El parque marino 'vascofrancés' de Iberdrola encara la recta final con vistas a arrancar este año

En aguas francesas pero con sello vasco, el parque eólico marino de Saint Brieuc sigue quemando etapas según lo previsto. La construcción del complejo de Iberdrola, en el que participan Haizea Wind, Siemens Gamesa y Astilleros Balenciaga, está culminando la fase de colocación de los anclajes al lecho marino y las plataformas sobre las que se colocarán las torres para, en torno al verano, proceder a colocar los propios aerogeneradores, un total de 62.

Se mantiene así el objetivo de poder poner en marcha el parque dentro de este mismo año, tal y como se estableció en la hoja de ruta inicial del que será el primer parque eólico offshore de Iberdrola en Francia. Es un macroproyecto que contará con 500 MW de potencia que, una vez en marcha, se sumará a las instalaciones marinas ya operativas de la compañía vasca (West of Duddon Sands, ubicado en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico; e East Anglia One, en el mar del Norte). Además, Iberdrola tiene en distintas fases de desarrollo otros parques offshore en EEUU, Alemania y Reino Unido, este último el de mayor tamaño (East Anglia Three) y para el que ha firmado un macrocontrato recientemente con Haizea Wind.

Esa colaboración con proveedores vascos alcanza su máxima expresión en el propio Saint Brieuc, en la Bretaña francesa, donde incluso concursa uno de los tres principales astilleros vascos, Balenciaga, en este caso con un buque para el traslado de operarios que harán labores de mantenimiento.

Se trata de un auténtico hotel flotante botado por el astillero guipuzcoano el pasado verano y que supera los 83 metros de eslora, con capacidad para transportar hasta 60 técnicos de mantenimiento además de la propia tripulación. Hay que tener en cuenta que los molinos se encuentran un buen puñado de kilómetros mar adentro, lo que obliga a realizar el mantenimiento en turnos de dos semanas, durante las cuales los trabajadores no regresan a la costa.

Balenciaga 2

El control del mantenimiento del parque francés correrá a cargo precisamente de Siemens Gamesa, que suministra los propios aerogeneradores. La compañía de Zamudio vive su propio viraje y pone las miras de nuevo en la eólica marina para remontar resultados, incluso acaba de abrir un centro específico para offshore con medio centenar de ingenieros a caballo entre la sede vizcaína y Pamplona.

En el caso de Haizea Wind este parque ha servido a la firma de Zierbena para contar con una sucursal específica en suelo galo, en concreto en el Puerto de Brest, donde realiza el montaje de las torres de esos más de 60 aerogeneradores. Las partes que integran estos pilotes gigantes comenzaban a llegar el pasado septiembre a las instalaciones de Brest, donde se van ensamblando para su posterior traslado primero a las instalaciones de Siemens Gamesa en Le Havre y luego mar adentro.

La compañía de Borja Zarraga y Dámaso Quintana es un actor ya completamente asentado en el sector en Europa y, además de las ampliaciones previstas en el Puerto de Bilbao, sigue logrando hitos como el reciente salto a EEUU con una nueva fábrica de torres y monopilotes en Baltimore junto a US Wind.

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Objetivo 12.000 MW

El complejo liderado por Iberdrola sigue así cumpliendo los plazos establecidos tras una primera fase de colocación de anclajes al fondo y los soportes que van encima de estos pilares, suministrados por Navantia y Windar, sobre las que descansan las torres de los molinos.

Otro paso crucial fue la colocación, el pasado verano, de una subestación eléctrica de más de 3.000 toneladas de peso que será la encargada de recoger toda la electricidad producida por los 62 aerogeneradores, unos 1.820 GWh/año. Para trasladar a tierra la electricidad ha habido que instalar 90 kilómetros de cable submarino, casi tres veces más longitud que la necesaria habitualmente en un parque eólico terrestre, según explica la compañía de Galán.

Cuando Saint Brieuc entre en funcionamiento Iberdrola superará los 1.700 MW de potencia eólica offshore en Europa, cifra que se disparará una vez empiecen a girar las aspas, entre 2025 y 2026, del mayor parque de todos, el East Anglia Three, que rematará un gran complejo de aerogeneradores dividido en tres focos que en sí mismo sumará 3.000 MW. Será una de las patas centrales de la estrategia de renovables de Reino Unido para esta década. En los próximos años Iberdrola prevé invertir unos 30.000 millones de euros para alcanzar los 12.000 MW de energía eólica marina en sus parques de todo el mundo.