En un momento delicado para todas las cadenas de distribución, blanco de críticas por la subida de precios, las empresas del sector recuerdan que ellas también deben afrontar mayores costes y hacer esfuerzos en promociones con lo que, al final de la ecuación, el margen de ganancias se reduce. En el caso de Eroski será en un par de meses cuando se conozca el resultado final del pasado ejercicio en el que, con toda probabilidad y como ocurrió hasta junio, caerá el beneficio operativo. Aun así la cooperativa de Elorrio, punta de lanza del grupo Mondragon, pudo cumplir el año pasado los objetivos del plan estratégico 2021-2024 con más de 80 nuevas aperturas combinando el modelo mixto de tienda propia más franquicia, dando prioridad en el primer caso sobre todo a los territorios en los que cuenta con mayor arraigo, básicamente la franja norte desde Galicia a Baleares.
Ni Eroski ni tampoco la otra referencia vasca en el sector, Supermercados BM, del grupo Uvesco, han puesto aun sobre la mesa sus números del pasado año. Ya avanzan en todo caso que, lejos de los mensajes que se lanzan desde ciertas tribunas (Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales por Unidas Podemos, acusaba directamente a los empresarios de la distribución de "hacerse de oro" subiendo precios) la inflación también ha impactado en sus cuentas.
El grupo que preside Rosa Carabel, y que engloba mucho más que la distribución, vio reducirse el margen operativo (el que tiene en cuenta la ganancia en relación al volumen de ventas) un 11% hasta junio. Y apuntaba la cooperativa vasca como principal razón para ello precisamente el acortamiento de los márgenes en alimentación por la subida de costes de funcionamiento, de productores y proveedores. Será a comienzos de mayo cuando Eroski dé a conocer sus números de cierre del ejercicio (en este caso concluye el 31 de enero).
Menos de 1.000 millones de deuda
2022 ha sido un ejercicio difícil en muchos aspectos, pero la vida sigue, la fase inflacionaria pasará y hay que mirar a largo plazo. Y ahí Eroski, el líder en Euskadi, apuesta por volver a ganar tamaño tras años a dieta. Aragón, Baleares o Galicia son algunas de las zonas donde Eroski ha acometido nuevas aperturas en los últimos meses y la intención es seguir en esa línea, señalan fuentes del grupo cooperativo. Tras el repliegue hacia el norte y en especial al fortín Euskadi-Navarra sobre todo en la segunda mitad de la década pasada para poder reducir el abultado endeudamiento, un proceso que ha permitido reducir el pasivo por debajo de 1.000 millones de euros, es hora de volver a ampliar fronteras y pensar en crecer.
Eroski viene de un camino marcado por las desinversiones (el año pasado aun se deshacía de Viajes Eroski), una palabra esencial en la supervivencia del grupo que ha permitido mantener a flote el barco tras el periodo de excesos. El error de cálculo con Caprabo, que se compró por una auténtica millonada en la antesala de la crisis económica de 2008, todavía pesa en la memoria de la cúpula directiva de la cooperativa. Es por ello que se va a crecer, pero con la máxima prudencia. "Debemos crecer, pero con cabeza", decía recientemente en Radio Euskadi Carabel, que asumió el relevo de Agustín Markaide en el ecuador del pasado año. Como se decía en los peores momentos de Eroski a nivel financiero, el grupo Mondragon no puede permitirse otro 'caso Fagor Electrodomésticos' y menos ahora que la espantada de Ulma y Orona está tan reciente.
Por ello la prioridad es recuperar el terreno perdido en toda la franja norte. Es decir, salir de los cuarteles de invierno y volver a ser fuertes en terreno conocido. Eso pasa primero por reforzar el liderato en Baleares y Galicia, los puntos fuertes de la cooperativa más allá de País Vasco y Navarra, y seguir avanzando en Aragón, Asturias, Cantabria y La Rioja. En cuanto a Catalunya, el grupo remarca el punto de inflexión que ha supuesto 2022 para Caprabo, que encara también su propio plan de expansión de la mano del socio checo EP Corporate Group.
400 tiendas hasta 2024
Será en estos territorios donde se priorice la apertura de tiendas propias, dejando el modelo de franquicia sobre todo para la ampliación de fronteras desde Madrid hacia abajo. El año pasado Eroski abrió algo más de 80 nuevos negocios sumando ambos tipos de tienda, con mayoría de franquicias pese a que, remarca la compañía, el cóctel de crisis energética más inflación ha hecho que 2022 haya sido también un año delicado para convencer a otros para operar bajo tu marca. Una cifra que permite dar por cumplido el objetivo de cara a seguir sumando para contar en 2024 con esas en torno a 400 nuevas tiendas marcadas como meta en el plan estratégico anunciado en 2021.
En el caso de BM ese viaje fuera de Euskadi ha estado muy centrado en Madrid, donde la cadena de Uvesco, propiedad a su vez del fondo PAI Partners, concentró una veintena de aperturas en muy pocos meses a finales de 2021. Eroski cuenta con más de un millar de negocios en España, unos 350 en Euskadi, incluyendo propios y fraquiciados (la mayoría son hiper y supermercados, pero también se incluyen gasolineras, ópticas y tiendas Forum Sport), conservando el liderato pese al crecimiento de BM, que tiene unas 175 tiendas en el País Vasco.
Mercadona y Lidl, por su parte, cuentan ya en Euskadi con una treintena de supermercados mientras que Aldi supera ya la docena.