Mondragón promete “ilusión” y una “evolución positiva de sus negocios” ya sin Orona y Ulma

Los socios cooperativistas de Orona y Ulma han aprobado este viernes, con un 72% y un 80% respectivamente, su salida del grupo Mondragon. Un movimiento que llevaba gestándose medio año y que finalmente ha acabado, pese a los múltiples intentos de la corporación, en el adiós de dos de las arterias principales de Mondragón. 

El presidente de Ulma, Lander Diaz de Gereñu, ha asegurado tras saber el resultado de la votación que hoy, “los órganos de las cooperativas de Ulma han recibido un mandato claro”, y ha asegurado: “Aportamos nuestra máxima disposición para trabajar de la mano en todas aquellas acciones que redunden en el beneficio del modelo de éxito que representamos todos”.

Por su parte Oier Lizarazu, presidente de Orona, ha destacado que: “a este acuerdo tan importante para garantizar el futuro de Orona y su aportación al movimiento asociativo cooperativo se ha llegado tras la celebración de más de 80 sesiones informativas con un alto nivel de participación. Nuestro objetivo es seguir incrementando el número de personas socias impulsando así el proyecto cooperativo Orona, colaborando con el resto de cooperativas, y aportar equilibrio social y empleo en Euskadi y el resto del país”.

La respuesta del grupo Mondragón ha llegado dos horas después. En un comunicado, la compañía ha expresado su "respeto total y absoluto" a esta decisión y ha trasladado a ambas empresas el deseo de que sus proyectos empresariales y su modelo cooperativo “evolucionen en positivo de cara al futuro''. Pese a que en esta nota el grupo no alude a la nueva relación que tendrán con Ulma y Orona, si que hace alusión al modelo sobre el que girará la cooperativa ahora: "un nuevo horizonte poniendo el acento en los valores de intercooperación y solidaridad, señas de identidad que han permitido que nuestras cooperativas, de forma totalmente autónoma y soberana, hayan podido ampliar sus proyectos empresariales y contar con la solidaridad del conjunto en el caso de atravesar coyunturas adversas".

El grupo, además, ha lanzado un mensaje en "clave de ilusión", soportado en la evolución positiva de sus negocios, en los proyectos de futuro que se están abordando en la actualidad y en la confianza de que el modelo cooperativo es el adecuado para enfrentar los desafíos de los mercados y para construir sociedades más cohesionadas y sostenibles.

El presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ucín / Juan Herrero (EFE(

Reacciones del Gobierno

El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, también ha manifestado su respeto a esta decisión -tomada de manera “contundente”, recalca el ejecutivo- y ha asegurado que "la actividad cooperativa seguirá siendo fuerte" en Euskadi, aunque esta decisión abre una “nueva realidad” por la que habrá que “colaborar conjuntamente para dotar de competitividad a la economía de Euskadi".

Por su parte, la Diputación Foral de Guipúzcoa  ha trasladado “la mejor de las suertes en esta nueva etapa” tanto a las empresas que han salido del grupo como al propio Mondragón. Desde esta institución aseguran que los tres agentes son “clave para nuestro desarrollo económico y social" y que ahora  es momento de “mirar adelante y de trabajar por el futuro. Desde las instituciones nos toca seguir colaborando con las empresas con el objetivo común de tener una industria competitiva y una economía fuerte en Gipuzkoa y Euskadi, que garantice nuestro bienestar y nuestra cohesión social".