Han pasado diez años desde que Ibercom, el operador donostiarra que habían puesto en órbita José Poza y Luis Villar, unió su camino con el de MásMóvil. La semilla no tardó en germinar para dar lugar a un actor consolidado en el mercado español de las telecomunicaciones que engullía nombres sin parar hasta comerse a Euskaltel poco después de la pandemia.
El mundo de las 'telecos' recibe ahora la enésima sacudida con la entrada de Zegona en Vodafone, un movimiento que en cierta manera responde al bocado final de MásMóvil para dominar el mercado asociándose a Orange. Y el tercero en discordia, Movistar-Telefónica, vive a su vez su propia catarsis con el Gobierno central en plena escalada para contrarrestar el peso en la propiedad del capital extranjero.
Tiempos convulsos en un sector en constante evolución, en parte por el propio dinamismo de la tecnología, y en el que Euskadi siempre ha jugado un papel protagonista. La propia Euskaltel, el operador vasco por excelencia, quiso imitar el modelo Eroski con un plan de expansión concentrado en el norte de España impulsado por las adquisiciones de R y Telecable.
Curiosamente los años más prometedores a nivel de mercado del proyecto nacido de la mano del Gobierno vasco en 1995 coincidían con el fin del principal símbolo social de la marca como era el equipo ciclista de élite. Son los años en que entra en escena el fondo británico Zegona, a quien se adquiere la propia Telecable y se convierte en principal accionista.
El 'pelotazo' de Zegona
Ahora que Zegona vuelve a ser protagonista por hacerse con el control de Vodafone en España, el sector apunta a que la firma de Reino Unido (con una trayectoria relativamente corta: se fundó en 2015 y muy pronto comenzaron sus incursiones en España) querría replicar el 'modelo Euskaltel' en su nueva compañía. Una adquisición de corta duración (en Euskaltel el fondo permaneció apenas cuatro años, la mitad de ellos como mayoritario) enfocada a dejar atrás las pérdidas y vender más caro.
La OPA de MásMóvil en 2021 regó de millones a los accionistas de Zegona. Lo hizo también con los directivos 'de casa' que controlaban hasta entonces Euskaltel, entre ellos José Miguel García, a quien Zegona reserva el puesto de CEO para la nueva Vodafone España. Y es que la llegada de los británicos supondrá una reformulación del negocio para tratar de recuperar terreno en un mercado dominado ahora por MásOrange y Movistar con una presión creciente de operadores al alza como Digi.
Si se atiende al reparto de clientes de móvil, la nueva alianza MásMóvil-Orange copará más del 40% del mercado en España (más de 30 millones de líneas) arrebatando el liderazgo a Telefónica, con en torno a un tercio. Vodafone queda así arrinconada con poco más del 20% (menos incluso en porcentaje de banda ancha), ya muy lejos de sus dos grandes rivales. Se da por hecho que Zegona llega con una profunda reconversión debajo del brazo que conllevará el cierre de tiendas y ajustes laborales.