La Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce), participada mayoritariamente por el Estado, junto al pool bancario compuesto por las entidades financieras de BBVA, BNP Paribas, Caixabank, Crédit Agricole, KutxaBank y Santander, acaban de formalizar los 1.200 millones de euros de avales que prometieron otorgar a Siemens Gamesa.
"Un balón de oxígeno" para la compañía de origen vasco. Así lo valoran sus trabajadores, que se encuentran a la espera del inicio de la mesa de negociaciones, que, tal y como anunció la empresa cuando presentó el ERE el pasado mes de mayo, arrancaría a mediados de este mes de julio.
Sin embargo, la plantilla de Siemens Gamesa aún no ha tenido noticias al respecto y creen que se retrasará hasta el mes de septiembre para que arranque el proceso. De hecho, la propia empresa confirma a Crónica Vasca que por el momento no han establecido una fecha concreta para dar inicio a las negociaciones.
Para lo que sí hay fecha es para el cambio de relevo en el grupo. A punto de dejar su puesto el 31 de julio, Jochen Eickholt dará paso al nuevo CEO de Siemens Energy, Vinod Philip, que iniciará su liderazgo el 1 de agosto con el reto de salvar los muebles de la compañía, así como de sus filiales.
Presentación de un plan de viabilidad
En esta nueva etapa, ya con los avales sobre la mesa, la multinacional alemana deberá presentar un plan de viabilidad, tal y como demandan desde los sindicatos, para determinar el impacto de los recortes que quieren llevar a cabo con el objetivo de salir a flote tras las millonarias pérdidas provocadas por los fallos detectados en algunas de las turbinas eólicas fabricadas por Siemens Gamesa y que les han obligado a paralizar su actividad hasta subsanar los problemas.
Hasta el momento han anunciado un gran tijeretazo en su área de servicios, donde prevén suprimir hasta 4.000 puestos de trabajo en todo el mundo, con especial afección en las oficinas de Dinamarca, Alemania y España y en sus plantas productivas de Portugal y Dinamarca. Concretamente en nuestro país podrían destruirse en torno a 430 empleos dentro de su división de eólica terrestre (onshore), según los cálculos de la compañía.
Ante el ERE anunciado, se atisban "esperanzas" de recuperación entre los trabajadores de Siemens Gamesa tras la obtención de los avales. En esta línea, la presidenta del comité y delegada de CCOO, Clara Fernández, hace "una lectura muy positiva porque para nosotros es un balón de oxígeno" mientras se solucionan los problemas detectados "para que podamos sobrevivir hasta que podamos volver a vender".
En su opinión, "el Gobierno central ha estado a la altura y nosotros nos hemos mostrado a favor de que se llevase a cabo este apoyo, siempre y cuando esas ayudas conlleven un mantenimiento del empleo", defiende.
Mantenimiento del empleo y recolocaciones en otras áreas
Este apoyo económico "allana más el camino para que el grupo apueste por España como país y da margen a la compañía para que continúe con su actividad aquí, que es lo que buscamos todos, aunque ahora habrá que ver qué es lo que hace la empresa para, tal y como se comprometió, mantener los centros productivos y los puestos de trabajo en nuestro país", advierte el delegado de UGT, Mikel Zarandona.
Los sindicatos confían en alcanzar un acuerdo con la compañía lo más beneficioso posible para ambas partes, "sin medidas traumáticas" y "favoreciendo la recolocación de los trabajadores afectados en otras áreas de negocio" bajo fórmulas como el teletrabajo, una modalidad muy implantada en la compañía desde hace años, aseguran.
Según las estimaciones de Tim Holt, miembro del Consejo de Administración responsable de la división de redes eléctricas (grid technologies), están realizando una inversión de 1.200 millones de euros de aquí a 2030, periodo en el que, según sus estimaciones, necesitarán cubrir 10.000 nuevos puestos en Europa, principalmente en Alemania, Reino Unido, Austria, Croacia y, en menor medida, en Rumanía.
No obstante, Zarandona subraya la importancia de que la matriz alemana concrete los detalles de ese expediente de regulación de empleo en un plan de viabilidad "que se traduzca en un calendario con fechas concretas para saber cuándo se van a reactivar las ventas y cuándo se lanzarán al mercado nuevos productos que permitan que la actividad siga adelante también en el futuro y que funcione a pleno rendimiento".