La invasión de Rusia a Ucrania hace un año ponía patas arriba las relaciones comerciales de las empresas vascas con ambos países. No solo en el apartado energético, en el que Moscú es gran proveedor, también en cuanto al abastecimiento de productos ucranianos como el aceite de girasol, hierros y aceros esenciales para algunas industrias. Poco a poco ese flujo en dirección Ucrania-Euskadi se ha ido recuperando y sorprende también que, en sentido contrario, las ventas hacia ese país son ya de más volumen que antes de la guerra.

En números globales Ucrania es un socio comercial menor para Euskadi, con una capacidad de compra anual de unos 30 millones de euros, una cifra muy corta que le sitúa fuera del top 25 de países compradores que encabezan Alemania y Francia y cierra Canadá, por encima de los 200 millones. Pero el país que desde hace un año sufre el ataque ruso tiene sus fortalezas y es clave en algunos sectores, tanto en el papel de vendedor como en el de comprador.

Puerto de Bilbao./EuropaPress

En este último caso las exportaciones de las empresas de Euskadi quedaron prácticamente congeladas en los meses posteriores al inicio de la guerra, lo que condiciona mucho el balance de 2022, pero en la parte final del ejercicio se produce una clara recuperación que lleva a cerrar el último trimestre con niveles superiores incluso a los del mismo periodo de 2021, antes de la guerra. Así, se rozaron los 13 millones de euros este pasado otoño frente a los cerca de 11 millones del ejercicio anterior, un crecimiento del 18%, según datos de Eustat. 

Destacan los vehículos de Mercedes Vitoria, que casi se duplican en línea con el subidón general del primer motor exportador vasco, que crece en conjunto un 25%. Y eso que, a la contra, la factoría alavesa, todavía recuperándose de la falta de chips, aparcó pedidos concertados con Rusia en los primeros compases de la guerra. Ucrania compra además maquinaria, piezas y equipamiento industrial, con un fuerte crecimiento también de las compras de productos de caucho.

Fábrica de Unilever en Leioa, una de las empresas con sistema de cogeneración / CV

Se recuperan las importaciones

La tendencia hacia la normalización, entre comillas, del mercado se traduce también en la recuperación de aquellas materias primas que llegaban de Ucrania y se perdieron a partir de marzo de 2022. Se trata principalmente de hierro y acero y de aceite de girasol. En el primer caso llegaron entre octubre y diciembre mercancías por valor de 9,5 millones de euros, unas 12.000 toneladas, lo que supone contar ya con cerca del 60% de lo que se compraba a Ucrania antes de la guerra.

También se ha recuperado algo más de la mitad de los aceites de girasol, que suponen en el último trimestre del año más de 15 millones de euros frente a los casi 25 millones de 2021. Hay que recordar que el corte del suministro de este producto generó un grave perjuicio sobre todo en el sector de alimentación, en especial en conserveras o fabricantes de salsas, si bien las empresas fueron encontrando alternativas. Unilever por ejemplo, con planta en Leioa donde fabrica mayonesas y otras salsas similares, modificó recetas para poder seguir trabajando con producto de colza. Todo apunta a que este tipo de parches o la búsqueda de proveedores alternativos poco a poco van quedando atrás y que Ucrania vuelve a recuperar sus particulares espacios como proveedor de Euskadi.