Los trabajadores de la banca se movilizan el día 22 en reclamación de mejores condiciones

A las movilizaciones del sector bancario de los días 8 y 21 de febrero, y el paro de dos horas realizado el día 26, que fue secundado por un 85,5% de los trabajadores, según las cifras de los sindicatos, se suma la nueva protesta del pasado viernes y una próxima huelga, esta vez de 24 horas, para este viernes 22 de marzo ante la falta de acuerdos con la patronal. La fecha elegida por CCOO, UGT y Fine no es casual, sino que coincide con la celebración de las juntas de accionistas de CaixaBank y de Banco Santander.

Los sindicatos, que han exigido a las patronales de banca, ahorro y cooperativas de crédito "que escuchen el clamor de las plantillas", acaban de alcanzar un acuerdo con la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), la patronal de ahorro, el pasado 12 de marzo, en el que se recoge, entre otras cuestiones, un aumento salarial del 11% entre 2024 y 2026 y un pago único de 1.000 euros. Además, recientemente se han reunido con la patronal de cooperativas, con la que prosiguen en las negociaciones.

No obstante, mantienen su pulso con la Asociación Española de Banca (AEB), la patronal de la banca, ya que "la cosa está muy lejos y las negociaciones están siendo muy complicadas", lamentan. Es por eso que reclaman que apuesten "por avanzar muy significativamente en la negociación" durante estos días. Precisamente hoy tendrá lugar la próxima reunión de negociación.

Imagen de las protestas. Reuters

Una subida salarial del 17%

El pasado viernes, representantes de CCOO, UGT y Fine se movilizaban en Bilbao, frente al Palacio Euskalduna, coincidiendo con la celebración de la Junta General de Accionistas del BBVA, para destacar que los "beneficios astronómicos logrados, son también gracias a la plantilla". En este sentido reclaman un "convenio justo" en la banca que permita "la recuperación salarial y una mejora de condiciones" para "que se apliquen medidas de mejora en el clima laboral" de los trabajadores del sector. Concretamente, los sindicatos reclaman una subida salarial del 17% por la pérdida de poder adquisitivo de las plantillas, que, según sus datos, ha sido "mayor" que el aumento que solicitan.

De esta forma, exigen "voluntad de acercamiento real", con propuestas "acordes con los beneficios récords del sector, con el incremento de retribuciones de la alta dirección, con los dividendos que reparten a sus accionistas y con lo que reivindican y merecen sus trabajadores, el principal activo del sector financiero".