Veinte años del BEC: de la millonaria deuda a su alto impacto económico
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Hace 20 años, en abril de 2004, se inauguraba la nueva feria de muestras de Bilbao. Bajo las siglas de BEC - Bilbao Exhibition Center, las ingenierías Idom y Sener construyeron un edificio multiusos de más de 250.000 metros cuadrados y una torre de 98 metros de altura, en el barrio barakaldés de Ansio, en los antiguos terrenos de Altos Hornos de Vizcaya. Durante todo este tiempo, sus pabellones modulares han acogido cientos de ferias, congresos, conciertos, eventos deportivos y otro tipo de actos multitudinarios que han situado a Bizkaia en el circuito internacional.
Sin embargo, dos décadas después, las instituciones siguen tratando de amortizar la deuda contraída para poder hacer realidad esta infraestructura, propiedad a partes iguales del Gobierno vasco y de la Diputación Foral de Bizkaia con un porcentaje del 43,48% cada uno, y con participación del Ayuntamiento de Barakaldo (5,70%), el Ayuntamiento de Bilbao (4,25%) y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao (3,09%).
Y es que para la construcción del BEC, que costó 482 millones de euros, se solicitó un préstamo de 400 millones de euros. Para hacer frente a la deuda, tanto Gobierno vasco como la Diputación establecieron una aportación conjunta anual que en 2014 elevaron esta cifra hasta los 32 millones a fin de amortizarla en 2027.
Prórroga del préstamo durante el COVID
No obstante, el covid modificó el calendario de pagos y la feria de muestras decidió renegociar sus condiciones de financiación para permitir mayor holgura a las administraciones vascas en unos momentos tan complicados en los que la sanidad era el gasto prioritario, según reveló el director general de BEC, Xabier Básañez, en una reciente entrevista con Crónica Vasca.
De esta forma, durante 2021, 2022 y 2023, el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia han aportado únicamente la cantidad correspondiente al pago de intereses, 11,6, 10,5 y 10,5 millones respectivamente. Pero pasada esa prórroga, en 2024 han vuelto a aportar los 32 millones de euros anuales previos a la pandemia.
Las instituciones retoman así su compromiso con la feria de muestras, a la que le queda por abonar la deuda que tenía a fecha de 2020, de 200 millones de euros aproximadamente entre el préstamo suscrito con el BEI, el Banco Europeo de Inversiones, del que le queda de pagar en torno a 75,75 millones de los 250 solicitados; y el de Kutxabank, con 114 millones pendientes de los 150 concedidos, y que ahora amortizará en 2029 y 2031 respectivamente.
224 eventos en 2023
La deuda millonaria de esta infraestructura es algo que siempre ha sido objeto de polémica y motivo de análisis crítico, ya que sus detractores cuestionan la rentabilidad de este macropabellón.
Desde el BEC defienden el alto impacto económico que genera en Euskadi, que el año pasado alcanzó niveles récord con 156 millones gracias a la celebración de 224 eventos, de los que 164 fueron convenciones, 34 ferias y certámenes, y 26 conciertos. Además, según su análisis, la feria de muestras recibió a más de 900.000 visitantes y creó en torno a 3.000 empleos entre los meses de enero y diciembre.
Aun con todo, sus detractores piden mayor transparencia en las cuentas de esta infraestrutura pública, que tiene entre sus principales retos el de lograr el equilibrio financiero, ya que a día de hoy, presenta pérdidas los años impares, y valores cercanos a cero los años pares, coincidiendo con la celebración de la Bienal de Máquina Herramienta, que sigue siendo su evento estrella. "Estábamos a punto de lograr nuestro equilibrio financiero en el año 2020, pero con la pandemia resultó imposible ", indicaba Basáñez en dicha entrevista. De esta forma se explicarían los números rojos que acumula en los últimos tres años.