Los tres macroparque fotovoltaicos proyectados por Solaria en Álava llevan semanas en el foco. Las críticas a este nuevo plan de energía renovable no han parado de crecer desde que se anunciase su proyección, no solo por la magnitud de los parques -que sumarán 103.432 placas solares y 374 hectáreas ocupadas distribuidas en los municipios alaveses de Vitoria, Ribera Baja, Zigoitia, e Iruña de Oca-, también por la línea de alta tensión que trasportará la energía generada hasta su destino, el Puerto de Bilbao.
El diputado general de Álava, Ramiro González, ya se pronunció al respecto hace dos semanas calificando el proyecto como un "sin sentido", y este miércoles lo ha vuelto a hacer. Y es que ha avanzado que "alguno de los proyectos fotovoltaicos de Solaria tienen un camino muy difícil por delante y, probablemente, no prosperarán, al verse afecciones medioambientales y urbanísticas".
Esto ya lo denunció la Asociación de Concejos de Álava, que aglutina a las entidades locales más pequeñas de Álava, que además de mostrar explícitamente su rechazo, aseguró que este proyecto "partiría el territorio en dos e ignoraría que la energía debe producirse cerca del lugar donde se consume".
En esta línea, González ha insistido en que si bien no quiere adelantarse a los informes y a la tramitación de los procedimientos, "quiere señalar que del conocimiento de los proyectos sacamos ya, desde este momento, esa conclusión". Y en esta línea ha confirmado que la Diputación Foral de Álava trasladará al Gobierno vasco su urgente consideración ante la aprobación del Plan Territorial Sectorial de energías renovables: "Esta debe ser una de las tareas prioritarias que aborde el Gobierno Vasco nada más se conforme, con el objetivo de poder disponer de una herramienta de planificación que defina un mapa de renovables".
La energía con destino Bilbao
Como ya se pudo observar en los documentos iniciales del proyecto la energía sería transportada a través de una línea de alta tensión de más de 100 km que supondría una inversión de 45 millones de euros y que atravesaría Álava de norte a sur por las localidades de Ribera Alta, Ribera Baja, Iruña de Oca, Vitoria, Zuia, Urkabustaiz, Amurrio, Ayala y Ocondo. Entraría en Bizkaia por Gordejuela y afectaría a otros siete pueblos bizkainos hasta llegar a Zierbena. Lugar escogido para descargar la energía producida por el sol al no haber subestaciones disponibles en la capital alavesa.
Y en esto, precisamente, ha querido incidir Ramiro González quien ha señalado la falta de puntos de recarga en el territorio como causa de este transporte de energía: "No hay puntos de descarga en Álava para nueva generación y esta situación es la que provoca que los nuevos proyectos de renovables a abordar en Álava deban verter fuera de nuestro territorio. Esto no es lógico y no es sostenible, pero es la realidad a fecha de hoy y no parece que vaya a cambiar a corto plazo".
En esta línea, ha insistido en que no deben "de ser las empresas las encargadas del diseño de las redes de distribución y generación, adjudicándoles conexiones a distancia sin criterio de sostenibilidad". Y ha instado a Lakua a tomar las riendas: "La prioridad absoluta debe ser conectar la demanda con la oferta de proximidad en renovables. Es ilógico, insostenible e ineficiente que la energía producida en Aragón recorra cientos de kilómetros para volcarse a la red en Álava -en relación al proyecto de Forestalia, que traería la energía producida en Tauste, Aragón, hasta Jundiz- y que la energía producida en Álava viaje 100 kilómetros para volcarse a la red en Bizkaia".