La enésima metamorfosis de Aitor Ocio tras su retirada: asesorar a deportistas de élite

La transformación de Aitor Ocio como empresario ha ido a más desde que en verano de 2012 puso fin a su trayectoria como futbolista profesional. Lo hizo entre lágrimas en Lezama, poniendo fin a 7 años como jugador del Athletic Club y 18 como profesional. Después de ganar dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey y una Supercopa de Europa, el vitoriano decidió cambiar de hábito y emprender una nueva etapa tras su retiro, alejado de todo lo relacionado con el fútbol. El alavés mostró siempre interés por temas empresariales y económicos, lo que le valió para revolucionar el mercado en la medicina estética con la apertura de una clínica de bienestar integral, denominada como Henao Wellness Clinic, un modelo "desconocido hasta entonces" y con "futuro", según indicó el vasco. Un acierto que no sólo le sirvió para que su spa se haya convertido en todo un éxito en Bilbao, sino que además le ha valido para dejar huella en otros sectores más.

El que fuera central del Athletic Club tiene en manos un nuevo proyecto totalmente opuesto al de la medicina estética. Desde el pasado mes de octubre está inmerso en un sector dentro del ámbito inmobiliario como inversor y socio de un grupo promotor, el Grupo ABU. Aitor Ocio, junto a la empresa andaluza, presentó un ambicioso plan que consiste en la promoción de más de 20 viviendas de lujo en Donostia -en colaboración con Inmobiliaria Arrieta- ubicadas en la plaza Cataluña, en el corazón del barrio de Gros, junto a la playa de la Zurriola. "Pongo el foco en que mis proyectos sean sostenibles en todo momento, no busco una rentabilidad inmediata", subrayó Ocio. Un plan que continúa en proceso y que compaginará con una nueva función: la de asesorar a deportistas de élite en el inmobiliario en colaboración con Colliers.

Colliers ha lanzado la línea de servicios 'Sports & Estates', centrada en el asesoramiento a deportistas profesionales en la gestión de sus inversiones inmobiliarias

Colliers, consultora especializada en asesoramiento y en transacciones de inversión inmobiliaria, ha lanzado la línea de servicios 'Sports & Estates', centrada en el asesoramiento a deportistas profesionales en la gestión de sus inversiones inmobiliarias, algo en lo que ven a Ocio como el perfil idóneo teniendo en cuenta su extenso currículum como empresario de éxito desde su retirada del fútbol. La propia empresa ha indicado que la función del excentral del Athletic Club se va a centrar en la "formación del funcionamiento del mercado inmobiliario, el diseño de estrategias de inversión y el asesoramiento en transacciones inmobiliarias".

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S'Thai en Vitoria

El propio Aitor Ocio afirma desde sus redes sociales que "durante la carrera de un deportista profesional suelen plantearse numerosas oportunidades de inversión inmobiliaria, tanto desde el punto de vista patrimonial como del disfrute personal", y en ese sentido, considera fundamental que "el deportista y su entorno de confianza puedan apoyarse en un equipo de profesionales que les orienten en su toma de decisiones".

"Considero fundamental que el deportista pueda apoyarse en un equipo de profesionales que le oriente en su toma de decisiones"

Se trata de la empresa en activo número 14 en la que está vinculado el vitoriano, aunque en esta ocasión, no será uno de los principales administradores ni mucho menos, sino simplemente formará parte de un proyecto que, según él, es "interesante" y que permitirá "mostrar lo que sé a otros deportistas que también quieran emprender este camino ya sea en el presente o en el futuro". Recordemos que, actualmente, Ocio está expandiendo su marca S'Thai Spa en su ciudad natal tras el éxito que está experimentado en Bilbao, donde abrió su primer centro en 2016 y que ya suma un capital social de 141.296,54 euros.

Lo hará en la Calle Prudencio, en los locales de Urteim, donde se ubicaba antiguamente Natura y la tienda de lámparas Salazar, es decir, una de las zonas más reconocibles de la ciudad dado que está a escasos metros del Teatro Principal y el restaurante KEA.

Crónica Vasca