Ocho años después de que se iniciase la investigación a Indumetal Recycling, la Justicia se ha pronunciado ahora ante la denuncia presentada contra esta empresa. Sin embargo, a pesar de que la sección primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a esta S.A. con sede en Asua-Erandio y a cuatro de sus responsables por delito medioambiental, se han rebajado las penas de cárcel dictaminadas a cada uno de ellos.

Así, aunque la Fiscalía solicitaba penas que superaban los cinco años de prisión, finalmente, los acusados, que han reconocido gran parte de los hechos a cambio de una reducción de la pena, se han visto beneficiados, además, de los retrasos de la Justicia. El hecho de que el proceso estuviera paralizado entre 2020 y 2021 a causa de la pandemia ha sido tenido en cuenta por parte de los jueces, que han suspendido la ejecución de las penas de privativas de libertad durante dos años siempre y cuando no cometan nuevos delitos en dicho plazo.

La sentencia, que es firme, pues contra ella no cabe recurso, el tribunal impone una multa de 60.000 euros a Indumetal Recycling, S.A. como persona jurídica. Además dictamina una pena de dos años de cárcel y una multa de 19.500 euros al director general de Indumetal Recycling S.A. y al que fue vicepresidente de la compañía entre 2008 y 2018. Y también a siete meses de prisión y a una multa de 7.500 euros al jefe de planta entre 2013 y 2017 y al encargado y responsable de Calidad, Medio Ambiente y Prevención de Riesgos Laborales.

La Audiencia de Bizkaia declara probado que, al menos desde 2013 y hasta 2016, año de inicio de la investigación por estos hechos, esta empresa, dedicada al reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos, y los cuatro acusados, "cada uno en su parcela de responsabilidad", incumplieron "de forma sistemática" las exigencias legales exigidas para poder desarrollar esta actividad.

Un trabajador de Indumetal Recycling. Indumetal

Y es que, según precisa la sentencia, la empresa almacenaba estos residuos eléctricos y electrónicos "en lugar y modo inadecuados, al aire libre y sobre una solera agrietada, que producía filtraciones", y donde "volcaban y rompían los equipos haciéndolos impactar sobre el suelo, empleando vehículos 'pulpo' y 'toro'".

Dispersión de materiales peligrosos

Todo ello a pesar de que Indumetal contaba con una nave para la correcta gestión de estos aparatos eléctricos. Sin embargo, gran parte de los televisores con tubos de rayos catódicos o pantallas de cristal líquido, altamente contaminantes y peligrosos, eran triturados en un molino sin haber sido tratados previamente, provocando la dispersión de los materiales empleados en su fabricación, entre ellos metales pesados como plomo, mercurio y cadmio, químicos peligrosos y PVC (policloruro de vinilo), un tipo de plástico muy tóxico.

"La inadecuada gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos provocaba la liberación al aire, suelo, sedimentos y agua de los elementos químicos contenidos en su interior, lo cual generaba un riesgo de afección sustancial a la calidad del aire, del suelo y del agua", explica el tribunal en su resolución, que añade que "el polvo así liberado podía finalizar en el aire y en el sistema de alcantarillado de la empresa, que acababa en depósitos de decantación de aceites y grasas, concebidos y diseñados para separar grasas pero no productos químicos, de modo que gran parte podía desembocar en el río Asua".

No obstante, desde la empresa condenada advierten de que en el acuerdo alcanzado con la Fiscalía "no se ha acreditado que Indumetal Recycling haya causado daño a la salud de los trabajadores o al medio ambiente". No obstante, en su comunicado, han anunciado que continuarán con su labor de tratamiento y reciclaje de RAEEs (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) "mediante el uso de las mejores tecnologías disponibles, respetando la legislación vigente y contribuyendo al fomento de la economía circular".

Un camión de transporte de Indumetal Recycling. Indumetal Recycling

Un grupo con otras dos plantas en Bizkaia

Indumetal Recycling, S.A., con sede en Asua-Erandio, es una empresa del grupo Indumetal, que cuenta con otra planta de reciclaje en dicha localidad, Recypilas, especializada en este caso en todo tipo de pilas, acumuladores y lámparas fluorescentes.

Su emplazamiento, Asua-Erandio, conlindante a Bilbao, está altamente contaminado por la actividad industrial que se concentra en la zona, tal y como llevan décadas denunciando sus residentes, cansados de pedir los resultados recogidos por las mediciones periódicas que se llevan a cabo para analizar la calidad del aire que respiran.

También polémico fue cuando en 2022, cuando Indumetal Recycling aún estaba pendiente de la resolución de esta condena, y el Ayuntamiento de la localidad vizcaína de Zalla le otorgó licencia de obra para la construcción de un pabellón industrial en el polígono de El Longar bajo el nombre de Induplast.

En dicha planta, que entró en funcionamiento el año pasado, se lleva a cabo el proceso de valorización de los componentes de plástico de los aparatos electrónicos, una actividad, que, según aseguró entonces la empresa, "no produce emisiones ni vertidos".

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