerador para librarse de parte de los 37 despidos

Con una amplia participación, las protestas en Pepsico por los despidos han dado este viernes un nuevo giro. A falta de una semana sin llegar a un pacto para cerrar los despidos en la mesa de trabajo, los sindicatos empiezan a desesperarse en Euskadi con una negociación que, "enquistada", está todavía lejos de poder derivar en alguna reducción de esa cifra adelantada por 'Crónica Vasca' de 37 despidos a falta de la repercusión en la red comercial.

En la factoría alavesa aún no han trascendido las cifras exactas de los despidos -algo que tampoco ayuda- y de ahí que este viernes el comité haya convocado este viernes una nueva concentración como la de Miñano en señal de protesta. Una queja que se ha realizado en torno a las 14:00 horas, que es cuando se produce el cambio de turno en la fábrica, bajo el lema 'Despidorik ez'. Con la participación de unas 70 personas en su conjunto -empleados entrantes y salientes apenas han podido coincidir durante la concentración-, el movimiento busca tensar las negociaciones y apretar para tener un acuerdo en la mesa de empleo antes de cerrar el plazo de consultas, que expira el jueves 22.

Tanto es así que los comités de Gamarra y de Etxabarri-Ibiña han convocado a otra concentración más -en este caso conjunta- este sábado a las 13:15 horas en la Plaza de la Virgen Blanca. Otra medida más con la que la plantilla quiere forzar una negociación que en Madrid se está atascando entre condiciones de jubilaciones y primas de antigüedad. LAB y ELA no están participando en los comunicados del conjunto del comité intercentros, pero sí están acudiendo al diálogo social para cerrar el pacto con la empresa pese a ser partidarios de una negociación desde Euskadi.

Con sensaciones positivas de cara a dar con algún tenue recorte que pueda dejar en 35 en vez de 37 los despidos sí se observa cierto margen de posibilidad de negociar con la dirección desde el comité, pero fuentes sindicales señalan también como "difícil" ir más allá de esos pequeños maquillajes en una factoría que, paradójicamente, está funcionando ahora mismo con eventuales ante la alta carga de trabajo que manejan.