Se acerca el fin del conflicto legal entre Bilboestiba, la sociedad que agrupa a las empresas de estiba del Puerto de Bilbao, y los 60 estibadores que eran contratados para jornadas puntuales y que denunciaron su situación en los tribunales. El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado por las empresas y por la ETT Randstad para tratar de dar la vuelta al sentido de las sentencias del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), lo que fuerza ya a la estiba a tomar una decisión para zanjar el asunto.
Básicamente las sentencias, dejando al margen las de un reducido grupo que ganaron tras la firma del último acuerdo marco, dan dos opciones: o la readmisión en plantilla como estibadores indefinidos o la indemnización como compensación a un despido improcedente. Y según ha podido saber Crónica Vasca la presidenta de Bilboestiba y máxima responsable de CSP Iberian (Cosco) en Bilbao, Elvira Gallego, ya ha comunicado a los sindicatos que se optará por lo segundo, es decir, se pagará a la mayor parte de los denunciantes para que pongan fin a su carrera en los muelles de Santurtzi.
Se consumará así una victoria agridulce para más de medio centenar de trabajadores que, en el caso de los más jóvenes, acumulaban 15 años de servicio en el Puerto de Bilbao. Por un lado ven reconocida su pretensión en los tribunales pero, a la vez, la opción del despido improcedente (una puerta que se cierra precisamente en el último acuerdo marco) les obliga a salir y a buscarse otra solución laboral lejos de los barcos. La mayoría recibirán entre 50.000 y 70.000 euros aunque hay sentencias que reconocen incluso cantidades más elevadas. Es el equivalente a entre uno y dos años de trabajo en el puerto.
Entre los denunciantes hay también media docena de estibadores cuya resolución se produjo ya con el último acuerdo marco en marcha y que pueden elegir si quieren quedarse o no. Algunos de ellos de hecho ya se han reincorporado al trabajo en los muelles. Y por otro lado hay que recordar que hay otra treintena de estibadores que venían realizando las mismas labores que no acudieron a los jueces y que, según Gallego, podrían ser repescados por el puerto más adelante dentro de esos compromisos adquiridos en el último convenio para rejuvenecer plantilla a medida que se produzcan jubilaciones.
Un concurso reciente
La pregunta que se hace todo el mundo ahora en el puerto bilbaíno es de dónde va a salir el dinero para indemnizaciones después de la crítica situación económica que vivió Bilboestiba hace justo un año y que le empujó incluso al concurso de acreedores. En principio las cuatro empresas de Bilboestiba (CSP, SLP, Bergé y Toro y Betolaza) asumirán entre todas la factura, que rondará los 7 millones de euros sumando a las indemnizaciones que recibirán los trabajadores las compensaciones a la Seguridad Social por los últimos años de contratación irregular. Será algo más baja de lo previsto inicialmente precisamente por la obligada readmisión de esa media docena de denunciantes 'tardíos'.
Hay que recordar que la firma del convenio y la salida del concurso se produjo de la mano de importantes reducciones salariales por parte de los 300 estibadores que trabajan de forma estable en Bilboestiba y no faltan ahora voces críticas que consideran que la solución de afrontar una factura millonaria no es la más acertada.
Más aun cuando está pendiente el cumplimiento de la sentencia ganada por ELA en su día sobre la falta de personal del grupo 1, que en principio puede resolverse con una reconfiguración de categorías sin hacer nuevas contrataciones pero que se antojaba una puerta también a la ampliación de la plantilla y a una salida pactada con los eventuales.