Camille Martínez, expansion manager de Bene Bono/Bene Bono

Camille Martínez, expansion manager de Bene Bono/Bene Bono

Empresas

Aterriza en Euskadi la startup que evita perder 1 millón de litros de agua y 500 kilos de CO2 en un mes

El 53% del desperdicio alimentario que se produce en Euskadi se genera fuera de nuestros hogares

28 octubre, 2023 05:00

Dar una ‘segunda vida’ a los alimentos es a menudo complicado. Aún en tiempos ‘complicados’ kilos de verdura pasada o fruta ‘excesivamente’ madura son tirados a diario al contenedor marrón en Euskadi, tanto que según los últimos datos de la fundación Elika, en Euskadi se desperdician 311.588 toneladas de comida al año y al menos el 28% de esta cantidad son partes comestibles de los alimentos. Dicho de otra manera, cada persona despilfarra, cuando menos, 40 kilos de comida al año.

Productos olvidados en la nevera, partes no aprovechadas de los alimentos, alimentos caducados o la mala conservación de estos, son las causas principales que nos llevan a tirar comida en los hogares; “motivos estéticos” es la primera motivación que provoca ese movimiento en las empresas. Y es que más del 53% del desperdicio alimentario que se produce en Euskadi se genera fuera de nuestros hogares.

Bajo este contexto aterriza en Euskadi Bene Bono, la startup que” salva frutas y verduras ecológicas e imperfectas”. Lo hace con la experiencia y éxito que han cosechado en otras grandes ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza, y tras haber conseguido salvar 153 toneladas de fruta y verdura ecológica, evitando la emisión de 45.900 KG de CO2 a la atmósfera y ahorrando 76.500.000 litros de agua. 

Cesta de Bene Bono/Bene Bono

Cesta de Bene Bono/Bene Bono

Ahora llega a Vitoria y a Bilbao con la premisa de lograr lo mismo aquí, idea que parece que ha tenido buena aceptación ya que solo en tres semanas se han suscrito 335 clientes y salvado 2.000 kilos de fruta y verdura. Cantidad que se traduce en “haber evitado el desperdicio de más de 540 kilos de CO2 y 900.000 litros de agua, por lo que en nuestro primer mes ahorraremos más de un millón”, explica Camille Martínez, Expansión Manager de Bene Bono. 

Su modelo de negocio está adaptado a los nuevos tiempos: una suscripción mensual con la que te llega a casa una cesta repleta de frutas y verduras “con pequeñas taras estéticas pero igual o más buenas que las encontradas habitualmente en tienda”, recalca. Para ello, conectan a agricultores locales con los consumidores, ayudándoles a evitar la pérdida económica que les supone. Y es que, el sistema de cestas por suscripción aporta un beneficio económico para los consumidores, “que acceden a un producto ecológico de calidad y cultivado en España hasta un 30% más barato que los productos ecológicos que se venden en otros supermercados”, describe.

Ya son 45 los productores locales que se han adherido a esta iniciativa y que van rotando en el envío “dependiendo de la temporada y la disponibilidad del producto”.  La idea surgió hace tres años y medio y se articula sobre tres pilares: “El producto ecológico, 100% español y la comunicación directa tanto con los consumidores como con los productores”, relata Martínez. 

Esta pequeña startup tiene el objetivo de crecer un 50% hasta final de año, llegando a dar servicio en alrededor de 10 ciudades españolas. Confiesa que a corto plazo se plantean extender el servicio a San Sebastián “porque los vascos están muy concienciados con estas iniciativas”. Así, la capital guipuzcoana y algunos de sus habitantes se sumarían a los más de 2.500 clientes activos que reciben su cesta semanal por suscripción en España, haciendo que preparen de media 1.500 cestas por semana.