Ulma y Orona dicen adiós al grupo Mondragón

La ruptura entre Ulma y Orona y el grupo Mondragón se materializa después de medio año con empresas y cooperativa sumidas en una guerra abierta en la que el cruce de acusaciones ha sido constante. Finalmente este viernes, el 80% de los 2.789 socios cooperativistas de Ulma y el 72% de los 1.661 socios de Orona que tenían derecho a votar han decidido tomar un camino al margen del gigante de Arrasate.

Lander Diaz de Gereñu, Presidente del Grupo Ulma, ha asegurado en una nota: "Hoy, los órganos de las cooperativas de Ulma hemos recibido un mandato claro. Somos parte del modelo de éxito que representa el modelo cooperativo vasco. Vamos a defender y apoyar siempre sus valores. Creemos que la mejor forma de hacerlo es hacer de Ulma un Grupo industrial Cooperativo Fuerte”. Respecto a la cooperativa, ha añadido: “Aportamos nuestra máxima disposición para trabajar de la mano en todas aquellas acciones que redunden en el beneficio del modelo de éxito que representamos todos”.

Esta decisión, como ya adelantaba este medio el jueves, provocará un fuerte agujero en Mondragón. Y es que, en la actualidad, ambas empresas suman 11.000 trabajadores y tienen una facturación anual de más de 1.700 millones de euros entre las dos. En concreto, en 2021 facturaron 900 millones la empresa con sede en Oñate y 832 la empresa con sede en Hernani. Por lo que, en el caso de que finalmente abandonaran el grupo las dos, se estima que en la cooperativa el empleo se reduciría un 13% y las ventas un 15%.

Socios de Ulma a su entrada a la asamblea extraordinaria./EFE

La historia se repite

Este conflicto interno recuerda a lo ocurrido hace 14 años, cuando el grupo de autobuses Irizar y el fabricante de válvulas Ampo abandonaban Mondragón para disgusto de muchos de los cooperativistas guipuzcoanos. En ese momento parecía que aquella no sería la última salida de la corporación. Curiosamente una noticia publicada entonces por el diario El País decía que "la salida de Irizar y Ampo de MCC abre el mismo debate en otras cooperativas como Ulma y Orona". Aunque, de hecho, Ulma ya ha estado fuera de Mondragón durante nueve años, desde 1993 hasta 2002, cuando volvió a la corporación.

Pese a que es la segunda vez que se produce una situación de estas características, Iñigo Ucín, presidente del grupo, descarta que la salida de ambas empresas pueda provocar un efecto dominó y hacer que muchas otras emprendan el mismo camino:  “Esta situación nos ha apiñado mucho más. Hoy en día la unión que hay entre los cooperativistas del grupo es mayor que nunca”.