Tubos Reunidos vuelve al trabajo con la continuidad del ERTE en el horizonte
Las plantillas de Amurrio y Trapagaran retomaban este lunes la actividad a la espera de un aumento de pedidos del tubo cero emisiones
3 septiembre, 2024 05:00Noticias relacionadas
La plantilla de Tubos Reunidos vuelve al trabajo tras el parón del mes de agosto y lo hace con la sombra de la prolongación del ERTE sobrevolando las dos plantas con las que cuenta en Euskadi. Si bien el equipo de la firma alavesa confiaba en retomar la producción al 100% tras el verano, parece que esto no ha sido así y es que el fabricante de tubos echa a andar a medio gas afectado por la escasez de pedidos que lleva sufriendo meses.
Una caída de pedidos arrastrada desde finales del año pasado provocada en gran medida por el bajón de su mercado en Estados Unidos, que forzaba ya el año pasado sendos ERTE tanto en el núcleo central de la compañía en Amurrio como en Productos Tubulares, en Trapagaran, dificultando así el poder engordar la cartera de pedidos, de unos 100 millones de euros, cuando en 2022 fue de 300 millones.
Si bien desde la dirección se insistía a finales del primer semestre del año su urgencia por desactivar dichos mecanismos de regulación -con plena confianza en los nuevos pedidos que entrarían después del verano y con el inicio de la producción de tubo cero emisiones-, esto va a tener que esperar porque el periodo estival ha finalizado y las plantas han iniciado este lunes su producción con parte de la plantilla en ERTE.
El tubo cero emisiones, el impulso para 2025
Fuentes sindicales de Tubos Reunidos Amurrio, aseguran que por el momento “la planta está muy parada… 2022 y 2023 fueron espectaculares y de momento, estamos superando el golpe, pero no entran pedidos”. La esperanza en la planta alavesa pasa por los pedidos del tubo cero emisiones, del que se esperaba producir hasta 2.000 toneladas antes de fin de año pero para el que todavía no hay pedidos según señalan miembros del comité de empresa.
La compañía, por su parte, ya ha señalado en numerosas ocasiones que la previsión es que este tubo abra las puertas de más pedidos a lo largo de los próximos meses, y suponga un importante impulso de cara a 2025 de cara a desactivar por completo el ERTE que ha caído sobre la plantilla.
Situación similar es la que está experimentando la plantilla de la compañía en Trápaga, con parte de sus trabajadores en el paro y otra ya reincorporada tras las vacaciones de verano -unas vacaciones en las que, tal y como apuntan fuentes sindicales de esta planta, “se ha seguido trabajando para sacar pedidos urgentes”-. Ahora, una vez arrancado el ‘curso’ se es está aplicando el ERTE pactado, al 50%, la mitad de la plantilla trabaja mientras la otra mitad está en el paro y viceversa.
Y esto cuando se aplica, porque tal y como aseguran, hay semanas que el trabajo es mayor y trabajamos toda la plantilla. Precisamente ahora, indican, la carga es justa, “vamos tirando con lo poco que va entrando”, por eso el taller de laminado ha parado a la espera de que la actividad crezca en la planta bizkaina.
Admiten que la compañía les traslada tranquilidad, reforzando la teoría de que se encuentran a la espera de la entrada de nuevos pedidos de estos tubos eco. Así, ambas plantillas retomaban este lunes su trabajo ‘a medio gas’ y a la espera de que este ERTE -prolongado en un principio hasta diciembre- no tenga mayores consecuencias que podrían ser comunicadas en la reunión que celebrarán comité y dirección a finales de mes, tras el balance del segundo semestre.