La semana pasada finalizaba el plazo de alegaciones a los tres macro parques de Solaria con más de 50.000 quejas populares registradas. Son muchos los movimientos y plataformas que se han creado desde que se anunciase la proyección de estas instalaciones, entre ellas la de afectados de Gorbeialdea, que incluye las asociaciones Zigoitia Bai, Zuia Bidean y Urkabustaiz Babestuz

Su trabajo, estos últimos meses, ha ido más allá del de meramente elaborar estas alegaciones -más de 5.000 en la comarca- y presentarlas; para realizar las quejas técnicas han llevado a cabo, apoyados en expertos de diferentes ámbitos, un importante trabajo de estudio técnico “en contra del impacto ambiental que ha presentado Solaria a favor de las placas y la línea de alta tensión”, explica Unai Pascual, portavoz de Zigoitia Bai. 

Dichos paneles, ocuparían 374 hectáreas -lo equivalente a 748 campos de fútbol-, algunos de ellas, precisamente, en la comarca del Gorbea. Por eso, desde la plataforma se han puesto en contacto con diferentes propietarios de las tierras, indica Pascual, dándose cuenta de que “muchos de ellos no sabían la magnitud del proyecto hasta que nosotros les enseñamos un mapa con la cantidad de terreno que sería afectado”. 

Entre estos propietarios están los que han aceptado la oferta, que según indica la propia energética, pasa por un alquiler de 1.500 euros por hectárea al año o la compra por 25.000 euros por hectárea,  y los que no. Entre estos últimos, señalan desde la asociación, “había muchos que han visto cómo, aun habiendo denegado esa oferta, sus terrenos se incluían en el mapa proyectado por Solaria”. De hecho, según los contactos que esta plataforma ha establecido con los propietarios, “del total de suelo que Solaria ha incluido en su impacto ambiental, un 60% pertenece a propietarios que han denegado explícitamente su participación en el proyecto”. 

En amarillo, las parcelas todavía sin firma con las que cuenta la compañía Gorbeialdea defendatu

¿El primero de muchos?

Si bien el rechazo hacia la instalación de estos macro parques y de la línea de “muy alta tensión de más de 100 kilómetros y con torretas de hasta 800 metros de altitud” es explícito por parte de muchos agentes sociales vascos; desde la plataforma de afectados de Gorbeialdea señalan a la batería de proyectos que estarían preparando desde Solaria como foco de su preocupación y malestar. 

Desde esta energética, ya han confirmado, sin más detalles, que existen proyectos en su cartera de pedidos, “algunos de ellos muy avanzados, como el de Cuartango”. Algo que desde la asociación confirman, y es que según sus cálculos, Solaria estaría preparando en torno a 30 parques solares en el entorno de Álava. 

Se basan, entre otros factores, en la energía que la línea de alta tensión -que traspasará Álava y Bizkaia hasta llegar a Zierbena- es capaz de transportar; y es que, según sus estudios, “este tendido eléctrico puede transportar hasta 10 veces más energía que la generada en los tres parques ahora proyectados”.

Además, señalan, “esta sería la razón por la que desde Solaria han tratado de manera tan insistente de conseguir terrenos donde se puedan instalar parques de estas características. Están presionando, bajo la consigna de que muchos ya han aceptado la oferta, para que los dueños de las tierras que están en duda vendan o alquilen”. Aunque insisten, en ese porcentaje del 60% que ha decidido no participar pero con el que la energética sí que cuenta.

Trabajador de Solaria/Solaria

Los próximos pasos

En esta línea, Pascual explica que “no estamos en contra de las renovables, estamos en contra de las que se organizan así”, y asegura que el impacto ambiental “cambia radicalmente si se considera el proyecto que hay pensado para Álava en su totalidad”. 

Ahora es el turno de Gobierno vasco, para que analice las alegaciones así como realice un estudio de impacto ambiental. Desde Gorbeialdea defendatu les toca informar “a todas las personas que no han sido informadas o que han sido mal informadas”. Y por eso, desde la plataforma han comunicado que se ofrecerá asesoría jurídica para revertir acuerdos dolosos, en estos casos. 

Pascual admite su esperanza en que estos proyectos, “tal y como ya señaló el diputado general de Álava, Ramiro González, no prosperen”. Y concluye: “La sociedad en estos municipios se ha posicionado. No queremos este proyecto, no de este tamaño y no de esta manera, pero sí que estamos dispuestos a embarcarnos en un debate sobre la instalación de energía renovable”. 

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