Xabier Basañez: “Si no existiera el BEC, habría que inventarlo”

Xabier Basañez: “Si no existiera el BEC, habría que inventarlo” BEC

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Xabier Basañez: “Si no existiese el BEC, habría que crearlo”

El director general de Bilbao Exhibition Centre repasa los veinte años de historia de estas instalaciones y nos cuenta cómo ha cambiado la industria de los eventos en este periodo

20 enero, 2024 05:00

Bilbao Exhibition Centre está de aniversario y es que desde que abrió sus puertas han pasado veinte años. Un dulce aniversario, además, ya que acaba de presentar sus datos de 2023, donde ha obtenido un impacto récord de 156 millones de euros. Sus instalaciones estuvieron ocupadas 315 de los 365 días del año y acogió la celebración de 224 eventos, que recibieron a más de 900.000 visitantes.

El director general de BEC, Xabier Basañez, repasa estas dos décadas de historia del recinto, que supuso un antes y un después en la celebración de eventos en Bizkaia, y nos cuenta cómo ha cambiado el sector en este periodo y la repercusión que tuvo la pandemia.

-2023 ha sido un año récord para el BEC, pues generó un impacto de 156 millones de euros. ¿Podríamos decir que se ha logrado sortear la pandemia tras dos años muy complicados?

-Hablábamos del 2022 como un año de transición y, en líneas generales, fue bueno, aunque con los datos de 2023 podemos confirmar ya que está totalmente superada. Ya no hablamos de transición, sino que hablamos de normalidad absoluta y lo hacemos, además, con unos excelentes datos récord, con un impacto económico de 156 millones de euros y más de 3.000 empleos generados. 

-Estamos hablando de que desde la puesta en marcha del BEC, en 2004, los datos han ido mejorando poco a poco, salvando los dos años del COVID. ¿Qué previsión hay para este 2024, año en el que se habla de una posible debilitación económica?

-Efectivamente. Salíamos de la pandemia en el 21, nada más empezar el 22 arrancamos con la guerra en Ucrania y en 2023 la de Israel y Gaza. En el ámbito económico ha repercutido, especialmente con la escalada de precios, los crecimientos del IPC y los desabastecimientos y problemas en algunos sectores, pero la economía en general, y en Euskadi en particular, ha seguido creciendo.

Somos un país eminentemente industrial y la industria se ha comportado bien. Todos hemos tenido que ajustarnos a los márgenes y hacer frente a un sobrecoste en la factura energética, que posteriormente se ha moderado, pero que también afectó mucho a la cuenta de resultados. Todas esas incertidumbres todavía están ahí… 

-Ahora mismo, la crisis del Mar Rojo también está complicando la logística y repercutirá en sus precios…

-Y habrá otras crisis que vendrán, pero la economía sigue tirando y nosotros seguimos trabajando para conseguir eventos y conseguir resultados. No hay que dejarse llegar por el negativismo y no hacer nada, sino todo lo contrario.

El director del BEC se muestra optimista con respecto a la agenda de eventos prevista en 2024.

El director del BEC se muestra optimista con respecto a la agenda de eventos prevista en 2024. BEC

-¿Qué agenda tiene el BEC para 2024?

-La previsión es muy buena. El primer semestre está ya prácticamente cerrado y va a ser excelente, con la Bienal, Windeurope, diversos conciertos… y aún estamos incorporando nuevos eventos en el segundo semestre.

-¿Cree que empresas, entidades y público han retomado los eventos después de la pandemia con más ganas? Al mismo tiempo, también nos hemos familiarizado más con la tecnología, ya que muchas de esas reuniones, por fuerza extrema, se han hecho por streaming. ¿Cómo ha influido el COVID en este sentido?

-La pandemia hizo que nos preguntásemos si tal vez no volveríamos a juntarnos para una reunión, un congreso o una feria, y la verdad es que ha sido todo lo contrario, se han impulsado más. Se ha disparado esa necesidad, pero no somos ajenos a la tecnología tampoco. Es algo complementario. Es decir, estamos trabajando para que los eventos que se celebran aquí en formato físico tengan una traslación digital a través de una plataforma donde puedas descargarte contenidos, comprar, contactar con expositores o visitantes… y hacer uso de muchas aplicaciones que permite la tecnología. 

