Decían "esto es basura" pero ya se vende en El Corte Inglés
Ekomodo, una joven marca donostiarra que en solo cinco años ha reciclado más de 300.000 botellas de plástico para convertirlas en complementos, entra por la puerta grande de estos famosos grandes almacenes con fundas de ordenador y tablet
25 diciembre, 2023 05:00Ya es Navidad en El Corte Inglés. Reclamos chillones en cada esquina. Pasillos atiborrados de necesidades artificiales. Perchas que transforman lo trivial en imprescindible, lo fútil en indispensable. Bolsas pegadas a personas abriéndose paso como sirenas de emergencia. Una constelación de impulsos vacíos y, a la vez, de buenas intenciones. Todo el mundo comparte misión: encontrar el regalo perfecto para, con un poco de esmero, sorprender. Podría ser una raqueta de tenis, el último best seller, un diminuto frasco de perfume. O, mejor aún, basura. Basura útil y bonita que cambia el mundo. La basura de Ekomodo.
Esta marca donostiarra formada por gente joven transforma botellas de plástico de toda la vida en complementos diseñados con mucho estilo: accesorios tech, mochilas y carteras, recipientes para bebida, papelería, ideas para el hogar... Se puso a la faena hace cinco años y, aunque eso es muy poco tiempo en el mundillo empresarial, ya ha saltado a la Primera División del comercio. Desde hace escasos días la sección de informática de 20 cortes ingleses vende sus fundas de ordenador y tablet. “Es algo que cuando empezamos no nos podríamos haber ni imaginado. Entrar en una tienda que conocemos desde que nacimos y ver nuestros productos, nuestros diseños... ¡Está siendo tan surrealista como mágico!”, asegura el fundador de Ekomodo, Aritz Gartzia.
En realidad, no hay truco. En absoluto. Más bien es la mezcla justa de esfuerzo, convicción por contribuir a un mundo un poco más amable y buen gusto. Por eso conviene echar la vista atrás. Concretamente a 2017 y una fábrica ubicada en un pequeño pueblo de Gipuzkoa: Eko-REC, referente internacional en reciclaje y economía circular, la única de Europa que recicla botellas de plástico PET. Ese año, en ese lugar, se conocieron Gartzia, Adriana Uribesalgo y David Zabala, dentro del departamento de I+D. Y arrancó una misión. Convertir la fibra “en productos reciclados y sostenibles chulos, útiles y de calidad, que la gente quisiera llevar y usar en su día a día”.
En 2018 nacía Ekomodo como nueva línea de negocio de Eko-REC. De las primeras investigaciones surgieron unas fundas de ordenador “que para el planeta eran muy buenas, pero para nuestra vista quizá no tanto...”, recuerda con humor Judit Astigarraga, responsable de comunicación. El equipo coincidió en que “debía dar caña al diseño, que es un factor que en nuestro mundo se suele descuidar mucho, pero fundamental si queremos convertir lo sostenible en algo realmente atractivo para el consumidor”. Y ahí fue donde centró esfuerzos: en crear productos que, además de ser respetuosos con el planeta y las personas que los fabrican, “son chulos y te gustan más allá de los valores que tienen detrás”.
En 2019 llegó la validación del producto y del modelo de negocio en el mercado. O sea, la fundación de Ekomodo como empresa. Comenzaron los pedidos. Pequeños al principio. Luego los donostiarras montaron una e-commerce y su público fue ampliándose, hasta llegar a clientes de la altura de L’Oréal, Correos o American Express. En la actualidad están presentes en varios marketsplaces online y una treintena de puntos de venta por toda España, fundamentalmente concept stores, librerías y tiendas de informática. Una amplia red de espacios a la que ahora se suman los famosos grandes almacenes. “La realidad es que la acogida que hemos tenido nos ha sorprendido desde el principio. Nacimos en un momento en que lo sostenible se asociaba con algo soso, feo, beige… Quisimos romper un poco con esa idea y, creemos que por eso, la gente se enganchó con bastante facilidad a nuestro proyecto”, considera Aritz.
El mercado de lo eco ha evolucionado drásticamente en los últimos años. Hace cuatro días conceptos como greenwashing ni siquiera existían, “y ahora nos toca seguir nadando en esta marea de sostenibilidad y diferenciarnos con una iniciativa que apuesta por sacar productos sostenibles de verdad y que aportan un valor real”. De 2019 a ahora los donostiarras han reutilizado 313.092 botellas de plástico. Y esto solo es el impacto en el medio ambiente. Ekomodo utiliza materia prima de casa y fabrica los productos en talleres de inclusión social. Traducción: más de 7.000 horas de empleo generadas para colectivos vulnerables.
En Ekomodo tienen claro que las empresas “son parte del problema”, así que están condenadas a convertirse “en parte de la solución”. Por eso lograron el certificado que los acredita como organización B Corp y siguen incorporando cuantas mejoras sean precisas para ser una compañía más justa, responsable y transparente. Todo ese empeño ha traído de la mano multitud de reconocimientos públicos y unos cuantos aliados por el camino. “Si algo estamos percibiendo es que cada vez más personas y empresas están convencidas de que el futuro será sostenible o no será… y quieren remar en nuestra misma dirección”, sostiene Judit.
Ni siquiera el precio de los productos, que suele ser el clásico escollo en todo lo que huele a sostenibilidad, más en tiempos de inflación desbocada, está siendo una traba tan grande como cabría suponer para la progresión de la marca. “Es cierto que el factor del precio sigue siendo una barrera importante para el público español, pero en los últimos tiempos estamos notando una evolución muy grande. La gente es cada vez más consciente de que lo bien hecho cuesta un poco más… y merece la pena”, apunta Aritz.
El equipo se reconoce “optimista” y asume cada nuevo reto con entusiasmo. “La entrada en El Corte Inglés, por ejemplo, está siendo jugar en otra liga. Nos plantea desafíos muy interesantes a nivel de stock, de logística o incluso de comercialización”. Nunca hasta ahora los vascos se habían visto en el brete de llamar la atención del cliente entre veintitantos modelos de funda. Y han decidido plantar cara al lance como cuando se volcaron en sus primeros diseños. Dando caña. Cada uno de los productos lleva incorporado el mismo aviso: “Esto es basura”. Porque en Ekomodo no hay trampa ni cartón. Solo, que no es poco, plástico que cobra nueva vida.