La plantilla de Nervacero pide a Lakua que asegure las inversiones ante la crisis de Celsa

El comité de Nervacero, la principal planta productiva de Celsa en Euskadi con 350 trabajadores, ha trasladado esta tarde al departamento de Arantxa Tapia su "máxima preocupación" y que acompañe para asegurar las inversiones en la fábrica ante la incertidumbre en torno al futuro del grupo. "Estamos completamente abandonados", señalan fuentes sindicales ante la falta de una dirección industrial tras la victoria de los fondos de inversión en el juicio con la familia Rubiralta.

En la reunión de este jueves se ha abordado la cuestión de ese 20% de la propiedad que irá a parar a manos de una compañía industrial. En ese sentido los representantes de la plantilla han mostrado al Gobierno vasco su preferencia por una empresa industrial "cercana" para entrar como socio industrial en Celsa. Como avanzó Crónica Vasca, entre los sindicatos de las fábricas vascas, incluso fuera de Euskadi, la opción preferente para ese 20% es la de Sidenor con José Jainaga a la cabeza.

Sobre el nuevo papel de los fondos de inversión, y a pesar de que se va a firmar un acuerdo de garantía del empleo con el Gobierno español para año y medio, los representantes de los trabajadores en Nervacero han transmitido a Lakua el temor que existe en la plantilla a que la fábrica pueda ser motivo de "movimientos especulativos y caer en manos de agentes ajenos al sector industrial".

El comité, encabezado por UGT, reclama al Gobierno vasco que sea parte activa en este proceso y "garante" tanto del volumen como de la calidad del empleo en Nervacero y de la viabilidad del proyecto industrial. Para ello es "imprescindible" realizar inversiones en las instalaciones, remarca el comité.