Foto de los premiados con el diputado general de Álava, Ramiro González

Foto de los premiados con el diputado general de Álava, Ramiro González

Empresas

Tres pequeñas grandes historias sobre industrialización sostenible

La Diputación de Álava premia por sus buenas prácticas a EGA Master, Valdemar y Udapa: un fabricante de herramientas, una bodega y una cooperativa de patatas fecundas en su compromiso con el medio ambiente

23 octubre, 2023 05:00

Industria y medio ambiente han sido, durante demasiado tiempo, como el amanecer y el ocaso, perros y gatos, Barça y Real Madrid. Una relación marcada por la preposición "versus".

Ahora, con el caos climático y las agendas 2030, el enfrentamiento ha empezado a diluirse y, en algunos casos, mutar en abrazo. Cada vez son más las empresas con ganas de innovar y avanzar a la par que el planeta, porque se reconocen contaminantes, asumen su deber de proteger el entorno y saben que cualquier mejora aumentará su competitividad. No hay que marchar lejos para encontrarlas. Álava, tierra especialmente fecunda en sector secundario, acaba de premiar a tres por sus prácticas sostenibles. Son un fabricante de herramientas, una bodega y una cooperativa de patatas: EGA Master, Valdemar y Udapa.

Lo bueno de los galardones es que ayudan a visibilizar ejemplos de todo lo que ya se está haciendo bien cuando más esperanza se necesita. Por eso la Alianza Alavesa por el Desarrollo Sostenible 2030 decidió crear, mano a mano con la Diputación, el certamen. Su nombre: Concurso de Buenas Prácticas en Industrialización Sostenible, Energías Limpias y Ecodiseño.

Un escaparate local para mostrar a la sociedad el compromiso de organizaciones que sostienen el tejido económico del territorio, inspirar a otras entidades en su camino hacia una actividad más responsable y, sobre todo, fomentar el intercambio de ideas. Justo lo que les sobra a los condecorados.

EGA Master se ha especializado en packaging sostenible

EGA Master se ha especializado en packaging sostenible

Una tonelada menos de envases

Si alguien quiere saber sobre packaging sostenible, en EGA Master encontrará todas las respuestas. El primer premio se lo ha llevado este fabricante de herramienta certificada para uso industrial, con presencia en 150 países, por crear un embalaje ultra respetuoso con el medio ambiente. El 26 de octubre, la empresa abrirá sus instalaciones ubicadas en el polígono industrial de Jundiz a todo el mundo para mostrar in situ el modelo. Ha sido el resultado de un meticuloso proceso de análisis y desarrollo, pero sobre todo de tener las cosas claras desde el principio.

"Queríamos provocar un impacto importante sobre tres ejes: descarbonización, economía circular y huella de carbono. Y queríamos conseguir una propuesta diferenciada para convertirnos en pioneros en el sector, generar efecto tractor y lograr un valor añadido, una imagen de marca".

Quien habla es Eduardo Urizar, responsable de Calidad de Gestión y Compliance de EGA Master. El premio evidencia que eso que perseguían lo han conseguido, aunque lo suyo ha costado. La empresa definió una estrategia con cuatro ejes y siete grandes líneas de actuación. Grosso modo, el modelo de packaging sostenible debía incorporar materiales reciclados procedentes de fuertes de origen certificado, ser compostable, con un diseño inteligente, garantizar la circularidad total de los envases y conseguir la  colaboración de los proveedores para que las buenas intenciones no se fueran al traste.

También se fijaron unos cuantos objetivos a cumplir de aquí a 2030, aunque solo en este tiempo los resultados ya han sido para presumir.

Algunos datos. "Hemos reducido el consumo bruto de envases y embalajes en más de una tonelada al año. También ha habido una importante reducción de residuos generados: 1.880 kilos en 2020, 2.200 en 2021 y 1.800 en 2022. La huella de carbono se ha reducido en más de un 20% en el último trienio, lo que nos ha permitido ser la primera empresa del sector de la herramienta en España en conseguir el doble sello Calculo+Reduzco. Y la empresa se ha ahorrado unos 5.000 euros al año".

Urizar lo tiene claro y el jurado lo vio igual de cristalino. EGA Master ha abierto el camino a muchas otras empresas que trabajan día a día con ingentes cantidades de packaging, para ser más sostenibles y de paso marcar la diferencia. Solo hace falta “responsabilidad, ganas e innovación”.

La segunda empresa premiada, Bodegas Valdemar

La segunda empresa premiada, Bodegas Valdemar

37 especies más de flora

De eso también sabe mucho la segunda empresa premiada, Bodegas Valdemar, a la que últimamente le llueven premios aquí y en todo el mundo. Tienen la culpa Ana y Jesús Martínez Bujanda, actuales escribidores de una historia de más de 130 años preñada de aventuras.

