Es un paso clave para la definición del propio puerto de Bilbao. El propio Barkala se refirió a ella como la "milla de oro" de las dársenas de Santurtzi... y ahora empieza la carrera por hacerse con ello. El puerto de Bilbao ha abierto este miércoles el concurso para hacerse con los más de 200.000 metros cuadrados de la primera fase del espigón central del puerto. Finalmente llega la segunda terminal de contenedores, prueba de algodón del potencial del puerto, pero lo hace con muchos interrogantes... y con el precedente de 2001, cuando la Autoridad Portuaria adjudicó una segunda terminal de contenedores a Terminales Marítimas de Bilbao y el proyecto fracasó hasta el punto de que quien había adjudicado esos terrenos tuvo que acudir a rescatar al proyecto fallido de Davila.
Fuentes portuarias consultadas por 'Crónica Vasca' han señalado que es cierto que hay una oferta de un operador para ampliar sus volúmenes de tráfico e incluso que esa segunda terminal concita el interés de inversores extranjeros. Sin embargo, la realidad es que ahora mismo ya hay espacio en el puerto de Bilbao para más de dos millones de contenedores... y el tráfico en sus mejores momentos prepandemia no ha llegado ni a los 650.000, lo que mueve a algunos empresarios del sector a hablar abiertamente de un "sinsentido" la apertura de esta segunda terminal cuando la estiba todavía tiene margen para recuperar tráfico. De hecho, ese segundo espacio, explican estas mismas fuentes, puede abrir una competencia alocada justo cuando los operadores ya presentes acaban de resolver un conflicto laboral e, incluso en algunos casos, ejecutar inversiones como las seis grúas adquirida por Cosco por 10 millones de euros.
La puesta en marcha, en cambio, sí tiene una ventaja para los operadores, y es que, en un momento de gran pujanza de las actividades energéticas del puerto, se blinda un espacio que podría haber concitado el interés de otros pretendientes más vinculados al sector energético y menos al tráfico de mercancías en una de las principales puertas de las exportaciones industriales de Euskadi, así como de parte de las importaciones.
El movimiento de la Autoridad que preside Barkala supone también un respaldo al plan de reducción de emisiones, que viene jugando un papel muy importante en las adjudicaciones de terrenos -basta ver el reciente ejemplo de Sinne Energy- y que dejaba patente una importante apuesta por la electrificación. La apertura de esta licitación pone así un equilibrio entre el perfil industrial del puerto de Bilbao y la energía, que cuenta con sus ventajas e inconvenientes. Por un lado las palas ocupan mucho espacio, pesan poco y la eólica solo está aportando rentabilidad en offshore: la terrestre está hundida y ahí está Siemens Gamesa como botón de muestra. Por otro, en cambio, son varios los proyectos tractores que se vislumbran en el horizonte del puerto en materia energética: el hub de descarbonización de Petronor, la segunda terminal de gas que arrancó el PNV al Gobierno central en el Debate sobre el estado de la nación, unas mayores necesidades para Saitec si triunfa en sus proyectos de eólica flotante...