Euskadi vuelve a abrir las puertas a las empresas energéticas, que encuentran en este territorio las vías necesarias para llevar a cabo nuevos proyectos relacionados con la muy alta tensión. Acaban de comenzar las obras para la interconexión eléctrica que, para hacer posible el trasvase energético de Francia con España, atravesará el suelo de tres localidades vizcaínas, concretamente de Gatika, Maruri-Jatabe y Lemoiz, mediante cables por los que transportarán electricidad a 400 kV. Pero además, el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha dado luz verde a la empresa Forestalia para la construcción de cinco autopistas de muy alta tensión a lo largo de toda España, otórgandole así mayor capacidad para rentabilizar sus proyectos.
Como las subestaciones eléctricas de Aragón, que son las que evacúan la energía producida en las instalaciones de Forestalia, están saturadas, este promotor privado de energías renovables ha solicitado permisos para conectarse a instalaciones situadas fuera de esta comunidad autónoma. Quiere comercializar en Euskadi, Cataluña y Valencia, la energía eléctrica que produce en sus 18 parques eólicos y sus 3 parques fotovoltaicos que gestiona en Aragón, que se reparten entre Huesca, Zaragoza y Teruel, para que sean más rentables.
Los planes de Forestalia pasan por construir una red de evacuación de muy alta tensión (400 kV), compuesta por al menos seis líneas que atravesarán hasta doce provincias a lo largo de un trazado de más de 1.300 kilómetros de longitud en el que plantarán centenares de torres de 70 metros de altura. Además de atravesar Huesca, Zaragoza y Teruel, que son los tres territorios donde se ubican los parques de Forestalia, esta empresa privada quiere abrirse camino en Álava, Bizkaia, La Rioja, Burgos, Navarra, Lleida, Tarragona, Barcelona y Valencia, invadiendo suelo, por tanto, de seis comunidades autónomas: País Vasco, La Rioja, Navarra, Castilla y León, la Comunitat Valenciana y Cataluña.
Oposición de todas las comunidades autónomas afectadas
A pesar del rechazo expresado por los territorios afectados, cinco de estas seis líneas ya han obtenido el respaldo del Ministerio de Transición Energética. La sexta línea aún está pendiente de aprobación. Sin embargo, los gobiernos autonómicos, los grupos ecologistas y parte de la ciudadanía han dado la voz de alarma ya que, además de ser proyectos “medioambientalmente insostenibles”, denuncian, alertan de su “ineficiencia”, porque los puntos de trasvase de la energía deben estar lo más cerca posible del lugar en el que se producen para evitar pérdidas, explican.
Tampoco entienden “cómo se pone la alfombra roja a una empresa privada”, cuando hasta ahora la sociedad Red Eléctrica (RE), compuesta con mayoría de capital público, era la única autorizada para transportar alta tensión y muy alta tensión en España, por lo que temen que esta aprobación “abra las puertas a otras empresas”, que, en vez de utilizar las líneas ya existentes, opten por proponer trazados nuevos, multiplicando el número de líneas y por ende su impacto, con “todos los perjuicios que ello supondría para la salud de las personas y para la protección de la fauna y del medioambiente”.
Desde su irrupción en el sector de las energías renovables en 2016, Forestalia ha promovido más de 2.000 megavatios de potencia, de los que 1.500 MW son eólicos y 500 MW fotovoltaicos. Además de participar en proyectos compartidos con otras empresas, Forestalia cuenta con una cartera de proyectos en operación, construcción y tramitación con la que espera alcanzar una potencia instalada de al menos 1,2 gigavatios para su gestión directa en los próximos años.
Línea Biota-Vitoria / Biota-Gatika
De las seis líneas de muy alta tensión proyectadas por Forestalia, hay dos que afectan directamente a Euskadi. La Línea 4, Biota-Vitoria, además de atravesar Álava, cuenta también con una ramificación, Biota-Gatika, que transcurre por Bizkaia y termina en Gatika. Este trazado, de 179 kilómetros, parte desde esa localidad zaragozana, donde Forestalia produce energía eólica, y atraviesa Navarra hasta la muga con Álava, donde se bifurca en dos caminos, uno hacia Vitoria-Gasteiz y otro hacia Gatika.
Este trazado ha recibido alegaciones por parte del Gobierno vasco, que considera esta línea “no aceptable” por sus afecciones, especialmente en la zona de La Llanada, al igual que de la Diputación Foral de Álava, que habla de “daños inasumibles”, tras alertar de su alto impacto en el territorio. Sin embargo, este trazado ha sido “aprobado con reparos” por parte del Gobierno central, quien obliga a Forestalia a soterrar parte de la infraestructura y a compartirla con Red Eléctrica.
Línea Tauste-Jundiz
El segundo camino propuesto por Forestalia que también afecta a la población vasca es la Línea 5, la de Tauste-Jundiz, con la que esta empresa espera evacuar un volumen de 8 GW de electricidad. Con un itinerario de 185 kilómetros, el trazado tendrá su origen en el territorio de Tauste, situado en el noroeste de la provincia de Zaragoza, en la comarca de Las Cinco Villas, que espera convertirse en un macrocentro de producción de energías renovables, y se abrirá camino hasta el municipio alavés de Jundiz, tras pasar por Burgos y La Rioja. En terreno alavés dejaría hasta 30 torres entre Labastida, Berantevilla y Zambrana, aunque habrá varios tramos soterrados “para minimizar afecciones ambientales, paisajísticas y socioeconómicas”, adelantan desde Forestalia.
La semana pasada, este trayecto recibió la aprobación por parte del MITECO. Y, si bien queda condicionado al visto bueno de las comunidades autónomas a las que afecta, según explica Forestalia, “el proyecto ya dispone de las pertinentes autorizaciones de acceso y conexión por parte de Red Eléctrica en las subestaciones de Santa Engracia (La Rioja), Miranda de Ebro (Burgos) y Jundiz (Álava)”.
El resto de líneas
Los otros tres trazados de Forestalia ya aprobados por el Ministerio para la Transición Ecológica son Almudévar (Huesca) - Isona (Lleida), de 152 kilómetros (Línea 1); Grañén (Huesca) - Els Hostalets de Piérdola (Barcelona), de 272 kilómetros (Línea 2); y Valmuel (Teruel) - Begas (Barcelona), de 182 kilómetros (Línea 3). Y pendiente de aprobación, a la espera de su declaración de impacto, está la Línea 6, Ojos Negros (Teruel) - La Eliana (Valencia), de 188 kilómetros.