En vez de un riesgo o una amenaza, creo que se ha convertido en una oportunidad y todavía nos quedan muchas cosas por ver en el ámbito tecnológico con la inteligencia artificial. Y es positivo aprovecharnos de los avances e innovaciones que puedan surgir en este ámbito, para hacer más eventos y con mayor valor añadido para mejorar la experiencia de nuestros clientes. 

-El networking que se puede hacer en una feria presencial sigue siendo algo muy valorado que se pierde en formato digital.

-Sí. En tres días que dura una feria puedes establecer contacto con cientos de clientes que, de otro modo, tardarías meses en conocer, con la inversión de tiempo y el gasto de viajes que supone… La tecnología da muchas facilidades, pero, en el ámbito empresarial, cuando vas a dar la mano para hacer un negocio, quieres ver quién está detrás. Entonces, es muy necesario el face to face, el contacto físico, la confianza… Y no digamos en el ámbito del ocio. Seguimos yendo a los conciertos porque nos gusta interactuar.

-Si hablamos de público, más de 900.000 personas visitaron el BEC el año pasado, ¿están cerca del techo?

-Hemos alcanzado 1 millón de personas en los primeros años del 2000, con ferias que acumulaban a mucha gente. Ahora, en cambio, hay una mayor concentración de ferias de menor gente. Son ferias profesionales que tienen menos gente pero tienen mucho más impacto profesional. 900.000 personas es una cifra excelente, pero nuestro objetivo no es llegar al millón, sino superar con creces esos 156 millones de euros de impacto económico y, este 2024 es fácil que lo hagamos.

El BEC generó un impacto económico de 156 millones de euros en 2023, tal y como advierte su director, Xabier Basañez.

El BEC generó un impacto económico de 156 millones de euros en 2023, tal y como advierte su director, Xabier Basañez. BEC

-En su informe, aseguran que la actividad de BEC generó más de 3.000 puestos de trabajo en 2023, ¿cuántos son empleos directos?

-Aquí tenemos una plantilla fija, estable, de cerca de 70 personas, pero trabajamos con empresas de mantenimiento, seguridad, imagen, limpieza, montaje, servicios audiovisuales, traducción, publicidad... que emplean a cientos de personas, dependiendo de las características del evento. Tendremos más de 40 concursos públicos en vigor de todo tipo de servicios. Además, de forma indirecta, la actividad de BEC genera actividad, y con ello puestos de trabajo, en otros ámbitos, como bares, restaurantes, hoteles, transporte…

Retos a futuro

-Si hablamos de futuro, ¿cuáles son las líneas del plan estratégico del BEC para los próximos años?

-En relación a nuestro plan estratégico, tenemos diversos ejes estratégicos. Cuatro de ellos consisten en tener más y mejor actividad en nuestras cuatro líneas de negocio: ferias, conciertos, convenciones y otras actividades, como el alquiler de espacios. Y además hay otros ejes transversales, como la digitalización, la mejora de la experiencia del cliente o usuario y la sostenibilidad.

-Teniendo en cuenta que una de sus líneas estratégicas es la digitalización, ¿qué oportunidades se generan en este campo?

La digitalización nos permitirá generar nuevos ingresos por nuevos servicios que podamos ofrecer o por nuevos eventos que puedan venir de este mundo digital. Como reto dentro del tema de la digitalización, creo que en los próximos años van a ser determinantes para el sector de eventos la ciberseguridad y la inteligencia artificial.

-¿Y con respecto a la sostenibilidad? ¿Cree que hay margen para reducir la huella de carbono de eventos de este tamaño?

-Sí. Estamos trabajando, de hecho, la sostenibilidad desde distintas áreas. Una de las cosas más visibles es que hemos ampliado nuestra planta solar, hemos puesto electrolineras en el parking y estamos obteniendo diversos sellos de sostenibilidad. Pero además, estamos trabajando por hacer eventos sostenibles a través de un proyecto internacional que es Net Zero Carbon Event, con vistas a que en 2050, todos los eventos que se hagan en el ámbito ferial, congresual y en recintos como BEC no sean contaminantes. Es un reto ambicioso y hay mucho trabajo por delante, pero es una demanda social. Tenemos que ser sostenibles, no sólo medioambientalmente, sino también económica y socialmente.

Orígenes y situación financiera

-Hace veinte años que Bilbao Exhibition Centre abrió sus puertas. Usted se incorporó dos años después de que echara a andar, pero ¿recuerda los orígenes de este edificio?

