Las obras para la interconexión eléctrica ya han comenzado en su extremo español, en la localidad vizcaína de Gatika.

Las obras para la interconexión eléctrica ya han comenzado en su extremo español, en la localidad vizcaína de Gatika. CV

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La interconexión con Francia se encarece un 63% y no evitará la pérdida de un 85% de la energía transportada hasta Europa

El trazado diseñado para transportar electricidad a 400 kV, calificada como de muy alta tensión, discurrirá bajo tierra y mar desde España, a lo largo de 400 kilómetros, atravesando siete localidades, tres de ellas vascas, en un macroproyecto que incrementa su coste hasta los 2.850 millones de euros

6 diciembre, 2023 05:00

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La interconexión eléctrica del Golfo de Bizkaia que unirá España con Francia parece despegar 25 años después de su presentación con el inicio de las obras en ambos extremos del trazado, tanto en Gatika como en Cubnezais, pero las características del proyecto han cambiado ostensiblemente.

En primer lugar, ha cambiado el trazado proyectado en sus inicios. Las dificultades de sumergir los dos pares de cables de ida y vuelta que transportarán electricidad a muy alta tensión (400 kV) a través del mar Cantábrico han hecho que el cable deba salir durante casi 100 de los 400 kilómetros del recorrido, lo que afectará a un total de 7 poblaciones, 3 de ellas en Euskadi -concretamente a Gatika, Maruri-Jatabe y Lemoiz- y las 4 restantes en Francia - Seignosse, Hossegor, Capbreton y Cubnezais.

Del nuevo recorrido sale Mungia, después de que el Ayuntamiento de la localidad vizcaína presentase alegaciones al plan, pero entran los municipios franceses de Seignosse, Hossegor y Capbreton, que se verán afectados de forma directa a causa de cuestiones técnicas que impiden poder continuar por mar hasta el destino final, por lo que para evitar el cañón submarino de Capbreton han optado por elevar de nuevo los cables a cota terrestre antes de volver a sumergirlos para llegar a Cubnezais.

En segundo lugar, el presupuesto también es diferente, ya que el importe de este macroproyecto se ha incrementado ni más ni menos que un 63%, pasando de los 1.750 millones estimados en su origen, que han sido revisados al alza hasta alcanzar los 2.850 millones de euros, con un margen adicional de riesgo de 250 millones. Un incremento de precio que se enmarca dentro de “un contexto de tensión en los mercados de materias primas”, explican.

Trazado de la interconexión eléctrica entre España y Francia.

Trazado de la interconexión eléctrica entre España y Francia. Red Eléctrica

Francia, la principal beneficiaria

No obstante, su encarecimiento no ha paralizado el proyecto, a pesar de los rumores iniciales, pero sí ha provocado que el pasado 2 de marzo, la Comisión Nacional de los Mercados (CNMC) -como autoridad reguladora española- y la Commission de régulation de l’énergie (CRE) -en el lado francés-, renegocien los porcentajes concernientes a la financiación que asumirá finalmente cada uno de los dos países con el objetivo de poder seguir adelante con esta ambiciosa infraestructura, que mantiene su clasificación como “prioritaria para España” y “de interés común para Europa”, ya que, según destacan, “sigue siendo beneficioso para ambos países y, en particular, para Europa”.

De hecho, el respaldo europeo permanece invariable, ya que, a pesar de que el plan ha sufrido alteraciones importantes desde su presentación, la Comisión Europea, a través del Mecanismo Europeo de Interconexión (MIE), mantiene su apoyo económico por valor de 578 millones de euros.  Lo que sí cambia es el compromiso de España, que pasará a financiar el 54% del proyecto, frente al 62,5% establecido en 2017; mientras que Francia asumirá un 46% del presupuesto, en vez del 37,5% suscrito entonces, después de exigir que los ciudadanos españoles asumieran todos los sobrecostes.

Y, en tercer lugar, el mercado energético también ha cambiado durante los últimos años hasta el punto de que lo que iba a convertirse en una infraestructura especialmente beneficiosa para España, en estos momentos, según los expertos en energía, el principal interesado sería Francia, ya que la Península Ibérica se ha convertido en uno de los principales generadores de energía renovable de toda Europa, lo que permitiría a los franceses aprovecharse de energía verde de forma rápida y más económica. 

Cables construidos en la interconexión subterránea Baixas-Santa Llogaia por los Pirineos orientales.

Cables construidos en la interconexión subterránea Baixas-Santa Llogaia por los Pirineos orientales. Red Eléctrica

En cambio, a España llegaría energía procedente de las centrales nucleares de Francia, tras la calificación de la energía nuclear como energía verde por parte de Europa primando los intereses económicos de Francia y Alemania, principales defensores de este tipo de energía. Es por eso que en la relación coste-beneficio saldría beneficiado el país galo en detrimento de España.

Fugas en la red energética europea

Desde Red Eléctrica (RE) y Red de Transporte Eléctrico (REE), su homónima francesa, ponen en valor que la interconexión eléctrica del Golfo de Bizkaia “permitirá aumentar la capacidad de intercambio de electricidad entre España y Francia hasta los 5.000 MW, frente a los 2.800 MW actuales”. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque por un lado, con la entrada en funcionamiento de esta infraestructura, se aprovecharán 2.023 GW/hora anuales de energías renovables, puesto que a partir de entonces pasarán a entrar en la red energética europea, un informe elaborado por la la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSOE) advierte de las deficiencias de dicho sistema, ya que a pesar de la puesta en marcha de esta interconexión entre España y Francia, el mercado europeo seguiría emitiendo pérdidas estimadas en 1.717 GW/hora anuales de energías renovables a lo largo de su red, por lo que pone en cuestión la eficacia del trasvase de energía entre países como modelo viable en términos no sólo medioambientales, sino también económicos, ya que un 85% de la energía transportada se pierde por el camino, tal y como refleja el estudio.