Los dos hermanos heredaron, además de las viñas, el espíritu innovador de su padre, Jesús. De ahí Sostenibilidad 360º, un proyecto súper potente que quiere asegurar el mejor legado posible a las siguientes generaciones y reforzar el compromiso con la sostenibilidad en Rioja Alavesa, pero también en Estados Unidos. La primera empresa vitivinícola no americana asentada en Washington es suya.

"Por eso hemos involucrado a cada una de las áreas de la organización. Queremos ser un proyecto 360º, unificador e indivisible. El respeto a la tierra es nuestro mayor objetivo, y de ahí nace la parte central de nuestra iniciativa, desde donde se vertebra el resto de áreas expuestas, como son la inclusividad, las acciones de mejora medioambiental en bodega y la transparencia”, destaca Ainara de Dios, responsable de Marketing y Comunicación de Bodegas Valdemar.

En los viñedos han hecho de todo para disparar la biodiversidad: crear cubiertas vegetales florícolas permanentes, plantar bordes y corredores biológicos formados por especies arbustivas propias de la zona, usar metodos no químicos para el control de plagas… Y los beneficios han sorprendido muy pronto. En los muestreos de 2022 dentro de la finca La Esperilla se identificaron 194 especies de flora, 37 más que el año anterior.

Además, ya hay 150 clases diferentes de invertebrados, tan decisivos para la polinización y la vida del planeta.

En bodega, también ha aterrizado la sostenibilidad a lo grande. El porcentaje de energía renovable usada ha aumentado un 50% gracias a la selección de comercializadora y el gasto eléctrico ha descendido un 20% desde 2019 con acciones como la colocación de luminarias Led y el establecimiento de una jornada laboral continua que “tanto ha favorecido la conciliación”. Asimismo se instalaron placas fotovoltaicas y un sistema de control energético para detectar y corregir ineficiencias en los consumos. Además ahora la empresa es más eficiente en la gestión de agua y logró generar un 20% menos de residuos e un año para otro; entre otras muchas medidas, con la recuperación del resto producido por la limpieza de tartratos.

Udapa, premiada por su nuevo envase

Udapa, premiada por su nuevo envase

Un 46% menos de plástico por bolsa

Donde hay mata, hay vino y también patata. Udapa se ha llevado el tercer premio gracias a su nuevo envase: un envoltorio de plástico monomaterial, más ligero y de menos dimensión, que disminuye el uso de materiales sintéticos y dispara la reciclabilidad. Eso sí, para alcanzar este resultado hubo que intentarlo una, dos, tres y hasta cuatro veces.

“En 2016 empezó la inquietud por el problema del plástico y la búsqueda de alternativas de envasado. En 2023 hemos recogido los primeros datos y las primeras conclusiones del proyecto. Costó pero no nos rendimos”, confiesa Jesús Moreno, director comercial de esta cooperativa productora y comercializadora del tubérculo alavés por excelencia.

Los tanteos comenzaron en 2017 con un embalaje cien por cien compostable, para lo que readaptaron una máquina de envasado. Al año siguiente lanzaban las primeras pruebas con solo papel, lo que obligó a invertir en nuevas herramientas. No funcionó.

En 2020 experimentaron con material íntegramente de celulosa. Parecía prometedora, así que en 2021 volvieron a abrir la hucha para darle una vuelta a la maquinaria que ya tenían y poder envasar en malla y bolsa de este material. Tampoco hubo éxito. Las redes y las bandas se rompían en el transporte o en el mercado. Los clientes empezaron a quejarse.

Udapa se puso las pilas y, aprovechando la entrada en vigor de la nueva Ley de Envases, inició un estudio con Gaiker. Ahí la empresa empezó a ver la luz. Los análisis demostraron que la celulosa, además del incordio provocado al consumidor, apenas reducía el impacto ambiental. Así que, tras un escrupuloso proceso de diseño y testeo, volvió el plástico.

Ahora bien, de otra manera: disminución del ancho de las bandas de marca propia en 26 milímetros, malla tejida en lugar de extruida para aligerar el peso del envase hata un 34%, reducción del espesor de la banda un 55% hasta convertirla en monocapa y uso de plástico monomaterial (100% PE).

Estos datos “toman como referencia una bolsa de patatas de 2 kilos”, matiza Moreno, “lo que significa que si antes un envase así pesaba 20,52 gramos, gracias a las nuevas medidas ahora son 9,5”. Eso supone una reducción del 46,3% en el uso de plástico de cada envase, y se ha notado mucho en las cifras globales. En 2021 llegaron a usar 44.633 kilos de plástico en todos sus bolsas. Ahora emplean 4.586 menos. De momento.

A Udapa le pasa como a EGA Master o Bodegas Valdemar: la mejora ha de ser constante, aunque sea a través de un gesto pequeño en un mundo de plástico. Por eso, seguirán “estudiando la viabilidad de reducir más aún las dimensiones y gramajes de los envases”. Cuando se trata de medio ambiente, es mejor sembrar la mínima expresión para cosechar la máxima sostenibilidad.