-Esto no nació de cero, sino que la Feria Internacional de Muestras de Bilbao llevaba ya casi 70 años funcionando. Fueron años de mucha ilusión y mucho trabajo y, además, en ese momento la economía era boyante. Fue un proyecto muy ilusionante y todo un reto, ya que utilizando los mismos mimbres, las mismas personas y el mismo calendario ferial, se salió de un recinto en el centro de Bilbao, que estaba ya un poquito obsoleto, para ir a un recinto nuevo, adecuado a las necesidades de las grandes ferias industriales, como la Bienal y las ferias del siglo XXI. 

Xabier Basañez, director general del BEC, lleva 18 años liderando la gestión de este recinto.

Xabier Basañez, director general del BEC, lleva 18 años liderando la gestión de este recinto. BEC

-¿Qué oportunidades brindaron estas nuevas instalaciones?

Las instalaciones son magníficas, puesto que son muy funcionales. Son pabellones de 15.000 metros cuadrados con 18 metros de altura, sin ninguna columna. Tienes accesos por los cuatro lados del pabellón para grandes tráilers, no tienes problemas de movimiento, entran grúas… y eso lo valoran nuestros clientes.

Ahora tenemos la oportunidad de hacer cosas que no hacíamos en el antiguo recinto y ese fue el mayor cambio. Seguimos hacíamos la Bienal, Expovacaciones, el PIN… pero ahora tenemos también capacidad para acoger grandes citas. Porque hay que tener en cuenta que las grandes citas internacionales se celebraban en Madrid y Barcelona. Entonces, el negocio de los grandes conciertos en Bizkaia fue algo nuevo y era el momento de hacer cosas nuevas.

-¿Ha cambiado mucho el negocio de las ferias en estas dos décadas?

-Sí, aunque puedan parecer poco 20 años, ha cambiado mucho el modelo ferial. Mientras que allí el 100% eran ferias propias, en este recinto son muchas las ferias que hacemos con colaboradores o en las que simplemente nos alquilan el espacio y la organización.

-¿Cree que el BEC ha contribuido a situar a Bizkaia en el mapa y a construir marca Euskadi?

-Totalmente. Estamos colocando Barakaldo, Bizkaia y Euskadi como sitio geográfico. No sólo cuando hacemos concierto, sino también cuando hacemos la feria de máquina herramienta. Estamos mostrando que la industria vasca es potente. Y ese es un valor añadido al impacto económico, aunque sea intangible.

-¿Qué les diría a quienes dicen que se trata de una infraestructura cara que está infrautilizada?

-Creo que se nos puede achacar que en algunos momentos la actividad no ha sido la deseada. Evidentemente, en el año 2009, con la crisis, no lo era, pero creo, sin ninguna duda, que es una infraestructura súper necesaria para un país como Euskadi, que se dedica a la industria, y que siempre ha tenido un calendario histórico de ferias. Si no existiese BEC, habría que crearlo.

El año pasado, prácticamente todos los días, concretamente en 315 de los 365 días que tiene un año, hubo actividad en la casa, pero aun con esa menor ocupación que teníamos en los primeros años, yo creo que el tiempo nos ha dado la razón. Es una infraestructura país y no tiene que estar, según mi punto de vista, mirando única y exclusivamente al resultado económico que genera su actividad, sino el impacto que supone poner a Euskadi y a la industria vasca en el mundo. 

-En 2023, BEC contribuyó con 29,9 millones de euros a la hacienda vasca a través de impuestos, pero, ¿qué gasto supone cada año?

-Las cuentas en los años pares dan un resultado cercano a cero y en los años impares, pérdidas, dependiendo de si ese año se celebra la Bienal de Máquina Herramienta o no. El objetivo de BEC es equilibrar ese resultado. Estábamos a punto de lograrlo en el año 2020, pero con la pandemia resultó imposible, pero creo que pronto lo lograremos.

-¿Y cuál es la aportación de las instituciones vascas a BEC a día de hoy?

-Lo que aportan las instituciones vascas es para terminar de pagar las obras de construcción de esta infraestructura. La construcción de BEC costó 482 millones de euros y aún debemos terminar de pagar la hipoteca de 400 millones que solicitamos. Con la pandemia, se renegoció la financiación retrasando el plazo de vencimiento de 2027 a 2031, en previsión de que las haciendas pudiesen destinar más dinero a hospitales y a sanidad, de modo que durante los últimos tres años, el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia han estado aportando 11 millones de euros, pero ahora que hemos vuelto a la normalidad, han vuelto a la cifra de 32 millones de euros anuales prevista.