Eroski dio un paso clave el año pasado para estabilizar su situación financiera. La que ha sido la gran mochila de la firma vasca de distribución en los últimos años, su abultada deuda, ha ido aligerándose y el final del túnel está a la vuelta de la esquina. Tras el último acuerdo con la banca la cooperativa de Elorrio reduce en cerca de 3.000 millones de euros su endeudamiento en apenas década y media.

La última refinanciación fue posible gracias a una serie de compromisos repartidos en tres frentes. Por un lado Eroski emitió deuda en forma de bonos por valor de 500 millones de euros, sometidos a intereses del 10%, con fecha de vencimiento 30 de abril de 2029 y un recargo además en forma de prima en caso de pago antes de 2027. Dicho de otra forma, la parte principal del nuevo paquete de deuda 'no se toca' a corto plazo.

Además, dentro de esa amortización de 700 millones de euros el año pasado se han firmado dos nuevos préstamos más. El primero es de 113 millones con una primera fecha de vencimiento este próximo mes de julio, apenas 4 millones de euros que ya se han pagado. El resto caduca en dos fases en 2027 y 2029. La tercera pata es un crédito puente de 35 millones de euros con límite en 2025 pero del que ya se ha cubierto más de la mitad gracias al dinero obtenido por la venta de activos inmobiliarios.

Como avanzó Crónica Vasca, la cooperativa de Rosa Carabel se desprendió el año pasado de una decena de supermercados en País Vasco y Navarra para continuar la actividad en esos mismos locales pero en régimen de alquiler con unos ingresos de algo más de 18 millones. Tal y como figura en la última memoria, el grupo ha vendido además dos gasolineras y los inmuebles de otros cinco hipermercados en los que operaban otras marcas por 23 millones de euros.

Tienda de Eroski

Prioridad, la estabilidad

Parte de esas sumas se habrían utilizado para atacar ya una parte relevante de ese crédito puente, del que quedaban pendientes a cierre del ejercicio (31 de enero de 2024) únicamente 12 millones. El movimiento, más allá de su impacto en el balance financiero global, dice mucho de la relevancia que da aun la cooperativa a la estabilidad bajo el gobierno de Carabel.

Aun es pronto para nuevas aventuras, es la consigna que lanza la empresaria gallega en cada encuentro con la prensa, y es preferible de momento centrarse en reforzar la rentabilidad en los mercados estratégicos. Los compromisos pendientes con la banca, que se completan con otro pequeño crédito de 50 millones con margen hasta 2029 y una línea de avales, son ahora perfectamente asumibles pero la cooperativa sabe bien lo que es tener que hacer sacrificios para salvar la bancarrota.

Ahí están las ventas de If o del negocio de viajes o las apuestas por el modelo de franquicia y el 'lease-back' (mantener los locales en régimen de alquiler) para seguir sacando chispas al principal negocio del grupo como es la distribución.

La CEO de Eroski, Rosa Carabel

Plan prudente

De ahí que se haya dibujado un plan de expansión contenido para los próximos años guiado por la prudencia y que no contempla el regreso a territorios abandonados durante el repliegue, caso por ejemplo de Madrid donde sí está dando pasos de gigante Uvesco, sino mantener la plena atención a esos mercados donde ya hay un camino recorrido.

Con una cuota de mercado en el norte de España de casi el 13%, el margen de mejora de Eroski en territorios como Euskadi, donde es clara dominadora, es relativamente corto. De ahí que se busque reforzar la estructura sobre todo en esas zonas donde la marca está asentada pero, a la vez, hay terreno para crecer. Dos de las comunidades autónomas clave en ese sentido son en los últimos años Galicia (Vegalsa), segundo mercado de la cooperativa, o Baleares.

"Hemos cumplido paso a paso la hoja de ruta", decía Carabel en la última presentación de resultados en relación a ese repliegue iniciado en 2010. El último ejercicio terminó con más de 1.500 tiendas, unas 900 en propiedad y el resto franquicias, y el plan para 2024 es levantar la persiana de otros 74 negocios, principalmente franquiciados. En tres años el objetivo de Eroski es abrir 159 nuevas tiendas concentradas en esa franja norte que va de Galicia hasta Baleares.

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