El fondo para asegurar el arraigo de grandes empresas Finkatuz sigue engordando. El músculo total de este instrumento dependiente del departamento de Economía y Hacienda que encabeza Pedro Azpiazu asciende tras la reciente ampliación a 307 millones de euros de los que están invertidos 104: algo más de 30 millones corresponderían a CAF, otros casi 7 a Kaiku y el resto a ITP Aero.
Es en la cesta de la aeronáutica de Zamudio donde el fondo ubicado bajo el paraguas del Instituto Vasco de Finanzas (IVF), que por su parte encara ahora una reformulación legal, tiene depositados la mayoría de sus huevos. La salida de Rolls-Royce abrió un largo proceso de búsqueda de nuevos actores que, bajo el liderazgo de Bain Capital, desembocó en la compra por parte de Finkatuz del 6% del accionariado del fabricante de motores aeronáuticos.
Un esfuerzo relevante a través de las arcas públicas que, como era objetivo desde el inicio por parte de Lakua, permite al Ejecutivo tener presencia en el consejo de administración. La confirmación de la operación el pasado otoño llegaba poco después del anuncio desde el departamento de Pedro Azpiazu de la adquisición de nuevas acciones de CAF por parte de Finkatuz, con lo que la participación pública en la firma guipuzcoana ascendía al 3%.
Fue la recta final del pasado curso un periodo fructífero para un instrumento financiero llamado a disponer de un protagonismo creciente como actor en grandes empresas vascas. La filosofía de este fondo es precisamente generar una unión entre el Gobierno y las compañías de tamaño importante y proyección internacional, de forma que la administración pueda tener un cierto control en la toma de decisión. A medida que el capital extranjero ha ido haciéndose con las riendas de grandes empresas vascas, y de forma paralela a la salida de Kutxabank de posiciones clave, Finkatuz se plantea como un dique de contención para evitar nuevos sustos.
Hasta tres operaciones en 2023
La capacidad inversora de Finkatuz ha ido aumentando año a año hasta que, con 40 millones más, alcanza en 2023 los 307 millones de euros. De esta cantidad únicamente un tercio está ya invertido, es decir, en la hucha hay 203 millones disponibles, por lo que en círculos empresariales se espera con interés cuál va a ser el próximo movimiento.
El propio consejero Azpiazu, también la titular de Industria Arantxa Tapia, vienen dejando claro además que hay opciones sobre la mesa. Como avanzó este medio en el borrador presupuestario de su departamento, Azpiazu apuntaba a hasta tres operaciones en empresas a través de Finkatuz, aunque el Ejecutivo de momento reserva sus balas. Ambos consejeros, Azpiazu y Tapia, han insistido siempre en que este tipo de inversiones requieren procesos de maduración largos que eviten pasos en falso.
Habrá que ver si Finkatuz mueve ficha en las últimas semanas de julio antes del parón vacacional de agosto o si deja los deberes ya para el otoño como ocurrió el año pasado. Por otro lado el propio Instituto Vasco de Finanzas, también enfocado a prestar respaldo empresarial, ha recibido de los presupuestos de este año otros 20 millones de euros.